Tratando de estudiar

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Pareja: Male María (Mario) x Catarina

Capítulo especial para Sylph_2709.

¡No comentarios ofensivos, por favor!

Historia ambientada en la actualidad.

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Las horas que Catarina pasaba en la biblioteca junto a los libros y a los dulces eran geniales para ella, puesto que eran sus actividades favoritas y las disfrutaba como no tenían idea. Pero aquel día soleado era diferente al resto, ya que Catarina, aparte de estar estudiando en la biblioteca, cosa que no le gustaba, ella no se encontraba sola, sino que estaba acompañada de su guapo e inteligente novio, Mario, un chico alto de tez clara, ojos azules y unos cabellos dorados tan brillantes como el sol que dejaban ciega a la chica.

—Catarina, ponme atención. —Pedía Mario, observando que, desde hace rato, la chica se le queda mirando mientras sonreía tontamente y suspiraba. —Los exámenes empiezan mañana y aún no has estudiado.

Catarina observó como el chico pasaba un mechón de su cabello por detrás de su oreja izquierda, pareciéndole encantador aquella acción.

—¡Catarina!

La chica salió de sus pensamientos de una adolescente enamorada.

—¡Lo siento, es que eres tan guapo! —dijo con sinceridad la chica, ganándose un suspiro por parte de su novio.

—Creo que debemos cambiar la manera de estudiar. —dijo Mario, pensando en alguna manera para que Catarina estudiara y no reprobara los exámenes de mañana.

Catarina se acurrucó en el hombro de su novio, a lo que el rubio le empezó a dar mimos a la chica, acariciando su cabello lacio y largo. De repente, un recuerdo le llegó de golpe al chico, haciéndolo sonrojar de tal manera que parecía un tomate humano.

—¿Qué pasa, Mario? —Preguntó Catarina, confundida. La pareja se llamaban por su nombre, es decir, no se decían apodos tiernos o románticos en público, puesto que a ambos les daba vergüenza, pero esto cambiaba cuando estaban a solas.

El rubio se separó de la castaña, intentando calmarse.

—Escucha, Catarina —El chico hizo una pausa antes de continuar —, esto es por el bien de tus estudios. —Catarina no entendía lo que le decía su pareja, así que optó por preguntarle.

—¿De qué hablas? ¿Qué vas a hacer?

El rubio tomó a Catarina de sus mejillas y depositó un suave y rápido beso en los labios de su novia. Catarina se ruborizó por aquella acción.

—Esta será tu recompensa cada que respondas bien, si pasas con más de 80 los exámenes, te daré una recompensa mejor.

Motivada, la chica gritó, olvidando por completo que debía de guardar silencio en la biblioteca. —¡Entonces voy a contestar todas bien y pasaré los exámenes con 100, no con 80!

—¡Shhh! —dijeron los otros clientes, callando a la chica de cabellos largos.

—Perdón. —Se disculpó la chica con los presentes.

La pareja empezó a estudiar, evitando distracciones con esfuerzo y disfrutando de sus últimos momentos antes de que el infierno que vendría con los exámenes llegara.

—Resuelve estas ecuaciones, si respondes todas bien te cocinaré tu postre favorito.

—¿Pay de limón?

—Pay de limón será.

La chica, motivada, empezó a resolver las ecuaciones, impresionando al rubio por la rapidez en que resolvía los problemas.

|El harem de Bakarina| One-Shot's Y AnécdotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora