Capítulo 14 🍭

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— ¡Date prisa, Seung, el salón se está llenando! —llamó Guang a la par que tomaba asiento detrás de Yuri y Jean, el coreano entró al salón con esa peculiar expresión suya.

— No tienes que gritar, Guang, escucho perfectamente bien y... —el pelinegro frenó en seco cuando vio la imponente silueta delante suyo, sus ojos se abrieron tanto como era posible, sus extremidades parecieron perder fuerza, su corazón se aceleró tanto que necesitó recargarse en una de las mesas para evitar caer, no era posible lo que estaba viendo, ese no podía ser Jean y mucho menos... Jean no podía estar al lado de la persona que más odiaba en su vida. — Tú... —

La mirada de JJ se posó sobre el rostro ajeno, sonriendo con una genuina expresión de sorpresa al reconocerle — Ah ¿Seung Gil, cierto? —cuestionó, poniéndose de pie para saludar al pelinegro que de inmediato hizo una marcada venia, respondiendo al saludo del más alto. —Que sorpresa encontrarte aquí, nunca imaginé que fueras alumno en la clase de Yuri.

La amable sonrisa del moreno no desaparecía, siempre tan radiante, dejando ver esos blanquecinos dientes y angelical rostro que en los últimos días había sido lo único en la mente de Yuri, pero ahora esa sonrisa no era para él, era para ese coreano idiota que tan mal lo había tratado desde su llegada a esa escuela, pero eso era lo de menos en ese momento, su corazón latía, pero no como solía hacerlo cuando estaba con Jean, latía temeroso, con celos, tantos que incluso su pequeño cuerpo se estremeció ante aquel sentimiento que experimentaba por primera vez.

Quería las sonrisas de Jean para él, solo para él mismo.

— ¿Yuri? —cuestionó Jean, le había llamado varias veces, pero al no tener respuesta del menor optó por moverlo un poco — ¿Estás bien? ¿Quieres que vayamos a casa?

Al escucharlo Yuri pudo suspirar un tanto más aliviado, incluso sonrió un poco, ahora incluso veía como algo tonto dejarse llevar por los celos, él compartía su hogar con Jean, su cama, absolutamente todas sus posesiones materiales, no había nada que temer, menos de un niño más pálido que la leche.

— Estoy bien, Jean —respondió con una sonrisa más amplia, provocando en Seung un gesto de hartazgo.

— Entonces, Jean-ah... ¿eres algo de Yuratchka? —cuestionó el coreano sin titubeos, necesitaba saber la relación entre ellos dos, necesitaba saberlo con urgencia para saber que terreno estaba pisando en cuanto a Jean.

— Oh, soy su tutor —respondió con seguridad el moreno, a la par que despeinaba suavemente a su rubio — Así que nos estaremos viendo a menudo, Seung Gil.

— Por supuesto, sobre todo por los negocios con mi padre, será todo un placer tenerte cerca, Jean —y con ello el pelinegro se despidió, no sin antes hacer una corta venia y pronto dar media vuelta, intentando ocultar el evidente sonrojo en su pálido rostro.

En ese momento se escuchó el rechinido de los dientes del rubio, observó fijamente el rostro del moreno, era obvio que no había entendido aquella indirecta final, era tan idiota que en ese momento sentía odiarlo.

Odiarlo por idiota, por amable, por ser tan guapo, por oler tan bien, por tener un cuerpo de dios griego y por todas las sensaciones que provocaba en el cuerpo y corazón del pequeño ruso.

— Yuri qué te parece si está noche...

Jean no pudo continuar hablando, un sonoro golpe en su mano calló su voz, al mismo tiempo que observaba confundido al menor — ¿Qué hice?...

— ¡Ah, lo peor es que nunca te das cuenta de lo que haces, idiota!

Exclamó lo suficientemente bajo para que solo pudieran oír ambos, pero aquello que antes eran celos ahora era el más puro coraje, gruñó y decidió salir del salón, dejando a Jean aun más confundido que antes, pensando en ir tras él, pero el profesor de Yuri entró, pidiendo que todos tomaran asiento.

— Oh, ¿el gatito travieso salió?

Cuestionó Viktor al ver el asiento de Yuri desocupado, pregunta que sacó a Jean de sus preocupaciones al escuchar aquel "gatito travieso".

— ¿Disculpa?

— Ah, no, no es nada —negó con su palma mientras le dedicaba una sonrisa burlona, dejando al moreno con el ceño fruncido, ¿en verdad había llamado a su chico así? Maldito idiota.

El peliplateado comenzó la junta de tutores mientras Jean solo observaba por la ventana, esperando que aquel gatito regresara pronto.  

Sugar Daddy 🍭(Pliroy)Where stories live. Discover now