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- ¡Lo siento! - llegó Leo ante la mirada de Donnie, el doctor Derek y Abril, sus guardaespaldas se pusieron firmes ni bien Leo se detuvo tratando de recuperar el aliento- ahhh~ no había pensado en el tráfico que había-

La mirada de ambos tortolitos se cruzó, al mismo tiempo ambos la apartaron con toda la vergüenza del mundo ( pueden imaginar a esos dos de forma chibi).

- Creo que llegaste justo a tiempo- le dijo el doctor dándole unas palmaditas en su hombro-

- ¿Cómo está?-

- Pueden entrar a verlo-

Leo asintió y como si fuera un niño corrió hacia la puerta para entrar con toda la alegría del mundo. Donnie estaba agradecido, no podría explicar el como su corazón latía por ese alfa, ver cómo es tan atento con su pequeño le daba tantas ganas de correr a sus brazos.

Mikey extendió sus brazos hacia papi Leo. Tomándolo con cuidado lo hacía volar para luego atraparlo.

- Parece que él está más emocionado que la propia madre- sonrió Abril-

- También lo pensé-

Mikey reía en cada lanzada, podía pagar la cantidad que sea necesaria para mantener esa preciosa sonrisa, para poder protegerlo del mundo cruel y duro. Ese pequeño le daba esperanza y nadie se lo iba a arrebatar.

- ¡Mami!- extendía su manita para llegar con Donnie quien se mantenía sonriente en la puerta. Leo se acercaba con el pequeño en brazos para llegar a el, el abrazo ahora era de tres. No podía haber imagen más tierna en todo el bendito hospital, las enfermeras suspiraban de amor y Derek estaba muy orgulloso, realmente sentía tanta dicha de ver a Leonardo de esa forma-

- Mi bebé precioso- sabía que estaba apunto de llorar, no quería hacerlo, no al tener a Mikey bien-

- Mami, ya no quero que me piquen- tocaba el dorsal de su mano mostrando los algodones con cinta, lugar donde le pusieron la intravenosa-

- Ya no van a ponerte nada mi amor, ahora vamos a casa- dijo Leo dándole un beso en la frente-

- Así es Mikey, papá y mamá te llevarán a comer algo rico- agregó el doctor. Ambos se miraron nuevamente pensando en si el otro se sentía incómodo, y con solo la expresión entendieron que les encantó el comentario-

- Muchas gracias...otra vez-

- Sigue así hijo- Leo asintió sin soltar a Mikey-

Donnie y la morena se despidieron siguiendo al alfa. Los hombres los siguieron con Donnie y Abril pasaron al frente, eran algo intimidantes pero podían jurar que varios de ellos sonrieron al ver la escena adorable de Leo y Mikey.

Las puertas del auto se abrieron y fueron llevados a casa del morado.

Yuichi estaba comiendo frituras, de la nada tuvo antojos de bolitas de queso y helado. Miraba una novela coreana que lo hacía llorar cada cinco minutos, no eran tan fanático de lo asiático a diferencia de su padre pero, no le disgustaba ver algo referente. Se estaba enamorando del actor, y después de siete episodios terminó muriendo- ¡POR QUÉ MATAN TODO LO QUE AMO!- reclamaba mientras enbocaba una gran cucharada de chispas de chocolate-

- ¿Yuichi?- el conejito blanco chupó sus dedos, apagó la televisión y pasó por encima del sofá para llegar a la sala-

- ¡Hola!- le dió un beso fugaz para ir a la cocina- ¿Cómo te fue hoy?-

- Bien, Leo me dijo que hoy le dan de alta al pequeño-

- Awww, lo llamaré después para saber cómo está todo-

•Mi Luz•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora