-Capítulo 11 - Marina (2)-.

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A la mañana siguiente, me desperté con el sonido de los pájaros cantando dulcemente fuera de mi ventana. 
Ayer me había quedado dormida mucho más rápido de lo habitual. 
Parecía que los eventos del día anterior realmente me habían cansado, desde recorrer la mansión hasta tratar con Kyle y luego con Marina y las criadas.

Ni siquiera sabía si anoche Kyle había pasado por nuestra habitación. 
Anoche, había dormido tan profundamente que no me di cuenta de nada de lo que pasaba a mi alrededor. 
Sí recordé que antes de retirarme a mi habitación, le dije a Jean que se ocupara de las criadas que intimidaban a Marina. 
No necesitaba despedirlas, ya que sabía que esta mansión estaba sufriendo una escasez de mano de obra, por así decirlo.
En cambio, Jean solo las castigó agregando más tareas a su carga de trabajo y recortando sus salarios. 
Este último fue un castigo mucho más efectivo, ya que nada era más doloroso para un trabajador que un recorte de salario.

'Por cierto, nunca pensé que encontraría a la heroína en este lugar. Pero supongo que es una suerte porque si puedo hacer que esté a mi lado, mi futuro estará asegurado de muchas maneras'.

Después de reflexionar sobre mi situación y los acontecimientos de ayer, me estiré y revitalicé mi cuerpo. 
Poco después, una cara familiar llegó a mi habitación. Era Marina, que se presentaba en su primer día como mi doncella personal.

-Su ... Su alteza-. Balbuceó. -¿Se ha despertado?.

-Sí, Marina-. La saludé cálidamente. -¿Tú también dormiste bien?.

-S… Sí.

La voz de Marina tembló levemente cuando respondió. Tenía un pequeño tartamudeo, pero podía sentir que era una buena niña. ¿Se aprovechaban de ella a menudo debido a su tierno corazón?.

'Hmm, eso no es bueno. Debería cambiarlo'.

Le sonreí suavemente a Marina y me dispuse a prepararme para comenzar mi día.

-Marina, ¿Podrías decirme cuál es mi agenda para hoy?.

-Oh, es …-. Marina continuó tartamudeando mientras explicaba lo que estaba en mi agenda.

Por lo general, la señora de la casa no tenía un horario muy fijo, por lo que en su mayor parte eran libres de hacer lo que quisieran. En términos más directos, no tenían nada que hacer. Pensé que eso también se aplicaría a mí.

A pesar de que se suponía oficialmente que la señora de la casa estaba a cargo de todos los asuntos relacionados con el mantenimiento de la casa, si tenía un mayordomo competente, simplemente podría delegar esas responsabilidades a él y no tener que preocuparse por nada. 
En mi caso, sabía que Jean era muy capaz en su trabajo, así que no estaba muy preocupada.

A veces, había casos en los que la señora necesitaba lecciones para familiarizarse con los conceptos básicos de las tareas domésticas o alguna otra habilidad, pero por lo general no estaban obligados a hacerlo a menos que su esposo insistiera en que aprendieran algo. 

Mientras escuchaba a Marina transmitirme la agenda de hoy, mis ojos se abrieron con asombro.

-¿No está demasiado llena mi agenda?.

Marina había mencionado muchas clases a las que tenía que asistir hoy: Arreglos florales, bordado y cursos introductorios en contabilidad, política, economía y sociología. Desde las 09:00 hasta las 15:00, mi horario estaba lleno hasta el tope de lecciones. La joven criada comenzó a sudar profusamente ante el juicio en mi tono.

-El ... El archiduque sugirió esto. Dijo que no habría ningún problema en organizar el horario de la señora de esta manera.

En ese momento, pude imaginar la voz de Kyle en mi mente.

"Te mantendré ocupada, así que no me molestes".

Vaya, es realmente increíble, pensé con sarcasmo. 
Realmente hizo que mi agenda fuera lo más densa posible para asegurarse de que no tuviera tiempo para molestarlo.

-Pero el mayordomo dijo que sí no puede manejar esto no dudará en decírselo-. Agregó Marina.

Por inercia fruncí el ceño ante su sugerencia y levanté la mano para indicar que no había necesidad de aceptar la oferta de Jean.

-No, está bien-. Le dije. -No es demasiado. Puedo manejarlo, así que no tienes que preocuparte por mí.

No puedo perder contra él. Estas son mis obligaciones como la señora de la casa. Además, no quería escuchar los comentarios burlones de Kyle si me quejaba. Casi podía imaginarlo parado a mi lado y diciendo: "¿No puedes hacerlo?".

Me negué a escuchar esas palabras de su boca. Me volví hacia Marina mientras mantenía mis expresiones faciales lo más firmes posible para que no siguiera temiéndome.

-¿Tengo algo programado para la tarde?.

-A las 16:00, se supone que debe dar un paseo con el Archiduque.

-¿Eh?-. Arqueé una ceja con sorpresa. -¿También fue el Archiduque quien sugirió eso?.

-No ... Esta actividad es una que puso el mayordomo.

Jean debió haber usado su arma secreta nuevamente para hacer que Kyle aceptara esto. En medio de nuestra discusión, algunas otras criadas entraron en la habitación e inclinaron la cabeza.

-¿Durmió bien, alteza? Hemos terminado de preparar el baño.

Luego me guiaron al baño mientras Marina seguía silenciosamente detrás de mí. 
Mientras me sumergía suavemente en la bañera de hidromasaje llena de pétalos, la fatiga abandonó gradualmente mi cuerpo. 
Mientras tanto, las criadas se dedicaron a atenderme.

-Su alteza, este aceite es la fragancia más popular en estos días. ¿Le gusta?.

-Su alteza, su piel es realmente blanca, como el marfil!.

-Oh Dios mío, su cabello también es tan suave.

Marina se quedó sola en el fondo, limpiando el baño mientras observaba a las criadas que estaban ocupadas halagándome. Parecía una marginada. 
Le hice un gesto para que se acercara a mí.

-Marina, tengo sed. ¿Puedes traerme algo para beber?.

Todas las criadas se centraron en Marina. 
Ella miró a su alrededor impotente con el rostro pálido, sintiéndose presionada por la atención repentina.

-¡Ah, sí, alteza!.

Marina rápidamente recuperó el sentido y se apresuró a buscar mi bebida.

Tomé un sorbo de la bebida que me dio. 
Era té helado de romero.

-Es refrescante. Me gusta. Gracias, Marina.

-No ... No hay problema, Su alteza.

La cara de Marina se ruborizó cuando le di las gracias.

El Duque Tirano Y La Pequeña Dama ReencarnadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora