- MoonJo, bebé - Una cálida mano se posaba en una de las mejillas del menor -. ¿Me extrañarías si me voy? - El pequeño asintió, la mujer sonrió - Prometo amarte y protegerte hasta el fin de mis días, pero si me voy antes de tiempo, prométeme que serás un buen niño, ¿si, Moonie? - El menor asintió apagándose al pecho de su madre, exigiendo sus caricias.
Amaba a esa mujer, a su madre, la adoraba. Ella era buena, era un ángel, el vacío que sintió cuando se fue, fue realmente enorme y muy confuso para un niño de tan solo 3 años, no sabía como procesar la muerte de su madre, no sabía dónde buscar protección, no sabía por qué era castigado y lastimado, él siempre fue un buen niño.
Siempre estaba solo, encerrado en el sótano o en la habitación que solía ser de su madre, con la puerta y las ventanas selladas, ahí se sentaba día y noche, mirando por la ventana, mirando el álbum de fotos de su madre, incluso probándose sus vestidos, los que eran demasiado enormes para su pequeño cuerpo. A medida que iba creciendo su cuerpo se hacia más resistente al dolor debido a los innumerables golpes que recibía de aquel hombre que debía llamar padre, la ventana era su único medio donde no aburrirse, la gente pasaba, había niños acompañados de sus padres, miraba aquellas mujeres, madres tan amorosas, también quería, también quería una familia que lo quisiera, quería ser amado, quería alguien que estuviera para él, que le diera caricias, que lo besara, alguien a quien amar también, pero no había nadie, completamente nadie.
Que abrumador.
Era un adolescente cuando yacía frente a un espejo, mirando las cicatrices en su cuerpo, sintiéndose débil, inútil, y tan solo. ¿De qué servía seguir vivo? Incluso si salía de allí, al ser un adulto, ¿tendría siquiera un lugar al que llamar hogar? ¿Alguien quien lo esperaría? ¿Alguien que lo amaría? Golpeó con fuerza su reflejo, los vidrios cayeron, sujetó unos cuantos rápidamente y comenzó a auto lesionarse desesperadamente las muñecas, cortaba profundamente su propia carne, con un odio inimaginable, con una enorme rabia, las lágrimas y quejas escapaban ahogadas, apretaba sus dientes con fuerza mientras miraba sus brazos sangrar. Se dejó caer el piso sin importar que los demás vidrios pudieran lastimarlo, se suponía que debía morir, anhelaba morir. En vida no había nadie, estaba solo, su propio padre lo lastimaba y lo odiaba, ni siquiera tenía permitido acercarse a sus hermanos. Quería morir porque sabía que jamás habría alguien que estuviera para él y lo amara, quería volver a estar con su madre, quería volver a verla, quería volver a ser amado. ¿Era demasiado pedir un poco de cariño? ¿Realmente estaba siendo tan ambicioso? ¿Realmente merecía vivir todo eso? Increíble, que ni para enfrentar la muerte esté listo, sobrevivió.
¿Por qué sobrevivió? Un pequeño ángel lo salvó, un pequeño niño de ojos tiernos pero que reflejaban peso. Quería seguir viendo esos ojos, le recordaban a su pequeño yo. Quería protegerlo, no quería que sufriera. Le hizo daño, y jamás se perdonara el haberle hecho daño a ese ángel, pero, se prometía a sí mismo hacerlo feliz. Pero odiaba que nuevamente los problemas volvieran, ¿cómo es posible que JongWoo se quedara a su lado? ¿Realmente lo acompañaría sabiendo que podría ser un asesino? No podía creerlo, o es que ¿realmente JongWoo lo amaba? ¿Lo amaba tanto como él lo hacía? ¿Por qué? De repente el amor se volvía tan confuso.
En el fondo se sentía tan culpable, así como no hizo nada para salvar a su madre. Casi provocó que JongWoo muriera ahogado, ¿será que él es la causa de la muerte de GiHyeok? A pesar de que quizás no lo mató con sus propias manos, fue la clave para que otros lo matarán, por su culpa. Jodida mierda, ¿qué debería hacer?
¿Qué pensaría mamá de todo esto?
Puedo asegurar que a pesar de todo, la madre de MoonJo, estaría orgullosa de que su pequeño haya vivido a pesar de que tantas cosas hayan querido matarlo, pero, obviamente, hubiera elegido ella misma sufrir todo lo que su hijo tuvo que sufrir, obviamente, se sentía impotente, como alguien más.
- Te amo.... - MoonJo abrió sus ojos rápidamente y se sentó de golpe, volteándose para mirar a JongWoo quien lo miraba fijamente.
- ¿Qué dijiste? - Sus labios temblaron, ¿había escuchado mal?
- Te amo, Seo MoonJo... a pesar de que seas un idiota... - Se volteó para no mirar al mayor,
- JongWoo... - Su voz se rompió.
El nombrado no dijo más, se volteó a mirar como las lágrimas salían de los ojos del mayor, suspiró.
- Eres tan llorón. - Se acercó para abrazar al mayor.
MoonJo correspondió con fuerza, aferrándose a ese pequeño ángel. ¿Cómo es que JongWoo lo hacía sentirse tan feliz a pesar de que estuvieran en un momento tan difícil?
- También te amo.... te amo mucho.... - Escondía su cara en el pecho de JongWoo - Perdón por ser un idiota... perdón por haberte lastimado.... perdón....
JongWoo acarició el cabello de MoonJo, sonrió levemente, era un momento que parecía ser peligroso, si es que realmente alguien más lo planeó, quizás su propia vida correría peligro al tratar de salvar a MoonJo, era mejor dejarse llevar por sus sentimientos y aprovechar el tiempo antes de que todo volviera a terminar, como un mal final o como un buen final. Desde ahora, solo eran, su esposo y él, mejorándose y creciendo juntos, amándose, y compartiendo sus vidas. Pero no, ni MoonJo ni JongWoo dejarían que alguien llegara a arruinar todo, no está vez, no en esta vida, prometían mantenerse juntos, pase lo que pase, por el resto de sus vidas, para siempre.
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Me And My Husband
FanfictionConoce a un extraño, lo obligan a casarse con él, conoce sus heridas. ¿Debería sentir amor? "Daría lo que fuera por seguir viendo ese ceño fruncido." ▪︎SFH Fanfic ▪︎BL/BoyLove ▪︎MoonJo x JongWoo / MoonWoo