LA ADOPTADA

Capítulo 10°

- Hola... mi nombre es Gabriel -el chico le extendió al mano con una radiante sonrisa de dientes blancos

- Soy Anabel, pero todos me dicen Ana -se estrecharon la mano y una corriente eléctrica la recorrió de cuerpo entero.

Era la primera vez que se sentía así.

- Soy nuevo y no conozco a nadie así que me preguntaba si tu podrías ser mi guía chica linda.

Las mejillas de Anabel se pusieron como tomates. ¡¡Se avía sonrojado!!

- Claro, pero no me llames así...

- ¿Así como chica Linda? -ella asintió un poco tímida ¿desde cuándo la rebelde Anabel era tímida? - Bueno tendrás que disculparme pero es que no puedo evitarlo lindura...

Ella soltó una risita nerviosa.

Desde entonces las cosas fueron pasando con el tiempo. La amistad se tornó más que eso y el deseo que se tenían aumentaba a cada segundo que pasaban juntos.

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- ¡¡YA BASTA!!... -las lágrimas rodaban por su rostro, se sentía la garganta seca y el corazón hecho trizas por algo que ella llamaba amor.

Como pudo ser capaz de cometer tal atrocidad solo por un miserable beso robado. Ella ya estaba harta de sus malditos celos absurdos, ambos se permitieron esas cosas se lo merecía por estúpida al aceptar que su relación se convirtiera en algo toxico.

- NO... TU ME PERTENECES Y PASÉ LO QUE PASÉ SIEMPRE SERAS MIA ¿ENTENDISTE?

- PRIMERO MUERTA ANTES QUE VOLVER A ESTAR CONTIGO -esas palabras le dolieron más a ella porque sabia de lo que sería capaz de hacer por retenerla y no estaba dispuesta a seguir con alguien que solo la lastimaba.

Pero él no pensaba así.

Ella le pertenecía desde el principio y así seguiría siendo, aunque eso implique lo peor.