En los días siguientes Eduardo se encargó de crear una página web con su fachada de organizadores, Romina salió a tomar fotos en fiestas y eventos en diferentes puntos de la ciudad para usarlas en la página. A simple vista parecía una web cualquiera de organización de eventos, pero había una sección especial que se llamaba "Más de Calú" la cual pedía ingresar una contraseña que solo sus verdaderos clientes conocerían, ahí explicaban sus servicios y tarifas, tenían un sistema automatizado de mensajes, solo los mensajes que tenían las palabras clave "Paquete especial Calú" recibían la contraseña que caducaba en 24 horas. Eduardo hizo todo eso en apenas una noche y Romina le dijo que era un paranoico, también hicieron un spot publicitario tal y como lo narró Eduardo el día que escogieron el nombre de su empresa. Mientras Edu se sumergía en la paranoia de crear un servicio ultra secreto, Romina se encargó de llamar a los contactos que había conseguido Laura, lo que pedían eran trabajos simples de fin de semana, básicamente lo mismo que habían hecho en casa de David, y los hicieron sin problema.
Pero en cuanto fueron corriendo la voz de sus servicios, comenzaron a recibir pedidos más extraños, y había llegado el momento de la verdad, iban a saber si estaban listos para lo que ofrecían. Su primer pedido especial tenía fecha y hora.
—Entonces, van a ir a una despedida de soltera ¿y no me van a llevar? —Dijo Laura haciendo puchero.
—Es trabajo —Respondió Romina.
—Un trabajo muy divertido —Agregó Eduardo.
Romina le lanzó una mirada de desaprobación a su amigo y le dijo "Igual es trabajo, que no se te olvide", Eduardo le sacó la lengua sin que lo viera y se fue a su habitación, Laura también se fue para pensar en como colarse a esa despedida, Romina estaba ansiosa y no podía dormir, estuvo viendo televisión en la sala y se quedó dormida en el sillón. Soñó que era una stripper en la despedida, se despertó agitada.
Al día siguiente era el gran día, o más bien, la gran noche. La mañana transcurrió tranquilamente, pero por la tarde se volvió un caos, los tres peleando por usar primero la ducha, por decidir que cenar, por decidir quién haría la cena "¿y si pedimos delivery?" sugirió Laura. "¡No hay papel higiénico, ayudaaaa!", gritó Eduardo desde el baño.
—Es más amigo tuyo que mío. —Dijo Laura alzando las manos —Llamaré al delivery.
Romina amaba a sus amigos y amaba vivir con ellos, pero cuando se les ocurrió compartir departamento ella no pensó en lo inmaduros que podían ser sus amigos y a veces era muy agotador ser la adulta responsable.
Después de cenar ya estaban listos para partir, metían lo que necesitaban en una maleta mientras repasaban el plan.
—Entonces primero vigilamos desde el auto —Dijo Romina.
—Así es. —Respondió Edu —Luego cuando ya estén entraditas en copas, yo las distraigo...
—Para que yo me meta por la puerta de atrás.
—¿Y qué es lo que harán dentro exactamente? —Preguntó Laura desde su habitación.
—Pues vigilar que la novia no vaya a lanzar una canita al aire en su último día de soltera.
—Es decir, les toca ser aguafiestas —Dijo Laura entrando a la sala.
Ambos se miraron y contestaron al mismo tiempo "Sí", luego se quedaron viendo a su amiga que tenía puesto un vestido dorado y lucía muy sexy.
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¡Llama a Calú! (ONC 2021)
HumorRomina y Eduardo tienen un trabajo totalmente fuera de lo común, los contratan para ser el alma de las fiestas, ya sea para animarlas o arruinarlas. Pero un día llega hasta su bandeja de entrada un pedido muy especial: Detener una boda ¿Quién lo so...