Epílogo

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Cobardía, valentía, conceptos complejos, vida, muerte, soledad compañía. Tan similares pero opuestos, ¿qué es mejor? ¿Qué hubiera sido mejor?

Si JiEun no se hubiera soltado de la mano de su hermano. ¿Qué hubiera pasado?

Sus caminos no se hubieran cruzado. Al menos no aún. Quizás se hubieran conocido el día del robo. Cuando robaron el dinero de JungHwa. O quizás en la playa, ¿la relación hubiera tenido un buen comienzo?

¿Importa pensar en eso ahora?

¿Por qué solemos gastar nuestro tiempo pensando en el pasado? Pensando en las distintas posibilidades, en los millones de mundos paralelos, tantas respuestas de tantas preguntas. ¿Para qué? ¿Para saciar nuestro egoísmo? O ¿Para buscar una solución? ¿Una solución para algo que no tiene arreglo?

Amor, odio. Un fino hilo los une, si lo rompes, ¿qué crees que cambiaría? El destino puede ser tan predecible como impredecible, ¿o solo es una simple casualidad? Una pequeña pieza que si uno es capaz de cambiarla antes de ganar o perder el juego, ¿pasaría algo diferente?

A pesar de todas las vueltas de la vida y la muerte, a pesar de la sabiduría e ignorancia que uno puede llegar a tener. A pesar de los problemas, soluciones y posibilidades que pueden llegar a existir.

¿Vale la pena?

¿Cuál es el propósito de la vida?

El amor, el dinero, el poder, o simplemente...

¿Estar vivo?

Si MoonJo se hubiera matado en su adolescencia, jamás hubiera conocido la felicidad de tener a alguien a tu lado.

Y si JongWoo se hubiera ahogado en el mar, jamás se habría dado cuenta de que la libertad realmente existía.

Sabores, sonidos, visiones y sentimientos, la vida, a pesar de ser tan difícil y complicada, puede ser, realmente hermosa. Aunque no la entendamos totalmente, aunque incluso lleguemos a temerle a esta, la vida tiene tantos giros que pareciera una gran barco que navegar, una gran aventura que zarpar. Ojalá podamos ser capaces de entender, la importancia de estar vivo.

- ¡JongWoo!

Era un día precioso, el clima era realmente agradable, los lirios blancos se movían al compás del viento, mientras los pétalos de de un cerezo volaban, en la dirección de aquella pareja.

El nombrado se volteó, con el ceño fruncido, MoonJo tuvo razón, su frente estaba realmente arrugada a causa de haber sido tan gruñón en su juventud.

¿Cuánto tiempo había pasado?

- Tienes la cabeza llena de pétalos, cariño.

JongWoo se quitó los pétalos, MoonJo se acercó a ayudarlo.

- Eres realmente lindo. - Confesó MoonJo, mirando con amor a su esposo.

- ¿Qué estupideces dices? - JongWoo se giró mirando las hermosas mariposas volar por el jardín - Me volví una pasa arrugada.

MoonJo lo abrazó besando su mejilla.

- Para mí siempre serás un hermoso ángel.

JongWoo sonrió.

- Creí que sería el único que envejecería, cuando cumpliste 40, ¡seguías igual de joven! - Se quejó JongWoo - Ahora a tus 70 te ves horrible...

- Aún soy joven y guapo. - Sonrió calmado MoonJo.

JongWoo negó con la cabeza mientras caminaba para entrar a la casa.

- Eres feo.

MoonJo lo seguía divertido.

- Ah, soy más joven que tú, pero estoy muy cansado. - Se quejó JongWoo.

- Deberías descansar, cariño, últimamente has estado muy débil.

JongWoo sonrió.

- ¿Será que me voy primero que tú?

MoonJo lo miró y negó tratando de sonreír.

- Ni se te ocurra morir antes que yo.

JongWoo suspiró, y caminó hasta sentarse en el sofá, estaba realmente delgado, y sus manos temblaban un poco, cerró sus ojos mientras se relajaba, MoonJo se sentó a su lado, acariciando la cabeza de su esposo. Ya eran viejos, 64 y 70 años, al día siguiente cumplirían 44 años de casados.

MoonJo besó la arrugada frente de su esposo, mientras este se acurrucaba en sus brazos.

- Te amo, JongWoo. - Murmuró MoonJo.

JongWoo sonrió, susurrando débilmente un "Yo también", luego de un rato volvió a hablar.

- No me arrepiento de haberte conocido, Seo MoonJo.... - Se apegó más a su pecho, oyendo sus latidos - Fuiste el hombre que más ame en todo este mundo, agradezco que me hayas hecho tan feliz. - Sonrió tomando las manos de su esposo, besando sus dedos.

MoonJo acarició levemente sus manos sonriendo, tomó despacio el mentón de su amado y besó sus labios, para luego dejarlo descansar en sus brazos.

- Gracias por todo, JongWoo, gracias por amarme. - Susurró mientras que con el pasar de los minutos, la respiración de el menor se hacia más débil, hasta ya no escucharlo más, ni sentir sus latidos.

Se había ido.

MoonJo acariciaba aún la espalda de su esposo, ocultó sus labios, para luego mirarlo y darle algunas palmadas.

- JongWoo.... Cariño... - Sollozó débilmente - Te dije que no debías morir antes que yo.... ¿Por qué nunca me escuchas? - Preguntó mientras acariciaba despacio las mejillas de su esposo.

Abrazó con cuidado su cuerpo, para dejar escapar su llanto, ocultando su cabeza en el cuello de su amado, sintiendo el dolor que tanto temía llegar a sentir.

A pesar de eso, debía seguir, se dijo a sí mismo y a JongWoo que no sería dependiente, pero, era realmente doloroso, volver a dormir solo, extrañando su sonrisa, su ceño fruncido, nuevamente se lo decía, "Daría lo que fuera por seguir viendo ese ceño fruncido". Podía seguir viviendo sin él, pero lo amaría eternamente, e incluso desearía despertarse con JongWoo nuevamente en sus brazos.

El café inundaba sus fosas nasales, bebió un sorbo, recordando el día que sacó a JongWoo del mar y le pidió matrimonio. Sonrió, su JongWoo se veía realmente hermoso el día de su boda, sonrió, viendo una mariposa azul acercarse, la tomó despacio entre sus manos, recordando aquella historia, la volvió a dejar ir y susurró despacio.

- Feliz aniversario, cariño.... espero estés descansando cómodamente.... - Se volteó para adentrarse a la casa, evitó el sofá, dirigiéndose a la cocina para lavar la tasa, ni siquiera fue capaz de terminarse su café.

Su pecho dolía a pesar de sus esfuerzos por permanecer en calma y feliz, esa tarde era el funeral de su amado, sus ojos comenzaron a picar, no tenía la fuerza para ir.

Se quedó en la comodidad de su cama, se sentía enfermo, mientras abrazaba una almohada, dejó la ventana abierta, para poder ver el hermoso cielo, el hermoso cerezo y las hermosas mariposas, a su amado le gustaba admirar el jardín, casi podía verlo pasear entre los lirios y mojar sus pies en la piscina. Lo extrañaba demasiado.

Cerró sus ojos mientras sonreía calmado, a pesar de que una lágrima terminó escapando de uno de sus ojos, su pecho lo estaba matando, el dolor de la pérdida, jamás pensó que perder a JongWoo sería tan doloroso, o bueno, lo sabía pero no quería llegar a experimentarlo.

Hasta que la muerte los separe.

Pues, afortunadamente, ni siquiera la muerte los separó.

MoonJo fue encontrado sin vida, en su cama, con una leve sonrisa en su rostro, con la ventana abierta, y una pequeña mariposa reposada en su frente.

Su corazón se había roto, síndrome de corazón roto que lo llevó directamente con su amado, la muerte no es algo que deba celebrarse en su totalidad, pero, gracias a esto, pudieron permanecer juntos incluso después de la muerte.

Al menos en esta vida, fueron realmente felices, hasta el final y después de su final.

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Me And My HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora