¿A Donde Vamos?

Capítulo 20

De verdades.
A
Defender.

Adrián.

-Ja, ja ja que chistoso - digo con sarcasmo.

Adella y Augus se ríen tan fuerte que me da migraña.

-Es que... Jajaja... Y tú... Jajaja... Ay no, no -Adella se sienta en la cama se para se acuesta.

Me cruzo de brazos y me recuesto de la pared.

En realidad todo va a la perfección, sólo tengo que esperar a que este sola para poner en marcha mi plan.

-Okey ya basta de burla -los regaños

Adella acomoda su vestido y se peina.

-Buenooo.

Antes de que pueda hablar mi teléfono nos interrumpe.

Al mirar mi teléfono veo que es Christian.

-Hola -Contesto colocándolo en alta voz.

-Holisss papi -Adella se acerca a ver se que se trata de papá.

-Hey pa -Augus también se acerca.

-¿Que ha sucedido? -pregunta sin nisiquiera saludarnos.

Este es una de los memorables recuerdo de mi padre.

-Adrián todavía no ha echo nada -Contesta Adella.

Yo volteo lo ojos preparándome para el discurso.

-Adrian ¿acaso no sabes la urgencia del trabajo? -se que está hablando en retórica por lo que permanezco callado -, Hijo por una vez en tu vida puedes hacer algo bien, y no me vengas con tu victimismo de "yo nunca hago nada para ti".

-Eh corrección -lo interrumpe Augustus -El no ha echo nada mal porque no ha echo nada -me defiende.

-Augus CALLATE -Le grita.

-Ahh pero cuando necesitas alguien que te salve ahí si estamos nosotros de favoritos o bueno una siempre Ah sido la favorita -mira de reojo a Adella.

Ya no me molesto de lo acostumbrado que estoy, luego de esta conversación, se va hacer el víctima diciendo que lo perdonemos, que el trabajo lo tiene muy estresado y vuelve a los mismo.

-Hijos por favor, perdonen mi comportamiento es que estoy muy estresado -suelta un largo suspiro.

«Fue antes de lo previsto»

-Papa, Adrián comienza hoy, además Jeff ni sabrá que lo golpeó -responde Adella.

-Esta bien, mi niña -como siempre consintiendo a Adella -, Bueno muchachos lo dejo no dejen que se de cuenta, como hizo la otra.

Dice y cuelga.

-isti biin mi niñi- mofa Augus.

-Envidioso.

-Bueno ya, -los detengo -Me voy porque tengo cosas que hacer no vemos en la noche de velas.

Antes de salir en la puerta Adella me detiene.

-Ella no ¿si? -me suplica.

-No hay opción y lo sabes -Cierro la puerta.

Me dirijo a la habitación.

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Ana

-¿Como que no es cierto? -digo entre dientes.

-Ana mira, es que sentí que Esteban al contarte de su mamá tú le tendrías...

Siento como la rabia recorre mi cuerpo, no puedo creer lo que me está diciendo me mintió, le tuve lástima al tener que criar a su hermana desde muy pequeño; pero todo fue un engaño.