LA ADOPTADA

Capítulo 6°

Tres horas en este lugar de mierda. Aburrida es lo único que puedo decir, ver a los estudiantes restregándose con el alcohol inundando su sistema, haciendo cosas asquerosas es muy desagradable.

Me encuentro sentada en una parte que por lo menos está más despejada de personas…

- no lo pienses tanto y lánzate -me sobresalto al escuchar esa voz tan cerca de mi espalda.

- No sabía que ya me amaras tan pronto… -digo con sarcasmo mientras me levanto y giro. Grave error, quedamos muy cerca el uno del otro.

Es inevitable no perderme en el mar azul de sus ojos los cuales se encuentran más oscuros como la noche.

- No exactamente… -él es quien toma distancia.

- Eso pensé… -le sigo el juego

- Y yo pensé que eras del tipo que le gusta la vida loca

- ¿Qué te hace pensar eso? -me mira de arriba a bajo

- Eso -señala mi ropa o eso creo

- Es una simple ropa, que para tu información no me hace ser una zorra -se acerca un paso violando mi espacio personal

- No me refiero justamente a la ropa. Tu eres la que trae la tentación -agradezco que estamos en un lugar de luz escaza porque mi rostro arde a temperatura máxima. – ja…jaja eres muy ingenua al encontrarle doble sentido a mi palabra -el hijo de puta se ríe de una forma que me parece malditamente sexi – te lo diré de este modo y grábatelo en tu cerebro lleno de tinta azul -avanza otro paso a lo que yo retrocedo causando que casi caiga al barranco a mi espalda.

Lo cual no ocurrió gracias a sus reflejos, me toma de la cintura pegándome a su duro y fornido pecho, inconscientemente me agarro de sus brazos.

Esta situación es muy incómoda más por la sensación extraña que siento en todo mi cuerpo, y siento el suyo tensarse, el parece notarlo. Sus ojos fijos en los míos me erizan la piel y hacen que me ponga nerviosa.

- Eres hermosa… -susurra en voz baja, siento su aliento chocar con el mío. – pero no eres mi tipo -rompe la pequeña burbuja en la que estábamos  y me suelta, por fin puedo respirar con tranquilidad.

- ¿Y cómo cuales son tu tipo?... hasta ahora solo he visto que te ligas con los de tu mismo género… -al parecer lo sorprendió mi comentario, pero como el Idiota que es se echa a reír.

- No sabes lo que dices -iba a continuar hablando, pero su móvil nos interrumpe. Al parecer no es alguien de su agrado – debemos irnos -demanda.

- ¿Debemos? No hables en plural -me cruzo de brazos

- Si… Nos vamos, por si lo olvidas yo pongo las reglas -se cruza de brazos y me mira desafiante

- Y yo estoy para romperlas… -mi estatura 1.60 es un asco comparado con su enorme figura, pero eso no es suficiente para intimidarme, en el instituto aprendí a lidiar con los idiotas y los gorilas del partido de fútbol.

- Ana… ¿ocurre algo? -escucho la voz de Mati y miro detrás del idiota frente mío.

- Para nada -camino en dirección a Mati ignorando su preferencia

- Bueno... -intercala miradas entre nosotros — ¿vamos?

- Si -tomo su brazo para dirigirnos al auto.