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Levantó la vista. ¿Estaba muerto? ¿Estaba soñando? ¿Era todo una pesadilla? ¿Una simulación? ¿Cómo iba a saberlo? A pesar de su edad, seguía siendo un niño, uno perdido, asustado, buscando protección, pero a la vez, haciendo el intento de sobrevivir por su cuenta, cargando el peso de ser un hombre, quien por caber en el estándar, debía de seguir cada regla puesta por quien sabe qué insensible, dañando sus piececitos al arrastrar su alto rango, llorar no estaba permitido, completamente prohibido el mostrar una pisca de sentimiento. Quizás no era el único, no el mundo, no en su género, pero aún así, se sentía solo.

Era como si todas las vidas que haya vivido estaba destinado a sufrir, sea poco, sea mucho, debía sufrir. ¿Para ser salvado? ¿Para ser humillado? O simplemente, para vivir. Era algo egoísta de su parte desear no sufrir, la vida tiene altos y bajos. La felicidad es algo momentáneo, uno puede sentirla sin haberse dado cuenta y haberla olvidado, es raro que solo los malos sentimientos se queden en la memoria humana; ira, tristeza, rencor y odio.

Personas. Es parte de ellas, es un humano, pero que sea humano, no significa que tenga que ser parte del mundo, no es necesario ser como la persona de al lado, otra pieza necesaria en la sociedad. Está bien ser egoísta, tener un deseo por más simple e inútil que sea, sin metas que cumplir, ni cuentas que pagar, solo ser uno mismo, buscando su propio camino, o descansando en los lagos antes de subir las montañas, o simplemente lanzarse desde estas. Cobardía, valentía, simples conceptos creados para ver quién puede y quién no. ¿Qué pasa si realmente todos son capaces? Lo son, pero es fácil hablar y oprimir a otros, ¿de dónde salen estas palabras? ¿Quién las entiende?

- Yo te entiendo... - Esa voz, esa odiada voz, esa cálida pero tan lejana voz, deteriorada, grave, ¿Sincera? - Déjame ser parte de ti... Déjame liberarte... Déjame... convertirme en tu felicidad...

Una voz triste... si, sonaba pesada, pero a la vez liviana, como si tratase de quitar todo el peso a través de sus palabras, se sentía acogedor, ojalá poder escuchar su suave voz por un tiempo más, sigue hablando por favor....

- Yo.... quizás me obsesioné contigo.... sé que está mal, me gustaría no obligarte... porque quiero que me ames con sinceridad... pero ni siquiera yo puedo detener las decisiones de mi padre... ni de... mi madrastra.... pero JongWoo... - Su nombre, si, su nombre saliendo de manera suave a través de esa cálida voz, hicieron recorrerle un escalofrío al pequeño y frío cuerpo que antes se estaba ahogando - Te prometo que voy a protegerte y haré de todo para hacerte feliz.... sin importar... que yo tenga que sufrir para conseguir verte salir adelante.... - Sin palabras.

JongWoo abrió lentamente sus ojos, confundido, mirando directamente esos grandes y profundos ojos, que lo miraban de una manera tan tierna que hicieron estremecer su corazón. Era cierto, ese hombre siempre le asustó desde pequeño, pero, ¿por qué de repente sentía la necesidad de querer abrazarlo? Sus ojos amorosos lucían tristes y no tenía idea si era su imaginación, pero, le dolía ver aquella mirada, como si, en su vida pasada, hubiera querido hundirse un poco más en esa mirada que quizás se le fue arrebatada, que quizás no pudo aprovechar el mirarla por más tiempo.... Mhh... el olor....

- ¿Café? - Murmuró con dificultad JongWoo.

El contrario ladeó la cabeza, formando una pequeña sonrisa.

- Así es, preparé un poco de café.... Estás helado.... te cambié de ropa para que te calientes un poco.... espero que no te enfermes...

- Tú.... ¿Me salvaste?

- No... - Sonrió - Tú me salvaste a mí.

JongWoo cerró por un rato sus ojos, el mayor acarició con suavidad su cabeza, para luego levantarse y traer una taza de café, JongWoo se sentó en la grande y cómoda cama, mirando la habitación y oliendo el exquisito olor del café, no sabía por qué amaba tanto ese aroma, pero lo calmaba, como si alguien abrazara su alma. Tomó la taza en sus manos, soplando suavemente, el contrario lo miraba atento, tratando de no incomodarlo.

- ¿Por qué te interesaste en un niño débil y pobre?

- Porque me vi en ese pequeño....

JongWoo alzó su mirada.

- Ese niño.... pequeño, débil....y pobre... al parecer no lo conoces ni tú... En sus ojos se ve la carga.... el peso.... y te das cuenta de lo fuerte que es.... Me apenó ver que realmente desde niño tu mirada era la de una hormiga llevando una enorme migaja de pan para su colonia.... Eso te puede parecer débil. pero para mí es algo arriesgado y valiente.... algo que no cualquiera se atrevería a tomar... No me digas que así es la vida, porque todos viven de mirar a otros y lo que hacen otros, no la viven realmente como para darte consejos de lo que nunca han intentado o pasado.... así que Yoon JongWoo.... por favor.... cásate conmigo....

JongWoo dejó la taza en el pequeño mueblecillo, y lo miró fijamente a sus ojos, esos tristes ojos.

- ¿Por qué.... de repente te ves tan triste?

- Porque tengo miedo... - Susurró el mayor.

- Seo... MoonJo... ¿No es así? - Trató de recordar JongWoo.

- Así es... JongWoo-ssi. - Sonrió levemente.

- Yo... no tengo de otra, ¿verdad?

- Está en ti la decisión de quedarte... o irte...

- Ridículamente es una buena oferta...

- No haré nada que no quieras....

- Ya lo hiciste más de una vez.... - Vio a MoonJo agachar su cabeza - Bien... no me queda más que ceder.... por favor.... ayuda a mi familia a cambio. - Hizo una reverencia JongWoo.

- Si eso es lo que deseas... lo haré... - No sonreía.

Ninguno de los dos sonreía, el ambiente no era incómodo, era extrañamente cálido y acogedor, pero MoonJo sabía, desde que lo vio lanzarse al mar, que JongWoo se había rendido, ese chico rebelde, lleno de esperanza y fuerza en sus ojos se había ido, ahora tenía a un alma perdida en frente de él, casi sumisa y triste.

Sentía culpa.

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Me And My HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora