17 El Hechizo

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A la mañana siguiente, Byron despierta con los sutiles sonidos de los cristales resonantes, una manta de sombra cubren sus cuerpos desnudos y el césped es lo suficientemente suave como para que estén cómodos.  Raine aun duerme, Byron se levanta con cuidado y comienza a vestirse, está pensando en ir a Aerescia por unos nebula yummies para Raine, está seguro de que va a despertar con los ánimos por el suelo.  Byron besa la frente de su compañera con mucho cuidado de no despertarla y después de vestirse, se teletransporta a la gran ciudad.

Raine depierta un poco confundida al principio, pero luego recuerda en lo que ocurrió ayer, con mucha pereza se sienta teniendo cuidado de cubrirse su torso, frota sus ojos y suspira con los sonidos de las gemas resonantes, al menos estas le dan un dulce despertar.  Pero al ver que su compañero no está a su lado Raine se preocupa, pero no dura ni un segundo.

"Hola dormilona."   Escucha Raine a sus espaldas.

Al volverse, su compañero está sentado en una roca muy sonriente y le muestra algo que le levanta los ánimos, un delicioso cupcake y una malteada nebulosa la esperan junto con su compañero.  Raine se levanta, luego de vestirse rápidamente se abalanza a las golosinas y las devora con gusto, mientras tanto Byron le da espacio para que disfrute su desayuno.  Al terminar, Raine siente que la vida vuelve a ella y Byron le acaricia la cabeza de manera juguetona.

"¿Mejor?"

"Oh si, es el mejor desayuno que he tenido en años."   Dice Raine, luego se arrepiente de haber dicho esas palabras, porque los mejores desayunos los tuvo gracias a la Sra. Jenkins.

Luego, ella suspira y abraza a Byron, él le devuelve el abrazo y ambos se quedan así por varios segundos, Raine trata de concentrarse en las entonaciones de los cristales para relajarse y Byron acaricia su espalda.  Ella no quiere recaer en la tristeza, piensa en el momento que compartió con su compañero y también en el momento que están pasando ahora.  No tiene sentido seguir llorando por la Sra. Jenkins, ella está ahora en un lugar mejor y probablemente cuando vuelva a nacer, podrá reencontrarse con el Sr. Lawrence y con suerte tendrán una mejor vida juntos, eso se dijo Raine para seguir adelante con su vida.  Ella concentra sus fuerzas, levanta su cabeza y mira a Byron con determinación, no va a deprimirse, a la Sra. Jenkins no hubiese querido eso.

"¿Estás bien schatz?"   Pregunta Byron un poco preocupado por su compañera, Raine asiente rápidamente y fuerza una sonrisa.  Piensa en la respuesta que le dará a Byron, decide ser honesta.

"Lo estaré."   Responde Raine.

Byron suspira, entiende la situación en la que está pasando su compañera, a pesar de ver la tristeza en sus ojos, se tranquiliza al ver también determinación y fortaleza, entonces supo que ella va a estar bien. Raine se separa de Byron y lo invita a sentarse, ella tiene algo que conversar con él antes de iniciar el día.   Entonces, le muestra la gema que le regaló Lady Hitomi, Byron la observa completamente sorprendido y con algo de duda, toma la gema para verla más de cerca.

"¿Esto es lo que creo que es?"   Pregunta Byron sin quitarle los ojos de encima a la gema.

"Es una galaxita, si."

"¿Dónde lo conseguiste?  Esto es prácticamente imposible de encontrar."   Pregunta Byron desviando su mirada a Raine completamente confundido.

"Te lo diré.  Pero prométeme que quedará entre nosotros."   Dice Raine, Byron le promete que no le dirá nada a nadie.

Raine le cuenta del predicamento de Lady Hitomi, luego le pidió ayuda a Nico y a Phi y gracias a una de las semillas de la Vida que le dieron, Lady Hitomi le regaló una de sus poseciones más preciadas, porque según ella, los Phoerivors podrían usarlo mejor.  Byron asiente comprendiendo la historia, no le sorprende que Lady Hitomi tuviera una galaxita en su poder, pero si le molesta que los Kharadros hayan tomado represalias por haberlos ayudado.

Drakalvania: La Larva de BielarqDonde viven las historias. Descúbrelo ahora