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Las maestras mantenían alejados a los pequeños de las puertas de la guardería. Algunos padres alzaban la mano para calmar a sus niños y otros extendían los brazos para esperarlos.

Aquél maestro de bandana azul ocultaba sus manos en su bata blanca supervisando las aulas, hasta que llegó a a su propio salón- ¿Mikey?- el pequeño levantó la mirada con un par de lágrimas en los ojos- ¿Qué haces aquí?-

- No hice regalo para mami- mostró su cestita vacía lo que le hizo soltar en llanto- Mami... triste-

- Hey, claro que no- se arrodilló para estar a la misma altura del pequeño quién estaba sentado en su banquito- mira, está cesta que hiciste es para poner flores-

- ¿Mi cesta?- limpiaba sus lágrimas con sus manitas-

- Claro que sí, imagina unas hermosas rosas aquí, ¿No sé vería bonito?-

- Si...-

- Ven te llevo con tu mamá-
Mikey tomó su mochila y tomó la mano de su maestro para ser guiado por el pasillo llenó de decoraciones del abecedario y números en la pared. Sujetaba fuertemente las tiras pues su mamá le dijo que tenía que cuidar mucho de su maletín-

- No lo sé Abril, no lo veo por ningún lado- habló con preocupación- cuando lo descuido un segundo se va a ver postres en las vitrinas-

- Tranquilo Dee, puede que sea travieso pero no es un niño malcriado. Sabe que no tiene que salir de la guardería...- sonrió al volver la mirada a la guardería- mira-

Mikey levantaba su manita para que  Donnie lo pueda ver. Caminó hacia su niño, quería tenerlo entre sus brazos, siempre extraña a su angelito cada vez que lo deja en la guardería.
Detuvo su paso al ver que su pequeño le mostraba su cestita vacía

 Detuvo su paso al ver que su pequeño le mostraba su cestita vacía

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- ¿Y eso mi amor?-

- Regalo para mamá...- dijo con timidez-

- ¿Me hiciste una cesta?- tomó el regalo para poder apreciarlo mejor-

- Para poner fores- dijo corriendo hacia el jardín para arrancar unas flores pequeñitas que estaban ahí. Volvió hacía dónde estaban su mamá, Leo y la tía Abril para poner las pequeñas flores en la cesta- fores...-

- Son unas hermosas flores cariño, dejemos a mamá hablar con el profesor, ¿Quieres comer pudin?-

- ¡Sí!- había una pastelería cerca así que Abril podía adelantarse con Mikey mientras el hablaba con su maestro. Leo se ganó la confianza de Donatello, en el inicio de clases hubo muchos comentarios acerca de el y su hijo que eran fuera de lugar y fue el quien calló a los padres por su manera tan inmadura para dirigirse a una persona, a pesar de que los omegas son vistos como inferiores para el siempre serán personas-

- No pudo terminar su regalo-

- Y le dijiste que era una cesta para flores-

- Es un niño talentoso solo le faltó tiempo-

- Dime que no lloró-

- También es muy sensible- su expresión cambió, sabía que Leo no quería preocuparlo pero siempre tenía que pasar algo para que no quiera ocultarlo-

- Gracias-

- No tienes que agradecerme-

- Me siento tranquilo de que seas tú-

- ¿Enserio?- se acercó un poco causando nervios en el Omega- gracias por confiar en mí- sonrió-

- S-Si, algún día te comparé algo como agradecimiento-

- No necesito nada, solo una cesta para flores- ambos se lanzaron una sonrisa para después alejarse cada uno por su lado. No lo negaría, Leo era un alfa muy apuesto pero...-

Corrió hacía la pastelería, olvidó decirle a Abril que Mikey no podía comer mucho dulce y conocía a su hijo, sus ojitos de cachorritos convencían a cualquiera.
Ni bien entró vió a su mejor amiga con cuatro postres en la mesa.

- lo sabía- pensó- Abril te dije que no le permitas controlarte-

- Es que es tan lindo- lo dijo con un tono de voz aguda mientras apretaba sus mejillas-

- Abril, lo estás consintiendo mucho-

- Para eso estoy soltera, voy a consentir mucho a Mikey precioso-

- Por cierto, ¿Dónde está?-

- Mirando las vitrinas de postres-

Se dirigió a la vitrina encontrando a un pequeño Mikey mirando atentamente los postres, como si se fueran caracoles en una carrera

Donnie cargó a su bebé haciendo que este dé pataditas- Mikey no podemos pedir más postres, te dije muchas veces que no postres de más-

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Donnie cargó a su bebé haciendo que este dé pataditas- Mikey no podemos pedir más postres, te dije muchas veces que no postres de más-

- Mami molesto-

- No estoy molesto, nunca me enojaría contigo mi angelito- ambos chocaron frentes y volvieron a su asiento para disfrutar de su postre-

Los dos caminaban detrás del pequeño Mikey mientras el saltaba para no pisar las rayitas sujetando sus tiras de la mochila.

- Entonces...¿Te pidió salir?-

- ¿Qué? ¿Quién?- Abril sonreía con ironía- ¿Leo? No, el solo me contó que Mikey se puso mal por no terminar su regalo solo eso-

- Donnie, te gusta ese hombre y tú le gustas no entiendo porque no te das una oportunidad en el amor-

- Ya te lo dije Abril, quiero preocuparme únicamente en Mikey-

- Y nadie dice que no lo hagas, todo hijo es importante pero me tienes a mi para cuidarlo-

- No quiero ser una molestia-

- Ni tú, ni Mikey lo son. Me gustaría que olvides a ese monstruo que te lastimó-

- Eso se quedó en el pasado, no lo volveré a ver, tiene su propia familia y yo tengo a Mikey -


•Mi Luz•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora