Capitulo 7°

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Lunes, la palabra lunes para mi persona es el día más horroroso del mundo, ¿Por qué? Simple: es mi primer día de clase en la universidad, levantarme temprano todos los días a la misma hora es una pesadilla.

Pueda que parezca una persona extraña, pero prefiero dormir toda la mañana, no soy muy atleta, pero me gusta ir al gym soy buena en el boxeo, otra cosa que amo son los autos mi Jovi  favorito es conducir y cabe destacar que lo hago muy bien.

Mi altura es de 1.60, piel tostada, ojos chocolate, cuerpo no tan esbelto, pero si tengo mis curvas, mi rostro sin ninguna imperfección lo cual agradezco, pero lo que más llama la atención es mi cabello negro y azul y es algo que me encanta como luce con el sol…

- Buenos días… – entra sin llamar a la puerta como siempre.

- Hola… -se sienta a mi lado en la cama y me saluda con un tierno beso.

- vé a ducharte que sé nos hará tarde –me regaña él.

Pongo los ojos en blanco

- Sí ya voy –me levanto y me encamino al baño - salgo en cinco minutos.

- De acuerdo -se recuesta en el espaldar con los brazos detrás de la cabeza.

- ¿Te piensas quedar ahí?  -asiente con la cabeza. No le prestó atención y entro al baño.

                                     **********

- ¡Ya estoy lista!  -bajo las escaleras y en efecto todos ya están cambiados, Dylan y sus secuaces tienen un uniforme de traje negro con rojo sangre lo cual los hacen ver muy elegantes.

- Después de clase iremos a un lugar -puntualiza este antes de salir y dirigirse a su auto el cual es fenomenal, como su dueño.

- ¿Buscaste tu horario?

- Si -Mati estaciona en un lugar que esta vacío en los aparcamientos

- ¿Y no se te ocurrió avisarme? -es indignante lo que hacen estos chicos

- Lo siento preciosa, pero tú no te moviste ni un segundo de ese banco

- Se supone que para eso los tengo a ustedes ¿no? -rueda los ojos y sale del auto, lo rodea y me abre la puerta

- No nos trates como tus sirvientes, ¿de acuerdo? -camina en dirección donde nos esperan los chicos, entran y yo me quedo observando el lugar detenidamente.

Es un lugar enorme, prestigioso, dónde se nota a leguas la cantidad de alumnos hijos de papi invierten en ella.

Salgo de mi trance y me doy cuenta que todos se fueron y me dejaron atrás.

bien por tí Ana muy bien. Me recrimina mi consiente.

- Ah… hola ¿me puedes ayudar con una información? -le pregunto al pelinegro, que se encuentra muy distraído recostado de una pared fumando. Me mira de arriba abajo y sigue en lo suyo ignorándome olímpicamente. 

- No soy un guía, ni trabajo de turismo… -me sorprendo por su respuesta. ¿Pero qué grosero?

- Lo que si eres es un Idiota de primera clase -paso por su lado, pero me hala del brazo, chocando de golpe contra su pecho.

- Conque Idiota, ¿no?... -me mira de una forma muy extraña lo cual me pone nerviosa – que pasa ya perdiste la valentía – intento zafarme de su agarre, pero me sujeta más fuerte

- Yo no te tengo miedo I-D-I-O-T-A -replico con coraje – ahora suéltame

- No me da la gana…

-te dijo que la soltaras -por primera vez me alegra escuchar su voz. El idiota de ojos oscuros me suelta brutamente.

Los dos se miran por unos segundos que me parecen eternos.

- ¿A caso se conocen? – ambos me miran.

- No Si - contestan al unísono

¿Sí o no? Ya no entiendo nada.

- Por desgracia estudiamos en la misma facultad -eso ya es obvio

- ¿Y ella es tu nueva zorrita? -ok ya se pasó de la ralla

- ¡Tú quien te crees que eres para llamarme así! -intento acercármele, pero una mano me lo impide.

- Ella no es nadie -fantástico ahora todos se empeñan en ofenderme

- ¡Oye eso dolió! -me defiendo

- Vamos -me toma del brazo y a rastra hacia unas escaleras
– ten - me extiende algo

- ¿Qué es esto? -un papel blanco

- Es tu horario, lo necesitaras -dice mientras subimos las escaleras

- Bueno en realidad le estaba pidiendo ayuda al pelinegro pero este es más animal que tú y enserio pensé que eso no sería posible -se detiene en seco y me mira con furia

- Escúchame con atención porque no me gusta repetir las cosas dos veces -me toma de la barbilla haciendo un poco de presión – no vuelvas a compararme en tu patética y miserable existencia con ese bastardo infeliz me entiendes -asiento repetidas veces en serio que este chico me intimida.

*******

Primer día de clases y todo es un completo aburrimiento más clases que en el instituto. Juro que me volveré loca si no pongo un poco de mi parte.

- Todos hablan de ti en el salón -no es raro que hablen de mi en donde quiera que voy, siempre logro llamar la atención sin poder evitarlo.

- Según tu ¿Qué se dice? – introduzco un trozo de manzana en mi boca con todo el amor y la saboreo a ojos serrado.

- Que eres rara, que vistes como una callejera -le hago un adema con el cubierto para que siga, no es algo que yo no sepa todos comentan muchos chimes de mí y ya estoy acostumbrada -escuche muchos rumores desde el día de la fiesta, entre ellos que parecs metálica y no se me puede ir el más importante de todos  -hace una pausa, se endereza en su silla mientras yo tomo de mi malteada de café sin azúcar como me gusta -que eres la nueva puta de Dylan -escupo todo de la boca y juro que si no fuera porque me estoy ahogando en estos momentos sentiría toda la vergüenza del mundo al escupir en el comedor de la cafetería.

Mati trata de darme auxilio, los demás en la mesa me miran preocupados mientras el hijo de puta de Alex se ríe, al provocarme semejante espectáculo.

LA ADOPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora