Lariat | Stony

- XV -

Por un momento, la inmensidad de la mansión se sumió en un silencio sepulcral. Los presentes tenían frente a sus incrédulos ojos imágenes transmitidas por alguna televisora de un edificio cayendo. No era cualquier edificio puesto que era el mismísimo Triskelion, el cual se caía a pedazos después de que un Helicarrier colapsara contra este. El ambiente comenzó a volverse muy tenso, los Alfas presentes comenzaron a expulsar feromonas en cantidades no muy sanas para los Omegas e incluso Loki se sentía afectado a pesar de la marca y su embarazo.

La Nación entera contemplaba estupefacta como el increíble Capitán América, tras un elocuente y emotivo discurso, consiguió la caída SHIELD y desvelo la corrupción que manejaban las cabezas internas. La organización que suponía debía brindar seguridad y resguardo a todo el país se encontraba infestado por dobles agentes que se hacían de beneficios para HYDRA, la peor organización terrorista.

Los medios de comunicación no tardaron en cubrir la noticia de cómo los Helicarriers se destruían entre sí y entre todo los escombros ninguno de los equipos de rescates consiguió ubicar al Capitán América. Sam comento que había salido corriendo tras un soldado de HYDRA considerado como la mejor arma de la asociación. Muchos especulaban que no saldría vivo de aquella batalla ya que este había logrado eliminar los peores enemigos de la maligna asociación.

- Steve - susurro el dios del trueno, era una parte de su amigo que comprendía perfectamente como Alfa, la impotencia y la necesidad de hacerlo tú mismo, sobretodo el arraigo a tu manada. Dirigió su mirada al azabache, sabía lo afectado que estaba y trato de relajar sus aroma. Volvió su vista al aparato que reproducía las imágenes. Algo que también sabía perfectamente, porque lo había experimentado en carne y hueso, era que dejar de lado a tu Omega solo complicaba más la situación, los hacía más débiles como manada porque tu Omega destinado, con quién tenías un lazo, era el pilar de la manada y quien te sostiene, si el Alfa era la cabeza pues el Omega era el corazón de la manada. Un grave error que debía asumir Steve por sí solo. Thor sabía mejor que nadie tras la historia de aquel soldado que Steve perseguía, pero ¿dónde queda Tony en la ecuación?

- ¿Dónde carajos está? - una agitada voz y el arrastrar de unos pies llamó la atención de todos los reunidos. Tony, aún mal trecho y con los últimos estragos de su celo se encontraba apoyado en el umbral de la entrada. Loki, quién era un perceptivo, cayó en cuenta que su lazo pendía de un hilo. Las feromonas invadieron el lugar con el aroma de un Omega destrozado.

Howard Stark en movimientos rápidos y erráticos trato de persuadirlo a volver a su confinamiento, en su estado corría peligro de cualquier momento ser atacado por algún Alfa. Sin embargo, Tony era como un gato arisco que no permitía el acercamiento de nadie y mucho menos de quienes le impedirían lograr su cometido. Sus ojos fijaron en los de Loki, quien sabía lo entendería mejor que nadie en este puñetero mundo.

- Está en New York, estaba peleando contra HYDRA, pero un soldado muy poderoso lo atacó. Tony, nadie ño encuentra entre los escombros - señala el azabache mientras le enseñaba las imágenes en televisión. Todos los presentes, incluido el rubio de la barba trenzada, le dedicaron una mirada acusadora ante la imprudencia. Tony, ni corto ni perezoso llamo su armadura y, sin consideración al gasto que tendría que hacer su padre luego de su dramática partida, atravesó el techo de los tres pisos de la mansión para dirigirse hacia el lugar del siniestro.

- ¿Qué? - preguntó Loki a su marido, quién aún lo miraba intensamente.

- ¿Por qué lo hiciste? Vas a causar un grave problema entre esos dos. Sabes perfectamente de a quién se refieren en las noticias, Steve solo se metió en todo este lío para rescatar a Bucky.

- Lo sé, hice lo que tenía que hacer.

- ¿Por qué? - reclamó nuevamente y con mayor efusividad.

- Porque lo comprendo, comprendo perfectamente como se siente - ello fue suficiente para callar a su marido.