Albus conocía a Gellert desde los cinco años.
Siempre habían sido vecinos, vivían uno al lado del otro, y al ser Godric's Hollow un pueblo tan pequeño, no había muchos niños con los que jugar, por lo que pasaban la mayor parte del tiempo juntos.
A veces incluso— de tanto tiempo que pasaban juntos— se ponía celoso y no le gustaba cuando Albus se iba con él a jugar.
Quedaban casi todos los días para salir a jugar por las calles a todo tipo de juegos, pero lo que más les gustaba hacer era fingir ser hechiceros poderosos que se enfrentaban a duelos en los que sus palos pasaban a convertirse en una varita mágica.
—¡En guardia Albus el Sabio!— Gritó Gellert señalando con su palo-varita a su contrincante.
—¡No me venceréis, Dragón Azul, soy el hechicero más poderoso de todos los tiempos!— Contraatacó Albus.
Y comenzaron a agitar sus palo-varitas mientras hacían sonidos de lanzamientos y explosiones.
Otras veces, Gellert le enseñaba a Albus alguno de los libros que había conseguido de la biblioteca de su tía Bathilda, pues algunos escondían historias muy interesantes.
—Mira, Albus, he conseguido este libro de la biblioteca de mi tía, es un libro que habla sobre las criaturas más peligrosas del Mundo Mágico.
Albus miró el libro con asombro y fascinación.
—¡Qué guay! ¿Pero no se dará cuenta tu tía de que le falta un libro?
—Nah, mi tía está demasiado ocupada escribiendo un artículo muy importante, está tan concentrada en eso que casi hasta se la olvida darme de comer.
Gellert abrió el libro, y fue pasando páginas, cada una con una criatura más siniestra que la anterior.
—Vaya... Aquí hay criaturas que ni sabía que existían...— Albus no podía apartar la vista de las ilustraciones, que mostraban todo tipo de criaturas, de todos los colores y tamaños.
—El leviatán... Esta la conozco, aunque dicen que el último leviatán que quedaba en el mundo ya se extinguió... Sirenas... Dicen que son muy astutas y traicioneras... ¡Ah, mira! Este me encanta.— Señaló la imagen de una especie de lagarto azul.
—¿Un Chupacabras?
—¡Sí! Son muy bonitos, y muy fieles, cuando sea mayor me gustaría tener uno, lo llamaría Antonio.
—¿Por qué Antonio?
—No sé, me gusta ese nombre.— Gellert sonrió.
En verano, lo que más les gustaba hacer era tirarse al río para refrescarse.
—¡Venga, Albus, el agua está buenísima!— Le dijo Gellert desde lo lejos.
—¡Allá voy!— Gritó Albus.
Se echó para atrás para tomar impulso y saltó, provocando que cayese agua encima de Gellert, mojándolo más aún.
Mientras Gellert escupía agua, Albus no podía parar de reírse, y al ver esto el rubio se sumergió en el agua, lo agarró de los tobillos y lo hundió.
Cuando Albus consiguió sacar la cabeza, Gellert se encontraba riéndose a carcajadas.
Albus escupió un buen chorro de agua.
—¡Gellert! ¡No tiene... cof... Gracia cof cof!
—Tu... Tu pelo.— Logró decir cuando recuperó el aire de tanto reír y señaló a su cabeza.
—¿Qué le pasa?— Albus lo miró extrañado.
Entonces cuando se tocó la cabeza en busca de algo extraño notó cómo unas pinzas le agarraban del dedo.
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MEMORIAS | One-Shots Grindeldore
Fanfiction«El amor es una cosa que es más hermosa y más terrible que la muerte.» -Albus Dumbledore. ━┅┄───────── ▕⃝⃤ ─────────┄┅━ One-Shots/historias cortas Grindeldore [Gellert × Albus]. Cada capítulo es independiente, no hay un orden establecido, siéntete l...