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La sangre corría como un gran río, el monje reía alto y casi histérico, la mujer en el suelo se arrastraba tratando de buscar alguna fuente de escape y lograr vivir.

- ¡Me engañaste! ¡Mentiroso! - Se quejaba la mujer mientras se arrastraba.

- ¿Por qué no habría de hacerlo? Fuiste mi única fuente de suerte, te lo agradezco, pero ya no me sirves, lo tengo todo, y tú solo serías una carga más.

La mujer tomó una piedra y se la lanzó a NamBok, fue un buen lanzamiento, la piedra impactó contra el puente de su nariz, de inmediato comenzó a sangrar y se sobresaltó ante el golpe, lo que lo hizo caer, pero con enojo ante esto, solo terminó por apuñalar en uno de sus puntos vitales a BokSoon, matándola finalmente.

El templo estaba vacío si no fuera por un cadáver, un monje y dos mellizos que en la entrada ya estaban peleando con dos intrusos, GoEun estaba en una de las salas de aquel Hanok, esperando su muerte pacientemente.

NamBok sintió la presencia de los otros dos, los golpes y el sonido de los huesos romperse, los gritos ante tales desgarramiento musculares, sujetó su espada con fuerza prendiendo fuego como fogata e inciensos, quemando su espada para poder acceder con más facilidad al cuerpo de los individuos y a parte darles una muerte más dolorosa, cuanta satisfacción sentiría al ver sus caras, se había emocionado al ver entrar a la pareja, se veían como la pareja de alguna película de acción.

- Wow... ¡Pero si son los famosos esposos! Tú debes ser Yoon JongWoo, un placer, si que te pareces a tu madre.

JongWoo apretó sus puños, MoonJo lo trató de calmar.

- ¿Dónde está GoEun?

Como si la hubiera invocado, GoEun se presentó ante todos, saliendo de la habitación, mirando a MoonJo, desvió su mirada para no volver a verlo y NamBok la miró.

- ¿Vienes por tu amiga? ¿Sabes que ella está de mi lado?

MoonJo no dijo nada, solo siguió mirando a GoEun.

- Pero descuida, sé lo que hizo, y como trató de traicionarme a mí, así que siéntete afortunado, Seo MoonJo, esta mocosa si te llegó a querer más de la cuenta. - levantó su espalda de manera amenazante, MoonJo se había preparado para cualquier cosa.

GoEun no tenía expresión en el rostro, solo quería que todo acabara, la espada se movió, cayó, directamente hacia el cuerpo de aquella débil chica, ante tal sorpresa, MoonJo no dudó en correr y saltar para empujarla y proteger a GoEun, pero la espada no lo lastimó, pensó que quizás se había acostumbrado tanto que ya hasta había perdido sensibilidad, sin embargo el gritó de dolor fue de otra persona, seguida de la risa de NamBok.

- ¡JongWoo! - MoonJo se dio cuenta de quién recibió el impacto de la espada fue su amado esposo, su amado ángel.

- Idiota - Murmuró JongWoo -. ¡Te dije que dejaras de lastimarte, y sigues saltando a tu muerte! - Gritó mientras de su brazo chorreaba algo de sangre, la espada había cortado y quemado como un rasguño la espalda y brazo de JongWoo - Conmigo no, Seo MoonJo, si tú te lastimas yo me lastimare también...

MoonJo tomó las mejillas de JongWoo, sintiéndose algo culpable pero también amando aquellas palabras dichas por el menor, admirando el como este sería capaz de sacrificarse por él.

- Te dije que haríamos esto juntos. - Murmuró JongWoo, MoonJo asintió y se voltearon ambos a ver a NamBok.

- Dioses.... que empalagosos... - Sonrió pateando el fuego, el cual comenzó a incendiar algunos talismanes, comenzando un gran incendio que comenzaba a rodear todo el Hanok - Parece que ni la muerte los va a separar.... todos serán un exquisito sacrificio para los dioses.... - Rió NamBok.

Me And My HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora