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- ¿Cómo fue que conociste a GoEun?

- Oh, fue en la escuela. - Se sentó al lado de JongWoo.

El menor se alejó un poco, aún sentía vergüenza por lo que había pasado en la mañana.

- Tenía unos 10 años cuando la conocí, ella se acercó a mí y me dijo "Seré tu mejor amiga" - Trató de imitar la voz de GoEun niña -. Traté de ignorarla pero me seguía incluso al baño - Rió -. Así que decidí tolerar su presencia, ella también solía estar sola y ser excluida por su gran imaginación y personalidad, ya sabes, desde niños suelen ser prejuiciosos.

- ¿Son muy cercanos?

- Uhm, si, supongo. - Volvió a acercarse un poco más a JongWoo.

Este se dio cuenta, y se alejó sin mirarlo, MoonJo volvió a acercarse, esta vez tomando la cintura de JongWoo para que no escapara, rodeó sus hombros con su brazo, JongWoo se tensó.

- Relájate, cariño, nada malo va a pasar.

JongWoo tragó saliva, recordando el beso que se habían dado, más bien que él le había dado, suspiró.

- MoonJo, puedo preguntarte.... ¿Cómo murió tu mamá?

Sintió como el mayor alejaba su brazo de sus hombros, se giró a mirarlo de inmediato, preocupado, pero el mayor sonreía con nostalgia.

- Prefiero no decirte aún.... - Besó la cabeza se JongWoo y se levantó.

JongWoo asintió con una pequeña sonrisa empática y se centró en la televisión, al rato MoonJo volvió a ponerse frente a él, JongWoo alzó la mirada, iba a preguntar qué hacía allí, pero MoonJo tomó sus manos colocándolas sobre su cabeza para luego besarlo, JongWoo decidió dejarse llevar, aunque estaba nervioso, luego de aquel beso, MoonJo lo miró con una sonrisa. Que tierno, pensó JongWoo.

- Voy a salir, Cariño, llámame o mándame un mensaje si vas a salir también o si me necesitas, o solo si quieres. Siéntete libre de salir cuando y cuanto quieras.

JongWoo sonrió divertido y asintió, besó la nariz de MoonJo.

- Cuídate.

MoonJo se sonrojó y asintió para luego voltearse y dirigirse a la puerta de la casa para salir. JongWoo se acomodó en su lugar volviendo a mirar la televisión pero sin prestarle atención, MoonJo estaba en su mente.

Seo MoonJo se dirigía a su antigua casa, estaban en Seúl y rogaba que su familia aún no haya regresado de sus vacaciones, se adentró a la casa, aliviado puesto que estaba cerrada y él debió abrirlas con las llaves que aún conservaba, a pesar de la oscuridad y el silencio, sabía que algo no estaba bien, la casa no estaba totalmente vacía, fue directamente a su habitación, notando que ya estaba vacía, frunció levemente el ceño, luego se encaminó sobre sus pasos, dirigiéndose esta vez a donde provenía un extraño olor a quemado, el patio, el gran patio, salió y se congeló, su padre estaba quemando todo lo que tenía en su antigua habitación, apretó con fuerza sus puños para luego ir por un extintor de emergencia y salir nuevamente para apagar las llamas, con esperanzas de salvar algunas cosas. Tenía cosas realmente importantes, o al menos eran importantes para él, sintió como era empujado.

- ¿Por qué estás aquí? ¡Tú ya no eres parte de esta familia! ¡Tal como tu madre, tú ya no existes! Nunca debí de casarme con ella, así jamás hubieras existido tampoco.

MoonJo sintió su muñeca arder, se había cortado al caer con unos vidrios de los cuadros que el guardaba de su madre, los notó, sus ojos temblaron, se habían quemado, ya no podía volver a ver el único recuerdo que tenía de ella, sacudió con sus manos, buscando algo que salvar, nada. Ojalá lo hubiera pensado antes y trasladar sus cosas antes de casarse, pero no tenía ganas de volver, ahora se arrepentía, seguía buscando mientras sus labios se escondían y sus ojos comenzaban a picar.

Me And My HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora