Click

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Cuando Eduardo le contó a Romina acerca de su "nueva súper misión" (así fue exactamente como la mencionó), Romina no estuvo para nada de acuerdo, a pesar de que Eduardo le aseguraba tener todas las pruebas que aseguraban que no estaban haciendo algo malo. Pasaban días y el tiempo se agotaba

–De verás te pasas Edu ¿cómo crees que haremos eso? Podría terminar muy mal.

–Romina ¡¿Vas a dejar que dos almas que no se aman se unan?!

–Que dramático eres, Edu.

–¡¡Al menos revisa lo que te voy a mandar al mail!! –Gritó a Romina que cruzaba la puerta hacía la calle.

Romina salió cámara en mano a recorrer la ciudad, esos días de verano eran perfectos para sacar fotografías perfectas y a Romina le relajaba hacer eso.

Estaba lista para tomar la primera foto del día cuando sonó su celular, lo revisó y era un mail de Eduardo, lo guardó sin abrir, no era momento para la intensidad de Eduardo.

Levantó su cámara e hizo el primer click, caminó por distintos lugares hasta llegar a su parque favorito, siempre había gente, música y, sobre todo, muchos gatos. Levantó su cámara para tomarle una foto a un gato que reposaba cómodamente en la rama de un árbol, pero en la lente algo más llamó su atención.

–Perdón ¿Te malogré la foto? –Dijo un joven muy apuesto que ella ya conocía.

–Hola... –Le dijo Romina nerviosa.

Ella no pensó que volvería a ver a aquel chico que Eduardo se encargó de espantar, hasta le pareció más guapo de lo que recordaba ¿Seguirá con ese Cuando Eduardo le contó a Romina acerca de su "nueva súper misión" (así fue exactamente como la mencionó), Romina no estuvo para nada de acuerdo, a pesar de que Eduardo le aseguraba tener todas las pruebas que aseguraban que no estaban haciendo algo malo. Pasaban días y el tiempo se agotaba

–De verás te pasas Edu ¿cómo crees que haremos eso? Podría terminar muy mal.

–Romina ¡¿Vas a dejar que dos almas que no se aman se unan?!

–Que dramático eres, Edu.

–¡¡Al menos revisa lo que te voy a mandar al mail!! –Gritó a Romina que cruzaba la puerta hacía la calle.

Romina salió cámara en mano a recorrer la ciudad, esos días de verano eran perfectos para sacar fotografías perfectas y a Romina le relajaba hacer eso.

Estaba lista para tomar la primera foto del día cuando sonó su celular, lo revisó y era un mail de Eduardo, lo guardó sin abrir, no era momento para la intensidad de Eduardo.

Levantó su cámara e hizo el primer click, caminó por distintos lugares hasta llegar a su parque favorito, siempre había gente, música y, sobre todo, muchos gatos. levantó su camara para tomarle una foto a un gato que reposaba cómodamente en la rama de un árbol, pero en la lente algo más llamó su atención.

–Perdón ¿Te malogré la foto? –Dijo un jóven muy apuesto que ella ya conocía.

–Hola... –Le dijo Romina nerviosa.

Ella no pensó que volvería a ver a aquel chico que Eduardo se encargó de espantar, hasta le pareció más guapo de lo que recordaba ¿Seguirá con ese problemita llamado novia?

–Te me haces conocida –Le dijo el joven.

En ese momento Romina cayo en la cuenta de que la última vez que Matías la vió era pelirroja e invidente, se puso nerviosa y le desvío la mirada.

–Ahm ¿Sí? tengo un rostro muy común, supongo.

–Los rostros tan lindos no son muy comunes.

Romina se sonrojó y pensó "Dios, es un lindo, pero si yo fuera su novia ya lo estaría jalando de la oreja por coqueto ¿Será que ya no tiene novia?"

¡Llama a Calú! (ONC 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora