capítulo 4

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El lago

El se queda mirándome fijamente, su mirada es penetrante tenebrosa

- Sip, yo ya me voy - le repito

El toma mi mano.

-Acompañame - me sujeta más fuerte

- No, ¿ que te pasa? - intento soltarme

El me jala y me arrastra

- ¿ Que haces ?, ¿A dónde vamos? - le digo en un grito ahogado

- Se que no te vas a arrepentir - se detiene y me mira - lo prometo

-¿ Y si intentas secuestrarme ? - hago puchero.

- Ya lo fuera echo - admite

- Está bien - le digo

Caminamos en dirección del puente y no puedo evitar estar intranquila cuando llegamos a la casita del puente el abre la puerta y me indica que pase yo entro y no puedo evitar quedar asombrada por la maravillosa vista.
El abre la ventana y sale, se sienta en la orilla y saca un cigarro y un encendedor de su bolsillo.

- ¿ Tu crees en el amor ? - pregunta mientras suelta un bocado de humo.

- Si , bueno no - balbuceo
- La respuesta correcta que tenías que dar es: creí en el amor pero me di cuenta que no era ese sentimiento.
- Tienes razón - no le peleo
- Si, bueno yo no sé qué es eso -vota el humo está vez por

<< Ay no puede ser >>

- Pues no tengo mucha experiencia en eso
- Creo que mi tengo que dejar de ser controlador- lanza lo que queda del cigarrillo.

- Umm
- ¿ Yo te e visto antes cierto? - se mete y abre más la ventana
- No, no que yo recuerde.

El se queda mirando por la ventana como si recordará algo

- Yo juraría que si - chasquea los dedos.

- ¿ Quien sabes?

- luego lo averiguó

- ¿Tu has tenido novia? - Muerdo mi labio inferior, y siento como mis mejillas se sonrojan.

- Si, bueno si dos días cuenta, si

- Umm ya - trago saliva

- ¿Y tu? - el me pregunto

No digo nada y está vez soy yo quien abre la ventana, intento sentarme en el borde pero resbalo y caigo en el agua.
Me sumerjo y puedo sentir el agua helada, cuando salgo a la superficie veo que el se está saliendo para saltar.

Esta sin camisa y no puedo evitar ver su marcado abdomen, nado a la orilla para salir del agua.

- ¿Estas bien - extiende su mano para ayudarme a salir

Yo tomo su mano y cuando me jala no puedo mantener el equilibrio y también cayó en el agua.

- ¿Es- estas bi- en? - balbuceo por el agua en mi boca .

- Si, ¿ y tú? - se acerca a mi.

- Si, pero muero de frío - Digo mientras intento salir nuevamente.

El hace lo mismo y nos sujetamos de la baranda.

- Entra tu primero- oigo sus dientes castañear del frío

Yo entro a la por la ventana y detrás de mí el.

- Guao recuerda me no preguntarte otra vez si has tenido novio - dice mientras coge una toalla de una de las sillas y me la pasa.

¿A Donde Vamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora