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JongWoo se encontraba tratando de dormir, pero el sueño no llegaba, estaba tan preocupado por su hermana, por su madre, aunque al rato ella entró a su habitación sin pedir permiso, JongWoo solo se volteó a mirarla, se veía inquieta.

- ¿Mamá?

- JongWoo.... sigues despierto....

- Si... también tú.... ¿Está todo bien?

- No.... bueno.... hace.... unos años... hice algo que jamás lo consulte contigo... Cuando tenías 17.... te comprometí....

- ¿Qué? - JongWoo se sentó en su cama, tratando de acomodarse mientras escuchaba atento a su madre - ¿A qué te refieres con... comprometerme?

- Arreglé tu matrimonio, hijo....

- ¿Por qué harías algo así?

- En ese momento estaba desesperada.... lo sabes, no teníamos nada, y el invierno se acercaba, no tenía como mantenerlos, en ese entonces fue cuando él vino... me ofreció ayuda.... dinero... trabajo y escuela para ustedes.... todo a cambio.... de tenerte a ti como su pareja....

- ¿Él? ¿Pretendes que me case? ¿Con un hombre? - JongWoo se mantenía alterado, de pronto se puso a pensar - No... no, no, no es cierto.... ¿Me casaré con ese idiota? ¿El chico que conocimos cuando yo era un niño?

- Si... ese chico es un buen hombre.... es dueño de una clinica dental, viene de una buena familia, y gana mucho.... el te cuidará bien.... y nos ayudará.... se que es injusto.... pero.... debes entenderme.... no sabía que más hacer.... es lo único que podemos hacer para salvarnos... si no, nos quedaremos en la ruina.... y tu hermana podría morir.... - Sollozaba la madre de JongWoo mientras abrazaba las sábanas sobre los pies de su hijo.

JongWoo apretaba fuertemente sus puños, al igual que sus labios. No podía creerlo, no quería creerlo, quería huir, irse lejos, jamás en mil años aceptaría casarse con ese idiota, odiaba su inquietante mirada, su estúpida sonrisa. Se levantó de manera brusca, asustando a su madre en el acto, la cual levantó la mirada, viendo los furiosos ojos de su hijo.

- Eres una mujer despreciable. - Murmuró JongWoo, entrando aquellas palabras como cuchillos por los oídos de la mujer, desgarrando su alma. JongWoo lo dijo sin pensar, cegado por la ira.

Terminó por huir de aquella pequeña casa, oyendo cada vez más despacio las débiles disculpas de su madre en llanto.

Nada importaba más que esa injusticia, esa rabia, impotencia, confusión, miedo e incertidumbre, impulsaban a que sus pasos fueran más largos, más pesados, en un camino estrecho lleno de emociones cayendo como gotas sobre su pequeño cuerpo, mezclándole con la salada verdad que brotaba de sus ojos. El arrepentimiento y la empatía trataban de salir a flote, pero ya era tarde, las palabras ya salieron de su boca. El barro ensuciaba sus lastimados pies, pero ya quedaba poco, era hora de tomar su propio vuelo.

Sus ojos se cerraron involuntariamente y sintió su cuerpo elevarse cuando se encontraba ya al borde la costa. No había nadie, era de madrugada, y había una helada y fresca brisa, con el leve sonido de las aves de la playa. Era una noche sin luna. Perfecto para no distraerse mirando su luz, sintió ese nervio recorrer su espalda como un escalofrío al ir cayendo y... frío. El agua estaba helada, pero de a poco se volvió cálida, acogedora, se dejó hundir en sus pensamientos, pero su mente estaba en blanco, estaba solo, cayendo a lo más profundo, yéndose en un mar de emociones, escapando como un cobarde de la vida, despidiéndose del antes sin esperar un después. Solo era él.

Su falta de respiración se hacia pesada cada vez más, se hundía, se sentía mareado, salir a respirar no era una opción pues su cuerpo ya hacía sin fuerza por la frialdad del agua. Estaba congelado, siendo abrazado por las algas, abriendo levemente sus ojos bajo el agua, una silueta se acercaba lento desde la superficie. ¿Así se sentía morir? ¿Así venía la muerte a buscarlo? Todo terminaba ahí, sus ojos se cerraron y su boca dejó de retener el poco oxígeno que le quedaba, inundando sus pulmones de agua, mientras sentía el vago sentido del tacto, pues estaba siendo sostenido por alguien más, por aquella silueta quizás, pero ya no había conciencia, se había dormido por un rato, el cansancio lo agotó.

El pesado cansancio.

Estaba aturdido, desconcertado. 

Estaba solo.

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Me And My HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora