Usagi caminaba con torpeza, se estaba tropezando y muchos trabajadores notaron su actuar, aún más, porque no llevaba aquel traje del que ya estaban acostumbrados a ver. Pasó su tarjeta pero no accedía, lo último que Usagi tenía era paciencia, desde que era un niño era impaciente aún recuerda como empujaba a Leo para que vayan a clase y aún tenían tiempo para llegar.
Pasó la tarjeta nuevamente y volvía a salir error- estúpida tarjeta-
- Tranquilo amigo- alguien más pasó su tarjeta teniendo como respuesta la luz verde de acceso. Usagi dirigió su mirada al dueño de la tarjeta cosa que casi lo hace caer- Como estás, soy Kale Doria- un can con ojos adormilados que mostraban aquellas pupilas doradas que lo hacían soñar, cabello amarrado en un moño y ropa que no decepciona por la vialidad que tiene-
- ¡Doria!- exclamó en sus pensamientos mientras agarraba su pecho y bajaba sus orejitas-
- ¿Te encuentras bien? Parece que tu tarjeta necesita un cambio-
- Yo... buenos días...Yuichi~- decía boquiabierto-
- Ah, eres Yuichi- extiende su mano- encantado-
El Omega reaccionó para darle la mano sonriendo con una gran emoción - ¡Soy tu fan!-
- Que halago- sonríe-
- ¡Eres realmente increíble! Amo tus películas, ¡Oh! Mi favorita es "Espía"-
- Es una de mis favoritas también, tuve que pasar por mucho para poder terminar la grabación-
- ¡Todas las peleas fueron asombrosas!- juntaba sus puños en sus mejillas- ¡Y tú te vías tan apuesto!-
- ¿Apuesto?- Yuichi sintió escalofríos hasta las orejas lo que causó que se quede estático- Apuesto-
Kale volteó encontrándose con un Adam sonriente quien estrechaba su mano- ¡Te conozco! Eres parte del guión gráfico-
- Oh, el gran Kale Doria me recuerda- sonriendole a Usagi quien prefirió dar la vuelta y mirar hacia otro lado-
Leo estaba en su casa mirando una vez más los vídeos de sus niños. Miraba el festival de bailes, recordaba esos momentos como si fuera ayer incluso podía sentir las manitas de los pequeños cuando los guiaba en la coreografía. Se esbozó una ligera sonrisa en sus labios.
¿Esos días terminaron enserio? ¿No podía volver a verlos? Esas preguntas empezaron a rondar por su cabeza, quería volver. El sabía que no estudió para ser un maestro de guardería, sabía que todo lo que su madre decía era cierto pero pensó en recuperar su infancia si se lo daba a esos niños. Cambió el vídeo mostrando una foto que tomó y ahí estaba Mikey mientras sonreía con el. La manita de Mikey parecía que pedía chocar los cinco. El azul sonrió y tocó la pantalla de forma inconsciente.
No, no era lo que quería y ya lo aceptó, y si necesitaba hacer feliz a alguien era a Mikey. Una llamada lo hizo reaccionar- Si, ya estoy saliendo...te dije que no cambiaría de opinión- cerró su máquina y la guardo en su mochila- está bien- observó su casa una última vez y salió del departamento-
- Buenos días señor-
- ¿Por qué no puedo ir en mi auto?
- Solo recibo órdenes señor- dijo aquel águila mientras abría la puerta del vehículo-
El alfa suspiró agotado y entró sin decir más.
Usagi caminaba con nerviosismo y temor jugando con sus manos mientras se aseguraba de no pisar la franja de los cuadros del suelo- ¿Nervioso?-
- Hablaré con tu mamá justo ahora, la mujer que se aseguró de separarnos y me amenazó para no volver acercarme a ti-
- De acuerdo- tomó sus mejillas para besar su nariz- yo estaré aquí, ella ya no tiene potestad en mi, no interferirá-
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•Mi Luz•
De TodoDonnie fue abandonado por su alfa en el parto. Su marca se esfumó y su vida cambiará rotundamente de la oscuridad hacía la luz.