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Leo se servía su café con flojera, era su día libre y quería divertirse pero no sabía cómo o que hacer. Era normal porque toda su atención estaba puesta solo en su trabajo y no pensaba en sus días libres.

Su teléfono sonó y contesto al instante- ¿Qué pasa Usagi?-

- Como está mi querido guardian de niños-

- Que gracioso- apretó el teléfono con su hombro y mejilla permitiendo que pueda usar sus manos para terminar de preparar el café-

- No digas que hoy no estás libre, conozco tu horario-

- Entonces no pienso negarme- dió un sorbo ahora sosteniendo el teléfono con su mano izquierda- a dónde quieres ir-

- Vamos a comer, yo invito-

- Claro- dejó su taza en aquel platito delgado de cerámica-

- Genial, te pasaré la dirección y nos encontramos ahí-

- Está bien, bye- cortó la llamada con seriedad. Usagi era su amigo, no...su hermano, la mejor persona que pudo llegar a su vida. Apareció como un ángel aquel día en que Leo casi muere.

Un auto iba a atropellar al pequeño de bandana azul que fue a recoger su balón en medio de la pista hasta que un niño corrió hacía el empujándolo y al instante lanzarse a el causando raspones en las piernas de Leo y en codos de Usagi. Pequeño Leo culpó a Usagi de haberse lastimado, repito,eran niños pero el orgullo de Usagi era más grande que el, por ello ninguno dió disculpas. Desde ese momento ambos fueron unidos como si el destino hubiera querido eso, a pesar de ser la primera vez que se veían, pasar de completos extraños a hermanos de otra madre. El prometió ser capaz de todo por su mejor amigo...

- No- dijo con molestia-

...bueno, casi todo.

- Vamos Leo no seas así-

- Mi padre te envió, ¿Verdad?-

- No- mostró ofensa pero Leo no le creía en lo absoluto lo que hizo que se rindiera- si lo hizo- el de azul rodó los ojos- Leo, solo escúchalo esta vez, la corporación está teniendo increíbles ingresos-

- Bien por ustedes- cruzó su pierna mientras hacía lo mismo con sus brazos viéndose elegante de esa forma-

- Ganarías más que el sueldo de esa guardería-

- ¿Esa guardería? ...¡¿Tú también?!- expresó- Que, ¿Tienes un acuerdo con mi padre? ¿qué te prometió?

- No, no. Yo solo...-

- Usagi, eres el último de quién quiero escuchar eso, creí que me apoyabas en esto-

- Y lo hago, pero también...sé que tienes talento para la televisión-

- No gracias, lo dejé muy claro, no quiero trabajar en algo que no quiero, además...- Donnie apareció en su cabeza de repente, era cierto que ese Omega llamó su atención desde ese primer día en que lo vió gracias a la directora Kate-

- Además que- trataba de hacerlo volver de su trance- que ocurre, te quedaste mudo-

- Olvídalo- tomó un sorbo de su bebida- las cosas están bien como están. Quiero seguir cuidando niños-

- ¿No quieres un trabajo más estable?-

- No, no lo quiero-

La mujer que los estaba atendiendo llegó para colocar los platos en la elegante mesa, pudo sentir lo abrumado que estaba el de azul que evitaba contacto visual- ¿Algo les está molestando de nuestro servicio?-

•Mi Luz•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora