¡Oh, my cat!

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Fueron un par de días muy malos para Romina, no soportaba estar peleada con Eduardo, pero su amigo se mostraba frío con ella y no tuvo que meditar mucho para darse cuenta de que tenía razón. Romina odiaba su trabajo y a su jefa amargada... Tal vez "Organizadores de Eventos Calú" no era el trabajo de sus sueños, pero se divertía mucho y ganaba dinero. Por eso, esa mañana renunció a su trabajo de oficina y volvió a casa. Encontró a Eduardo en el escritorio con muchos papeles y post-it.

—¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? — Preguntó extrañado de ver a su amiga temprano en casa.

—Lo haré. — Respondió Romina.

—¿Qué?

—Renuncié, Edu, tenías razón, odio estar peleada contigo.

—Yo también lo odio — dijo emocionado — ¡Abrazo de mejores amigos!

Ambos se abrazaron y comenzaron a disculparse y decirse cumplidos, había pasado poco tiempo, pero para ellos se les hizo una eternidad.

—Me alegro que vinieras, no hubiera podido hacerlo sin ti.

—Pues aquí estoy ¿Cuál es el plan?

—Te lo contaré camino a casa de mis padres.

— ¿Para qué iremos?

—Iremos a recoger a Benito.

Benito era el perro de sus padres, al recogerlo estaba vestido de marinerito y se veía adorable.

—Entonces ¿Planeas llevar un perro a una exposición de gatos? —preguntó Romina.

—Pues no es mi culpa que lo hagan en un lugar público, además ya sabes cómo se pone Benito cuando ve a un gato, le encantan, seguro los pone histéricos y es lo que necesitamos.

—Tu perro es muy raro.

—Es un ángel.

Llegaron al parque Kennedy y Benito ya estaba muy emocionado, movía la cola sin parar y trataba de abrir la puerta del auto. Romina tuvo que apurarse para ponerse su disfraz, había tomado prestada la ropa de Laura para verse más chick, se puso la peluca pelirroja que le dio Eduardo y complementó su look con unos lentes oscuros.

—Sabes, tal vez me tiña el cabello de este color, me encanta.

—Sí, sí, como sea ¿Sales ya? Benito está alterado.

—Que grosero ¿Y tú te quedarás aquí sin hacer nada?

—Noooo, yo iré a la exposición para asegurarme que ningún animal corra peligro. Tú pasea por el parque y yo te aviso cuando sea seguro acercarse.

—Ok, ok... me voy —dijo saliendo del auto.

—Hey, te estás olvidando el bastón.

Romina tomó el bastón y luego hizo lo que su amigo le dijo. Eduardo entró a la expo, vio a todos los gatos en sus transportadoras o con correas, en un pequeño espacio al lado derecho vio la decoración para la celebración del cumpleaños y vio al hermoso gato en los brazos de la bruja. Le mandó un mensaje a Romina y le dijo por dónde entrar a la expo.

¡Llama a Calú! (ONC 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora