¡Qué comience el show!

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Romina andaba distraída y cabizbaja. La llamada con Matías no había salido como ella esperaba, es decir, todo el guión de su conversación y posibles respuestas, estuvo impecable y había obtenido una cita con Matías. El problema era que no era exactamente una cita, más bien era una reunión de trabajo y quedaron en verse luego de su luna de miel, Matías se iría nada más que un par de semanas a punta cana.

–Ya, Romi, vuelve a la tierra –Le dijo Edu.

–Hoy se casa.

–Sí, y yo te advertí que no te metas ahí, pero tú ahí vas de terca. Tranqui, que la próxima semana te enamoras otra vez.

–No, como Matías no hay dos, y hoy se casa, se casa.

–Ajá, pero nuestro trabajo hoy es impedir que nuestro cliente se case ¿Leíste todo lo que te mandé?

–Sí...

–Romina...

–Ay, Eduardo, mandaste muchos mails, no sé si revisé todo. Además, lo importante esta anotado en la libreta ¿No? Y sé perfectamente cuál es mi papel, todo saldrá bien.

–Te mandé muchos mails porque este trabajo es el más importante que hemos tenido hasta ahora, nada puede salir mal.

–Ya te dije que todo saldrá bien.

Con Eduardo renegando y Romina cantando, partió el auto que los llevaría a su misión súper especial. Romina era una rubia embarazada y Eduardo un hippie con bigote, llegaron a su destino, apagaron el auto y dieron una última exhalación antes de salir a hacer su papel.

–Romi... tengo algo que decirte y no te va a gustar –Dijo Eduardo mientras sacaba su guitarra y cerraba el auto –Vas a entrar sola a la Iglesia.

–¿Qué? ¿Estás loco? Ese no era el plan.

–Sí lo era, pero si te lo decía te ibas a estresar de más y necesitaba que estuvieras calmada.

–¡Te parezco calmada!

–¡El plan es el mismo! Solo que yo llegaré después, entraré por la puerta trasera y subiré a donde están los altavoces.

Romina se acercó a él con gesto de querer ahorcarlo. Entonces vieron el auto de la novia llegar.

–Ya casi no queda tiempo, debemos empezar !Qué comience el show! –Dijo Eduardo y salió corriendo.

Romina esperó que terminara de sonar la marcha nupcial para entrar. La iglesia estaba en sold out, lleno total, la decoración era bastante ostentosa, y el vestido de la novia, cielos, Romina no era una experta en moda, pero podría jurar que ese vestido era un Carolina Herrera ¿por qué gastarían tanto en una boda falsa? Los millonarios y sus locuras. Parada al fondo de la Iglesia comenzó a sollozar y al ver que apenas si le prestaban atención, comenzó a llorar escandalosamente. No esperó al que el Padre preguntara si alguien se oponía a la boda, al notar los suficientes ojos puestos en ella, caminó hacia el altar y le gritó al novio.

–¿Cómo puedes hacerme esto? ¡Abandonarme a mí y a tu hijo! –Dijo mostrando su vientre falso –Yo que si...

En ese momento se quedó paralizada, porque estuvo lo suficientemente cerca para ver que el novio era Matías "¿Cómo es posible? ¿Matías es nuestro cliente? Eduardo no me dijo nada, seguro quería verme sufrir, lo voy a matar". Estaba furiosa con Eduardo, pero casi al instante la invadió el entusiasmo. Matías no se iba a casar, Matías no quería casarse.

–¡Hey! ¿Quién eres tú? ¿Por qué dices eso? –Le preguntó la novia a Romina, mientras Matías no dejaba de mirarla.

Se preocupó por los ojos de Matías en ella, así que empezó a dar vueltas y a quejarse lo más lejos que pudo.

–Él me engañó, me utilizó, dijo que se quedaría conmigo ¡Que cancelaría la boda y nos iríamos a Punta cana!

–Eres un desgraciado, te odio ¡Falso! ¡Mujeriego! –Gritaba la novia mientras golpeaba a Matías.

La novia se veía bastante alterada, "Una gran actriz", pensó Romina.

–Pero yo no sé quién es ella, no entiendo que está haciendo, ¿Cómo puedes dudar así de mí? –Se defendió Matías.

En ese momento se escuchó como se encendían los altavoces.

–Reina, princesa, hermosa, no te cases, yo sé que no tengo para darte mucho, pero lo nuestro, tú sabes que es amor verdadero ¡Te amo!

Y entonces Eduardo comenzó a cantar 

"Yo no tengo pa' darte ni un peso, pero sí puedo darte mis besos. Pa' sacarte yo tengo poquito, pero es gratis bailar pega'ito' "

Todos se quedaron confundidos y miraban alrededor, buscando de dónde salía esa voz, cuando notaron que venían de los altavoces de la Iglesia, quedaron más confundidos.

"Yo no tengo pa' abrirte champaña, pero sí cervecita en la playa. Aunque es poco lo que yo te ofrezco, con orgullo... todo lo que tengo es tuyo"

–¿Y quién es ese payaso? –Preguntó la novia.

En ese momento el padrino del novio se unió a todo el lío formado.

–Eso me pregunto yo –Dijo. – ¿Me engañas con otro?

–¿Pero qué está diciendo Gerardo? ¿Bea, quién está en el altavoz? ¿Por qué Gerardo dice que lo engañas? –Preguntó Matías cada vez más confundido.

–No, no, no quieras voltearme el pastel, aquí estamos hablando de esta tipa –Dijo sujetando a Romina del brazo.

Romina comenzó a sentirse abrumada, habían gritos por todos lados y la novia no dejaba de sacudirla "¿Dónde rayos está Eduardo?". Entre gritos, reclamos y preguntas, Romina aprovechó para escabullirse y salir corriendo a la calle, se escondió tras el auto a esperar a Eduardo, no tardó ni un minuto en verlo correr hacia el auto, ambos se metieron y respiraron en paz mientras se hidrataban.

–¡Misión cumplida! –Dijeron al mismo tiempo.

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⏰ Última actualización: May 10, 2023 ⏰

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