•Mi Luz•

•5•

Las personas caminaban de manera constante y rápida, había mucho trabajo sobre todo cuando se trataba de artistas. Leo caminaba sin quitar la mirada fija de aquella puerta teniendo la mirada encima de todos los de administración y famosos.

- ¡Tú, vieja bruja!- era perseguido por tres guardias de seguridad evitando que entrara-

- Oh, mi hijo está aquí- la mujer de elegancia cerraba su folder, dejó su pluma encima de su escritorio para después ponerse de pie-

- Como pudiste-

- Señores por favor, es el futuro líder de nuestra empresa- los guardias obedecieron y se retiraron-

- Te dije que no me metas en tus temas-

- Cariño trata de calmarte, admite que sales increíblemente apuesto en esta foto- mostrando la revista que fue lanzada al suelo por quién era halagado- humm, sigues siendo como un niño-

- Deja de meterte ¡En mi vida!- alzando un poco más la voz-

- Creo que tengo que recordarte que ella es tu madre-

- ¡Oh! Que lindo, ¿Una reunión familiar? - fingió una sonrisa para en cuestión de segundos cambiar su expresión a una llena de desinterés- me largo-

- Quién es ese Omega- al ver cómo el alfa se detuvo la mujer le sonrió a su marido- tu seguridad te volvió a ver con ese niño y el mismo chico hoy-

- ¿Me están espiando?-

- Desde hace años hijo- agregó el hombre- tenemos la información corroborada de que esos dos llegaron este año a la guardería-

- No es asunto suyo-

- Leonardo, miras a ese Omega como si te estuvieras derritiendo, ¡¿Cómo es posible que te veas a escondidas con alguien que ya tiene un hijo?!-

- No puedo creer que pienses que soy capaz de meterme en una relación- dijo con molestia- no saben nada de el, sus agentes hacen un pésimo trabajo-

- Fuiste capaz de dejar la empresa de tu padre por ser un tutor de guardería, puedo esperar cualquier cosa de tí- se sentó- si fuera el caso en que su alfa lo dejó...no me digas que...-

- Reitero, no es asunto suyo, solo vine para pedir que quiten mi fotografía-

- Imposible, ya vendimos millones de copias- volvió a meterse el hombre-

- Ni siquiera siendo independiente pueden respetar mis decisiones- bufó- bien, diviértanse con sus millones y millones de dólares con esa foto que no significa nada- abrió la puerta de vidrio, y seguido ocultó sus manos en sus bolsillos mientras se alejaba de ambos alfas. Era el colmo, esos dos jamás iban a dejarlo en paz- Oye tú-

- Señor- decía aquel uniformado que se encontraba firme en la puerta con unas gafas oscuras-

- Si vuelves a seguirme cambiaré tus croquetas de can y te daré excremento-

- S-Si Señor- respondió con nerviosismo-

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- ¿Cómo sabías que era el?- preguntó Usagi mientras manejaba-

- Ese idiota me cuidaba y seguía en secundaria, me di cuenta por el logo de su saco. Cuando salía de la escuela hacía lo imposible para perderlo-

- ¿Por eso siempre querías correr por el parque?-

- Si- comenzó a reír. Usagi podía notar el cambio de expresión de su amigo, ahora estaba serio y callado, mirando con neutralidad la ventana- saben sobre Donatello...-