|El harem de Bakarina| One-Shot's Y Anécdotas

Lazos sanguíneos

Pareja: Gerald x Alan.

Capítulo especial para yourwaifuh.

¡No comentarios ofensivos, por favor!

Advertencia: Capítulo hard, versátiles, incesto.

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Los sonidos se intensificaron, mientras los gemidos resonaban por toda el cuarto, chocando contra las delgadas paredes de la habitación del chico mayor.

Gerald entraba y salía rápidamente del agujero de su hermano menor, dejándolo más adolorido con cada fuerte embestida.

—G-Gerald —Decía el peligris entre gemidos, excitándose más cada que veía el rostro y cuerpo sudado de su hermano mayor. El sudor recorría el cuerpo de Gerald, yendo desde su frente para después caerse y perderse en la cama. —Más, dame más. —Rogaba el menor.

Gerald sonrió sádicamente. Realmente su hermanito sabía cómo excitarlo.

El rubio se separó del peligris, sacando su pene de la entrada del menor, dejándolo con un sentimiento de abandono.

—¿Gerald? —Observó cómo el rubio sacaba un pequeño vibrador de uno de los cajones. El miembro del peligris dio un brinco, excitándose de tan solo pensar en que aquel juguetito estaría dentro de él en los próximos segundos.

—Lámelo. —Ordenó el rubio, metiendo con brusquedad el pequeño juguete en la cavidad bucal del menor de los hermanos. Alan no tuvo más opción que obedecer, humedeciendo con su saliva al pequeño juguete rosa.

Tras un tiempo, Gerald le sacó el juguete de la boca a su hermano, metiéndolo en su propia boca, revolviendo su saliva con la de su hermano.

—Si puedes aguantar esto —Habló Gerald, posicionando el pequeño aparato en la entrada del menor —, te daré un premio. —Terminó de decir el mayor, introduciendo el aparato hasta lo más profundo.

Alan se retorció al sentir aquel frío juguete dentro de él.

—No me gusta —dijo el menor.

—Vamos bebé, hazlo por mí. —Pidió el rubio.

Alan negó. —Yo quiero tu pene. —El miembro del tercer príncipe era mucho más grande, caliente y placentero que aquel aparato rosa.

—Te sentirás bien. —dijo el rubio, mostrando el control del vibrador. Primero empezó con el nivel 1, haciendo que el menor sintiera cosquilleos en sus paredes internas. —Es tan excitante, amor. —dijo Gerald, acariciando las blancas piernas de su amante. Tomó nuevamente el control y subió el nivel hasta el 2, haciendo estremecer a Alan, quién empezó a gemir.

—Eres tan hermoso. —dijo Gerald, observando las expresiones de placer del menor. —Decías que no te gustaba el vibrador pero puedo ver que lo disfrutas bastante, cariño.

—Yo quiero el tuyo, por favor métemelo. —Alan abrió su agujero con sus dedos, dándole la invitación a Gerald de entrar, pero este negó con la cabeza.

—Aún es muy pronto, bebé. —Gerald subió la intensidad al nivel 3, haciendo que Alan encajara sus uñas en la piel del rubio, sacándole un poco de sangre. —Wow, realmente te gusta el nivel 3. —dijo Gerald, observando como del miembro de Alan empezaba a gotear. Con un dedo, lo detuvo. —Todavía no te puedes correr, mi vida.

Los gemidos desenfrenados de Alan solo hacían excitar al rubio, quién tenía una enorme erección que le dolía por no atenderla.

El rubio le dio una lamida al pezón izquierdo, mientras que pellizcaba al derecho. Continúo mordiendo y lamiendo toda la piel pálida del menor. Mientras tanto, Alan moría por todas las sensaciones que le proporcionaba su amante rubio.