Casi 2 meses antes...
—Cariño ¿Estás lista? llevas horas ahí dentro.
—¡No seas exagerado, Edu! Todo porque tú solo tienes que pasarte un peine y ya, lo más probable es que ni siquiera te hayas bañado.
—Ya lo hice ayer ¿para qué más?
Romina salió de su habitación y le puso los ojos en blanco a su amigo. Era 31 de diciembre y ambos habían esperado esa fecha con emoción, ya que el novio de su amiga Laura haría una fiesta de fin de año que prometía ser una bomba, era en una casa enorme y con piscina, DJ, barra libre y comida, Eduardo amaba la comida.
—No quiero llegar cuando todos estén ebrios.
—No mientas, Eduardo, a ti lo que te preocupa es que arrasen con la mesa de bocaditos.
—Laura me prometió que habrían mini pizzas ¡Mini pizzas! Vámonos de una vez.
—Tenemos que pasar a casa de tus padres antes.
—Lo séééééé, no tienes que recordármelo.
La familia de Eduardo era muy tradicional, así que aunque ya no vivieran juntos, exigían siempre que sus hijos fueran a casa en todas las festividades, y el año nuevo no era una excepción. Un brindis a la medianoche con la familia y podían empezar bien el año.
Así qué hicieron 'chin chin' con las copas y luego se subieron a un taxi rumbo a las afueras de la ciudad. Hora y media más tarde estaban frente a la casa de David, el novio de Laura, al principio pensaron que se habían confundido de casa, pues en la otra calle había una fiesta que sonaba como la fiesta de sus sueños, y la que estaba detrás de la puerta se escuchaba como matinée de discoteca clandestina.—¡Hey, chicos! —Les gritó Laura desde el balcón del segundo piso.
Estaba con su novio y una botella de champán, al parecer habían hecho su fiesta privada.
—Entren, está abierto —Les dijo y les hizo una seña.
—¿Puerta sin seguro? ¿Qué se creen? ¿Qué están en Alemania? —Dijo Edu gesticulando en exceso.
—¿Por qué lo exageras todo? hay mucha gente adentro.
—¿Y son a prueba de balas?
—Pues si lo pones así, las puertas tampoco lo son.
Ambos entraron, Edu puso el seguro al cerrar la puerta, si Romina lo hubiera visto, le habría dado un dolor de cabeza por rodarle los ojos a su amigo por décima vez en la noche.
Ya había pasado más de una hora y la noche no estaba siendo lo que esperaban, la música era una mezcla extraña entre fiesta de una señora de 50 años y un quinceañero, la gente estaba dispersa en pequeños grupos y los pocos que bailaban solo eran parejas en un
acto de pre-apareamiento. Así que Romina decidió hacer algo al respecto. Se fue hacia la barra, pidió un Machu picchu, sorbió hasta la última gota, luego se acercó hasta donde estaba el DJ y apagó la música.—¡Hey! —Le reclamó el DJ.
—Hey, nada, calladito te ves más bonito, chiquito —Le dijo y luego caminó hasta el centro del
salón. —Atención, atención, hemos llegado a una parte importante en esta fiesta de año nuevo...En ese momento Edu se acercó a Romina y le preguntó si estaba borracha.
—No, no... Bueno, tal vez un poco, pero sé lo que hago. —Le respondió.
Y entonces comenzó la verdadera fiesta. Romina tomó las riendas de la celebración, puso en los altavoces su playlist personal, organizó un concurso de baile, por pareja e individual, donde los ganadores le daban un castigo a los perdedores, pasaron cosas muy locas ahí, desde una chica terminándose una botella de vodka y sin acabar en coma etílico, hasta chicos descubriendo que tal vez no eran tan heterosexuales. Después Edu armó una hora loca para ponerlos en fila y lanzarlos uno a uno a la piscina, hizo que hasta el bartender se uniera, al final de la noche ya solo eran juegos de alcohol, pero eso no lo hizo menos divertido. Todos en aquella casa recordarían por mucho tiempo como recibieron el 2020.
Temprano por la mañana, Romina y Eduardo pidieron un taxi y huyeron de la escena del crimen, ambos llegaron a su departamento para tirarse de frente a su cama. Unas horas después, Edu despertó a Romina para decirle que tenían decenas de llamadas perdidas de Laura.
—¡Rominaaaaa! —Le gritó, porque ella se rehusaba a despertar.
—Ayyyy, cállate, Dios, qué dolor de cabeza.
—¿Resaca? jajaja, eso te pasa por no tomarte las pastillas que te di ¿sabes que la medicina también sirve para ayudar a los alcohólicos?
—Ya, no me vengas con tus sermones y dime qué quieres.
—Deberías contestarle a Lau, ha de estar furiosa por como dejamos la casa de su novio.
Romina sabía que habían hecho algo de desorden en la casa, pero, no era para tanto ¿O sí?
—¿Y por qué no le contestaste tú?
—Ah, no, la que comenzó todo fuiste tú.
—Y tú no te quedaste atrás.
—Estuviste genial, todo estuvo genial.
—Sí, ojalá hubiera tomado esas pastillas —Dijo mientras hundía su cara en la almohada.
—¡Ja! —Se burló su amigo y luego agregó en un tono más tranquilo — Romina, le he estado dando vueltas a una idea...
—Tú y tus ideas.
—Viste que tú odias tu trabajo y yo odio mi trabajo... podemos... hacer lo que hicimos anoche, pero profesionalmente.
—¿Qué? ¿Desmoronar casas ajenas y dejar a amigas furiosas?
—No, Romi, piénsalo. Convertimos una fiesta que era un completo fiasco en una sensación, ambos lo hicimos.
—Ah ¿Ahora sí fuiste parte?
—Estoy hablando en serio.
—Es difícil tomarte en serio con las decenas de ideas locas que tienes.
—Pero tengo una fuerte corazonada con esta idea loca.
—¿Tú crees que van a pagarnos por entrar a sus casas a embriagarnos?
En ese momento se quedaron paralizados al escuchar unas llaves girando en la cerradura, un momento después su amiga Laura entró en el departamento.
—¡Ah! ¡Ahí están! Están vivos ¿Por qué rayos no me contestan el teléfono?
—Ehhh... —balbucearon ambos al mismo tiempo.
—¿Están bien? ¿Tienen daño cerebral? Les traje comida y bebidas rehidratantes, ya me contaron todo lo que bebieron anoche.
—¿No estás molesta? —Preguntó Romina.
—No ¿por qué lo estaría?
—No lo sé, el desorden en la casa de David, la ropa interior en la piscina, y el baño...
Edu le hizo una seña a Romina para que se callara.
—Ah, David le paga a gente para que lidie con eso, ellos si deben estar odiándolos.
—¿Y todas esas llamadas? —Intervino Edu.
—Oh, tenía mucha curiosidad, varios amigos de David le pidieron el número de los "animadores de anoche", creyeron que los había contratado ¿Qué fue lo qué hicieron?
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¡Llama a Calú! (ONC 2021)
HumorRomina y Eduardo tienen un trabajo totalmente fuera de lo común, los contratan para ser el alma de las fiestas, ya sea para animarlas o arruinarlas. Pero un día llega hasta su bandeja de entrada un pedido muy especial: Detener una boda ¿Quién lo so...