'¿Eh?. ¿Qué acaba de decir?'.
Dudé de lo que habían escuchado mis oídos y lo miré. Debe haber sentido mi mirada penetrante.
-Quiero decir, vamos a mi oficina-. Aclaró. -Así que adelante, elige rápidamente los libros que quieras.
Oh, eso es lo que quiso decir.
Debería haber dicho eso directamente desde el principio en lugar de hacerlo de una manera tan ambigua. Me voltee para examinar la biblioteca.'¿Dónde están los libros sobre maldiciones?'.
Por supuesto, no estaba tratando de poner otro maleficio sobre Kyle a pesar de que a veces era bastante malo conmigo.
Sin embargo, necesitaba saber el alcance general de la magia de una maldición y qué tan lejos tendría que llegar potencialmente para romper su hechizo. Era posible que la biblioteca no contuviera ningún libro que pudiera explicar cómo romper su maldición específica en este momento, pero tener un poco de conocimiento sobre encantamientos en general era mejor que no saber nada.-Quiero leer libros sobre maldiciones. ¿Dónde puedo encontrar esos libros en esta biblioteca?.
No tuve miedo de mencionarle mi búsqueda porque sabía que Kyle ya había leído todos los libros de aquí, por lo que él de todas las personas seguramente sabría el paradero de dichos libros.
-¿Maldiciones?.
Me devolvió la pregunta sin molestarse en ocultar la incomodidad en su voz.
-Sí-. Respondí casualmente. -Me interesan las maldiciones.
-¿Por qué estás interesada en ese tipo de cosas?.
-¿Por qué?. ¿No puedo estar interesada en ese tema?.
Luego levantó ligeramente la cabeza.
Una mirada extraña se hizo evidente en su rostro.-¿Por qué de entre todas las cosas estarías interesada en las maldiciones?-. Preguntó.
Le planteé su pregunta de una manera diferente, como si hubiera estado esperando que me preguntara por ello.
-¿Por qué crees?.
Kyle no me respondió.
Me miró en silencio durante un rato antes de volver a hablar con un tono desconcertado.-No digas que es por mi culpa.
-¿Por qué habría de mentir si es verdad que estoy interesada en las maldiciones por tu culpa?.
El Archiduque volvió a chasquear la lengua. Se veía tan molesto.
Ya estaba acostumbrada a esperar esa reacción de él. El silencio entre nosotros se prolongó demasiado.'Bueno. Detengamos este argumento'.
Se hizo evidente que sólo terminaría discutiendo con él nuevamente si continuamos con esta conversación.
Por lo tanto, desvié mi atención de él.-Puedes buscar los libros que quieras en medio de la biblioteca.
'¿Eh?'. Me giré para mirarlo, pero ya había comenzado a desaparecer de mi vista. Me di cuenta tardíamente de que en realidad había respondido a mi primera pregunta. En primer lugar, debió haberme dado la respuesta desde el principio si le resultaba demasiado molesto discutir conmigo.
-Gracias...
-Si entiendes dónde están, no te quedes ahí parada. Ve y encuentra rápidamente el libro que quieres.
Rápidamente apagué cualquier sentimiento de gratitud que había sentido hacia él. Realmente tenía la mala costumbre de interrumpirme.
-No tienes que darme órdenes sobre eso-. Le contesté.
Aceleré mis pasos hacia la dirección que me dijo. Después de un tiempo, regresé con un montón de libros sobre maldiciones y me transladé con él a su oficina.
************
'
Es un lugar ordenado'.
Esa fue mi primera impresión de su oficina. Había un escritorio lleno de varios papeles y documentos. Una gran estantería estaba detrás del escritorio, llena hasta el borde con todo tipo de libros.
Eché un vistazo a los textos que había traído de la biblioteca.-Disculpa, Archiduque. Si tenías una colección tan grande en tu oficina, ¿Por qué no me dejaste tomar algunos libros de tus estantes desde el principio?.
No podía adivinar lo que estaba en su mente, pero habría apostado el cien por ciento de mis ahorros a que este hombre no había pensado en esa posibilidad.
-Acepté la petición de Jean sobre llevarte a la biblioteca.
Kyle simplemente respondió a mi pregunta con un rostro inexpresivo.
Se le había ocurrido una buena excusa. Luego, se sentó en su escritorio y comenzó a trabajar en las montañas de documentos que tenía ante sí.-Elige cualquier lugar para sentarte en el que te sientas cómoda y cuando hayas terminado vete en silencio. No me molestes.
Murmuró sus órdenes sin siquiera mirarme.
Eso estuvo bien.
No esperaba nada más de él.'Sigue siendo un milagro que Kyle me haya traído a su oficina'.
Encontré una silla y coloqué los libros que había traído de la biblioteca.
Después de un momento, el silencio cayó entre nosotros, pero al poco tiempo vi algo que despertó mi interés.'Es interesante ver con qué diligencia trabaja Kyle en esos documentos'.
No recordaba haber escrito este lado de él.
Sí, aunque soy el autor original de esta novela, no significa que sepa todo sobre este mundo.
Estaba segura de que había muchas otras cosas en este mundo que no sabía, por eso me asombró tanto ver un lado desconocido de este personaje que había escrito. Finalmente, debido a que sentía tanta curiosidad por este lado de él, dejé de leer por completo y miré su rostro.'Es realmente guapo'.
Kyle Romani tenía un rostro claro con pestañas largas, una nariz delgada y una mandíbula afilada. Incluso esos ojos dorados, que estaban ligeramente bajos por estar tan concentrados en su trabajo, le sentaban perfectamente.
Juntos, cada una de sus características formaban una combinación perfecta.
Estaba tan absorto en sus papeles que ya no parecía una persona sin emociones.
Era extraño, pero en ese momento, su diligencia lo hacía parecer más humano de lo habitual.-¿No te dije que no me molestaras?.
Oh no, cometí un error.
Había pasado demasiado tiempo mirando su rostro de trabajo, como si estuviera admirando a una celebridad en la televisión. Aunque inconscientemente lo había mirado, entendí claramente que mi comportamiento era impropio de alguien en mi posición.-No era consciente de que te estaba mirando y sé que es muy descortés de mi parte hacerlo. Lo siento.
Le pedí disculpas en voz baja, pero podía sentir una presión fría y tácita que enfriaba el aire.