Capítulo 8

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Capítulo 8


Podía discutir todo lo que quisiera, Taehyung era insistente, y tonto, mucho como para no ver qué está a punto de sacarlo de sus casillas. Negó con la cabeza y se dio media vuelta, él nunca entendería que decirle su condición a Eunbin era contraproducente, la conocía lo suficiente como para saber que el hecho de que estuviera imprimado de ella, su condición haría a qué se quedará con él, por lástima. Que deseaba que se quedará con él porque era lo que quería. Pero no de esa forma, ella podía ser demasiado bondadosa y se negaba a arrebatarle la libertad que necesitaba.

Afuera de la cocina estaba Eunbin platicando con Jungkook sobre algo de la chica joven, el asentía y luego sonreía. Parecía algo preocupado. Se quedó viéndola, intentando no presionarla. Una vez que terminó, ella se giró hacia donde estaba y lo saludo con un gesto incómodo con la mano.

- Hola. ¿Todo bien ahí? - ella apunto hacia atrás de él, donde seguro Taehyung lo estaría aniquilando con la mirada. Se encogió de hombros.

- Todo bien. - la tomo de la muñeca y tiro de ella, entre más tiempo pasará frente a ese atolondrado, más posibilidades había de que dijera alguna estupidez.

- Las chicas ya fueron intervenidas, - le aviso. - todas están bien, todo salió perfecto. Seokjin dijo que no era experto en esa cirugía pero la verdad es que es muy bueno. - no era de extrañar, hubo un tiempo que su amigo se fue a la ciudad para estudiar en una escuela humana. Nadie le reprochó. A los 18 los lobos salen a probar vida, y era su decisión volver o no. Aunque todos habían vuelto, Seokjin había solicitado permiso para estudian medicina, eso lo hacía un excelente doctor, además que había aprendido toda su vida medicina para licántropos de su padre.

- Eso es bueno. - la guío hasta el comedor y se sentaron en una mesa. - iré por la comida, espera aquí.

Era la hora de la comida y la mayoría de lobos estaba en el comedor, que consistía en muchas mesas con bancas corredizas, en la sombra de los pinos, y en una cabaña se encontraban los cocineros. Esa zona era para los lobos que trabajan y no tenían tiempo para ir a sus casas. Tomo la bandeja con los dos platos y regreso a la mesa, donde Eunbin platicaba con un lobo, que para su desgracia no le caía muy bien y llevaban tiempo con rencillas, intento no gruñir cuando llegó hasta ellos, más rápido de lo normal.

- De verdad. Y dime Eunbin, ya fuiste a rockfalls - ella negó. - mis amigos y yo iremos, si quieres puedes... - no pudo detener el gruñido de advertencia que soltó.

- Ella no irá contigo ni a la mesa. - se paró enfrente de él, entre Eunbin y JB. - largo.

- Yoongi, veo que me sigues despreciando. - el lobo sonrió ladino. - pensé que ya lo habías superado. - su mandíbula se endureció y apretó los puños conteniendo las ganas de soltarle un puñetazo.

- Lárgate, no te lo vuelvo a decir. - JB alzó más manos en son de falsa paz.

- Ya me voy hombre, al cabos que desde el otro extremo de la reserva huelo la marca en ella. - gruño para que callara. Se largó con una sonrisa triunfante.

Eunbin lo veía con interés y rezo para que no preguntará qué había sido eso y que significaba las palabras de aquel estúpido.

Comieron en silencio, cruzando algunas palabras y disfrutando del clima. Cuando terminaron devolvieron los platos sucios a la cocina. Eunbin le dijo que no tenía que hacer nada por lo que se le pego hacia la casa.

Al llegar pudo ver un total caos en ella, Taehyung y Hoseok peleaban en la sala, mientras Jungkook intentaba detenerlos. No quería saber porque así que ignoro la escena y siguió hasta el despacho, Eunbin seguía detrás de él riendo por la discusión de los lobos. Malditos locos.

Se sentó a revisar algunos papeles y otras demandas, para su desfortunio Namjoon había salido de la reserva para preparar el regreso de las mujeres. Shinwon secuestraba mujeres que no tenían familia, o alguien que se preocupara por ellas, Eunbin era igual, había perdido a sus padres a los diecisiete, su abuela se había hecho cargo de ella por tres años hasta que falleció, desde entonces había sido ella contra el mundo. Si tan solo se quedará con el, tendría alguien que la protegiera y velará por su felicidad, pero no podía forzarla y que ella supiera de su situación no era opción.

