Darnell
Sabía que Diggory estaba desconcentrado, lo sentía. Pero también supe que una ola de nervios lo invadió cuando terminé de hablar, y claro, tenía que dirigirle un discreto vistazo para ver como reaccionaba. En efecto, esto causó un sentimiento raro dentro de él, el cual, claramente no supo como manejar y causó que escapara de la clase.
Decidí seguirlo, era ahora o nunca.
—Maestro, necesito dirigirme al baño —no tenía tiempo como para recibir un "no" como respuesta, así que lo hice vocalizar un permiso para mí.
—Claro —mi control sobre su mente vulnerable funcionó, como siempre. Así que salí para seguir al susodicho.
Eran ya dos veces que lo veía ser acechado por los cambia-formas, y eso me dio una pequeña teoría. Pues resulta que los cambia-formas, muy aparte de trabajar para otros seres más poderosos, tienen un tipo de rivalidad con los hominum tenebris, una especie de criaturas fantasmagóricas que son capaces de adaptar una fisonomía humana perfecta, lo que causa rencor por parte de los cambia-formas, lo sé, es probablemente la razón más estúpida para iniciar una pelea.
El punto con esto es que los hominum tenebris tienen una debilidad, y es el no poder mentir con datos que tengan que ver con su vida de criatura mágica. Un humano común y corriente no podría captar esa mentira, pero los seres superiores como yo, sí podemos.
Los hominum tenebris viven entre 200 a 300 años, y es justamente su falta de necesidad por las cosas básicas como los alimentos lo que los hace tan longevos. Diggory podría ser uno de ellos.
Logré divisar a Diggory dando la vuelta por el pasillo y me apresuré en alcanzarlo, se encerró en el baño y decidí esperar un momento para finalmente ingresar.
Supuse que se había metido en uno de los cubículos porque escuché el estruedo de un metal, no muy fuerte, pero ahí estaba. Y cuando entré, efectivamente era ello.
Lavé mis manos para no estar parado como estúpido mientras esperaba, arreglé mi cabello frente al espejo y fue en ese mismo instante que lo vi salir.
Nos vimos a través del espejo y sonreí para mi al notar que aún estaba un poco sonrojado.
Sin decir nada, Diggory se acercó al lavamanos pegado al mío y mantuvo la cabeza gacha en todo momento hasta que cuando se dirigió a la puerta le bloqueé la salida.
—Disculpa, debo pasar.— el nerviosismo era evidente en él, así que decidí aprovechar la situación.
—Te dejaré ir si antes me dejas hacerte un cuestionario.— el castaño arrugó las cejas y pareció dudar un momento pero al final respondió un "está bien". — ¿De dónde eres?
—Inglaterra.
—¿Por qué te mudaste?
—Por problemas familiares.
—¿Cuántos años tienes?
—Dieciocho.
Taché al hominum tenebris de mi lista mental rápidamente, no había dudado en su respuesta, ni siquiera un poco.
—Ven conmigo en el almuerzo.— lancé de repente y salí del baño sin esperar objeción alguna.
—¿Qué?— llegué a escuchar a lo lejos.
—Lo que oíste.— y lo dejé ahí, parado en la entrada del baño seguramente procesando lo que acaba de escuchar.
P.O.V Diggory
No tengo idea de lo que acaba de pasar, lo único que puedo decir es que fue emocionante y raro.
— ¿Cómo que darnell hizo eso? Que le pasa —.replicó Tabitha.— Lo sé, fue demasiado raro... e incómodo —respondí.— Ah, quería agregar algo más a lo que te conté... me dijo para que vayamos a la cafetería.
Tabitha se detuvo en seco y me miró desconcertada
— ¿QUÉ? —exclamó con asombro.
— Sí, pero no deberíamos ir... apenas lo conozco y pues supongo que sería algo incómodo o algo así —hablé algo nervioso
Tabitha me miró y en sancho una sonrisa junto a una mirada coqueta.— Claro, los dos sabemos perfectamente que darnell te gusta much-
Antes de que siguiera le tape la boca y la llevé al salón más cercano.
Ella estaba tratando de gritar y tratando de quitar mi mano de su boca, cerré la puerta y solté mi mano.
—¡¿Por qué hiciste eso?! Si quieres secuestrarme o algo por el estilo, avísame ¿quieres?— dijo lo primero un poco molesta pero luego comenzó a reír.
— No me gusta darnell, ni siquiera lo conozco no sé por que sales con esa idea —traté de hablar con un tono firme.
— Oye, no te hagas el heterosexual, yo he visto como lo miras y por lo que pasó hoy, probablemente él ya lo sabe —replicó.
La mire anonadado, trate de decir algo pero los nervios me ganaron.
— No le digas a nadie que soy gay... por favor— solté de repente.
Ella sonrió y se acercó a abrazarme — no te preocupes, lo siento por casi hacerlo público — habló en un tono bajo.
— Está bien, pero ¿tú crees que él tenga sospechas? —si él ya lo sabía debería considerarme muerto.
— Puede que sí, la manera en que saliste cuando él llegó... esa puede ser una razón por la que te invitó a estar con él en el almuerzo, probablemente a burlarse o jugar contigo. Pero también hay una ligera posibilidad de que aún no tenga sospecha —¿burlarse? Oh no, ¿cómo respondo yo a una burla? ¿Es mala persona? ¿Debería ignorarlo de ahora en adelante?
Tabitha reaccionó ante mi expresión asustada y solo resopló antes de hablar.
— Vamos, pase lo que pase estaré ahí —animó con una sonrisa.Salimos del salón y vi al coordinador de la escuela acercándose algo molesto.
— Señorita Lavoie y joven Crawford, ¿se podría saber que hacían encerrados en el salón de clases? —preguntó levantando una ceja.
Tabitha intercalaba entre mirarme a mi y al coordinador antes de decir algo—. Es gay —Soltó, claramente refiriéndose a mí.
La mire incrédulo, el profesor no tenía alguna expresión en su rostro. Ella me agarró de la mano y me arrastró con velocidad.
Ella se detuvo en la entrada de la cafetería y me miró, yo seguía sorprendido por lo que hizo.
—Lo siento, era lo único que tenía que decir para no tener problemas —explicó rápido.
Yo solo me quedé mirando a Darnell, que estaba hablando con 2 chicos, mis nervios comenzaron a crecer todavía más.
— Hoy es día de hamburguesas, vamos antes de que se agoten —dijo entusiasmada.
No respondí y solo la seguí, íbamos rumbo a la repisa con bandejas para ir a comprar.
—Oye, ¿notas que Darnell se pone cada día más bueno? —preguntó y soltó una risita al final, molestándome, qué maldita.
—No, no sé, está igual... —respondí mientras llevaba la comida a la bandeja.
Me dio curiosidad voltear a verlo, a Darnell, te odio Tabitha. Volví mi cabeza un poco y lo encontré mirandome fijamente mientras comía una manzana, la mandíbula se le marcaba debido a la fuerza de masticar la fruta y su mirada profunda hizo que no me pueda mover, mis manos comenzaron a temblar y Tabitha vio como estaba.
— ¿Qué pasa? ¿Tienes episodios de epilepsia?—preguntó asustada y atropellando sus palabras.
— ¿Qué? No. Darnell me estaba viendo —respondí susurrando.
Separó los labios para decir un "ah" y soltó una carcajada pero felizmente no volteó a ver a Darnell. Tuve que hacer un gran esfuerzo para moverme e ir directo a él.
Mientras rodeaba las mesas pude percatarme que el seguía mirándome, pero su rostro cambió y ahora tenía una mirada más cálida.— Diggory Crawford, pensé que no vendrías.
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Omnia Vincit Amor (Libro 1) - [LGBT]
FantasyDiggory Crawford odia tanto los problemas que hay entre las brujas y los vampiros, no solo porque sean innecesarios (como dice él), sino porque también lo prohíben de hacer ciertas cosas que, para un chico de su edad, son normales y cotidianas; esta...