Fanfic Ulquiorra x Overlord [Mundos Diferentes]

Ulquiorra x Mundos Animé 9[Shingeki no Kyojin/Naruto]

La fatiga y presión podía sentirse en el ambiente, mientras que los presentes comenzaron a jadear agitadamente.

Las cosas no marchaban bien, ni siquiera sabían en qué posición estaban.

Pero, ¿Que quería ese monstruo de poder?.

Ulquiorra los miraba fijamente.

No sólo no mostró reacción alguna, sino que simplemente dejo que los espectadores saquen sus conclusiones.

-¿Que crees que realmente está pasando?.

Ulquiorra habló, con su tono de voz típico.

Ni siquiera hacía falta decir el nombre de la persona a la cual se refería.

El albino miraba fijamente al recluta de nombre Eren.

-Yo.... Yo no lo sé, Señor. ¿Usted vino para ayudarnos con los titanes?.

Preguntó Eren, vacilante, pero con las esperanzas suficientes para empujar la palabras por su laringe, y salir por su boca.

Juro por su vida eliminar a los titanes, no obstante.

En el fondo de su consciencia sabía que eso era más un sueño, que algo posible por lograr.

Ulquiorra volvió a quedarse en silencio, pasando los segundos que parecían horas, horas infernales.

-Ya veo, entonces realmente aún eres un niño.

Seguidamente Ulquiorra se retiró en sonido, dejando la habitación en un completo silencio y ansiedad.

Erwin exhala cansado, todo esto se les fue de las manos.

Primero un recluta que se convierte en un titán pensante, y ahora lo que parece ser un hombre pálido de ropas blancas, estaba haciendo literalmente lo que quería.

No negaría que con lo que vió, se quedó estupefacto.

Sin equipo tridimensional, sin historia, y prácticamente sin manchar su blanca seda.

Logro una matanza unilateral.

Empezaba a verlo quizá como una leve esperanza de lograr la victoria, Diablos.

Incluso comenzó a verlo demasiado elegante, debía admitirlo. La seda blanca en su ropa era hermosa, y hacia juego con su piel.

Ulquiorra aparece en el cielo arriba de los muros.

Efectivamente, el muro destrozado seguía ahí, no obstante.

Ya no estaban los titanes.

Pensándo y analizando su entorno, llegaría a una conclusión.

No hacía falta siquiera filosofarlo.

¿Por qué tendría que luchar una guerra que no era suya?.

¿Por qué ayudar a otros, cuando tiene un problema que resolver?.

¡Que se jodan!.

No obstante, algo le decía que eso en algún sentido estaba, ¿Mal?.

¡Demonios!.

Incluso comenzó a sentir empatía por aquellos que apenas conoció, e intercambió unas palabras.

¡Si!, Cuidaba del reino de la espada como si fuese un tesoro.

Pero en ese entonces no lo hacía por cariño o por que sintiera empatía, era más cómo cuidar tus experimentos.

Incluso cuando tuvo a sus hijos los vio como experimentos.