Leyó los documentos enfadado por hacer el trabajo del gran líder. Su concentración se perdió cuando Eunbin se paró frente el, del otro lado del escritorio de roble. Sus ojos lo estudiaban con detenimiento. La vio atento esperando a que dijera algo. Ella se distrajo con un catalejo de madera que Namjoon coleccionaba, ese hombre coleccionaba un montón de cosas innecesarias de madera. Eunbin lo dejo y por fin lo enfrento.

- Yoongi, te puedo hacer una pregunta. - ella dio la vuelta al escritorio y se paró frente a el. - ¿Ese chico, a qué se refería con lo que dijo? - se hizo el tonto y arrugó el entrecejo como si los papeles fueran muy importantes. - Yoongie - su corazón se paralizó ante el termino cariñoso con el que le hablo. Nunca lo había hecho.

- No sé. Pero aléjate de él.

- ¿No es buena persona? - no, no lo era. - pero dime qué quiere decir con que huelo. - trago saliva y se levantó intentando huir de su cercanía.

- Nada. - llegó a la puerta y salió del despacho bajando las escaleras con Eunbin detrás de él.

- Dime. - ahora sí voz era más exigente. Llegaron a la sala donde Taehyung platicaba con Jimin y Seokjin. - le puedo preguntar a cualquiera de ellos. - amenazó y se giró para toparse a pocos centímetros de su rostro.

- No es nada. Usas mi ropa, así que hueles a mí. - se giró retomando la huida.

- Significa que Hyung te ha marcado, con su olor. - la voz de Taehyung atravesó la estancia y lo heló, se giró volteando a ver a Eunbin.

- ¿Cómo? - gruño cuando vio a Taehyung intentar contestar, el lobo más pequeño reculo, pero Seokjin hablo, levantándose de su asiento e invito a Eunbin a tomarlo su lugar.

- Yo de explicaré, cielo. - ella asintió y Yoongi se aproximó hacia el con furia, él no le diría nada, estaba por tomarlo del cuello de su suéter rosa de punto cuando esté lo vio con ojos fríos y serios. Advirtiéndole que no se pasará de la raya. - los lobos marcan con su olor lo que creen de su propiedad, igual que los perros. Pero nosotros somos licántropos, podemos hacer eso con las personas u otros lobos. Tu usas su ropa, que huele a él, eso nos dice a todos los lobos que tú le perteneces, pero no en un sentido propio de la palabra, no es que Yoongi te crea de su propiedad, lo hace para protegerte y cuidarte por que para el tú eres su familia, su manada. Es su forma de cuidarte de los demás lobos o depredadores. Si alguien intentará propasarse el olor, la marca causara que el otro lobo se aleje. Los lobos somos muy poco tolerantes a las marcas de otros. Nosotros por ejemplo por eso no te abrazamos o tocamos ya que es cosa de tu pareja o en este caso guardián hacerlo. - Yoongi retuvo el aire volteando a ver a otro lado. Tenía miedo de lo que podía pensar Eunbin.

- Entonces la marca está en su ropa. - Seokjin asiente. - ¿si yo no usará su ropa no tendría la marca?

- Has pasado tanto tiempo con el, que dudo que su marca se te quite al menos en unos meses. - Yoongi rezaba por qué ella no le gritara.

- ¿Es lo mismo que imprimarse? - su corazón dio un vuelco y su cuello se giro rápido a verla.

- No. Son cosas muy distintas. El imprimarse es cuando un lobo se une a una persona, o lobo, no importa cuál sea su condición o raza. Es algo que la naturaleza decide, por nosotros. Es la necesidad de proteger, cuidar y ser todo por la otra persona, y la única motivación es que ella sea feliz. No necesitas que te marquen. Es algo que sucede en cuanto ves a esa persona. No es decisión del lobo el imprimarse, solo sucede. Aunque la marca si puede ir de la mano con el imprimarse, es cuestión de instinto. Por algo tu usas la ropa de Yoongi, algo te hace estar más cómoda con ella, a pesar que él te compro ropa, y aun así sigues usando la suya, eso quiere decir que tú instinto de dice que lo uses. No es nada más cosa de lobos.


°°°

Ups....

So far away - Reserva Borahae -  MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora