Capítulo 11 🍭

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Esos brazos rodeando su cuerpo, ese varonil aroma que relajó como nunca al más bajo, los fuertes latidos del corazón del canadiense resonando en el oído del rubio.

Desde que su abuelo falleció jamás se había sentido tan seguro en los brazos de alguien.

Sus brazos se aferraban con fuerza a ese fornido torso mientras tibias lágrimas comenzaban a descender por sus mejillas.

El alto chico escuchó el débil sollozo del menor y acariciando con suavidad su espalda buscó su mirada.

—Yuri... ¿ha pasado algo? ¿qué tienes, cariño? —Jean bajó su mirada hasta dar con la ajena y llevando sus manos a las frías mejillas del menor comenzó a limpiar sus lágrimas. —¿Me extrañaste tanto? —preguntó entre suaves risas, el rubio negó y rápidamente terminó de limpiar su rostro. —¿Entonces? ¿qué ha pasado? Nunca imaginé que me recibirías con lágrimas, gatito.

—No es nada en especial... creo que soy alérgico a ti. —soltó riendo un poco.

Al ver aquella sonrisa fue imposible que el corazón de Jean no comenzara a palpitar con fuerza a la par que sus mejillas comenzaban a teñirse de rojizo, ese niño era la persona más bella que Leroy había visto en toda su vida; rostro angelical, un cuerpo de infarto, su piel nívea y suave como terciopelo, su mirada felina que tenía más que grabada en su mente y en su alma, ese abrazo que habían compartido segundos atrás solo le había servido para confirmar lo que ya tenía más que claro:

Estaba total y perdidamente enamorado de Yuri Plisetsky.

Nuevamente y antes de que Yuri pronunciara palabra alguna Leroy le tomó en brazos, abrazándolo con tanta fuerza que los ojos del menor se abrieron como platos, totalmente sorprendido por la efusividad del más alto. — J..Jean... nos pueden ver... basta... —eso decían sus labios pero esas mariposas en el estómago, aquellas de las que tanto le había hablado su abuelo, al fin las estaba sintiendo gracias al chico canadiense, su corazón se sentía tan en paz, tan lleno de amor y con tanta calma que podría quedarse dormido en esos fuertes brazos en cualquier momento.

Ninguno de los dos sabía cuánto tiempo llevaban abrazándose de aquella forma y en realidad no les importaba en lo más mínimo, solo necesitaban seguir así, disfrutando de la calidez del otro, rozando de vez en vez sus mejillas entre suaves risitas.

Georgi, que miraba con diversión la escena se acercó al moreno y con una suave palmada en el hombro le llamó la atención. — Odio interrumpir tan conmovedora escena pero... no tardan en salir los chicos de la escuela, creo que sería algo difícil explicar un abrazo tan... amoroso ¿verdad? —si las miradas mataran Jean hubiera asesinado en ese momento a Georgi, pero tenía razón, no quería causarle problemas a su amado gatito así que a regañadientes soltó a su pequeño, en cambio tomó su diestra y lo guio hasta que ambos entraron al auto junto a Popovich y de inmediato emprendieron marcha hacía el departamento de Plisetsky.

[Clase avanzada de francés]

Nous on fait l'amour on vit la vie, jour après jour nuit après nuit... ¡Ah! ¡No puedo concentrarme! —el pelinegro llevó sus palmas a su rostro, tallando con fuerza éste para intentar despejarse.

— ¿Qué ocurre? Hasta estado distraído toda la clase. —cuestionó el bonito chino con una dulce sonrisa en su rostro. — Será qué... ¿alguien ha robado el corazón y pensamientos de nuestro Seung Gil? —

Solo bastó decir esas palabras para que el rostro del coreano se tornara rojizo, provocando estruendosas risas en su amigo. — ¡Lo sabía! ¡Anda, cuéntame! —

— No es solo por él, el nuevo chico, ese rubio tonto, Yuri Plisetsky tiró mis carpetas y se revolvieron mis hojas... nunca me había estresado tanto alguien... Además... el otro chico no es de esta escuela, de hecho es mayor...—

—Ehh... ¿Entonces? Tienes que platicarme todo, tú sabes toda mi historia con el profesor Leo, tienes que contarme ahora mismo la tuya, Lee Seung Gil. —

—No es lo mismo, Guang... él... es el nuevo inversionista de la empresa... Jean Jacques Leroy. —

— ¿¡El Presidente de Leroy Corporation!? —el más bajo exclamó tan fuerte que fue necesario que el pálido chico se levantara de su asiento para cubrirle la boca. — ¡Shhh! Sí... él... Tuvimos una fiesta en casa para celebrar el convenio y... Estoy enloqueciendo, no puedo olvidar ni por un instante su perfume, su torso bien formado, esa morena piel, sus brazos que por unos instantes me tomaron y... ¡AHHH ME VOY A VOLVER LOCO! —soltando a su amigo dejo caer su frente sobre la mesa bruscamente, sorprendiendo al pequeño chino.

—Ay... Seung Gil... estás enamorado.  

[Departamento de Yuri]

—Muy bien, señor Popovich, infórmeme acerca de lo que ha acontecido en la vida de mi gatito hermoso. —Jean estaba sentado en la cama con Yuri en su regazo cual gatito, la tenue sonrisa en el menor era como un suave ronroneo, dejaba ver la calma que sentía el rubio en ese momento.

—Veamos... —Georgi tomó su agenda y fue dando salto y seña de todas las actividades que Yuri había llevado en esos días; desde sus tareas hasta lo que hizo en clases, haciendo especial énfasis en la junta que tendrían al día siguiente para ordenar todo lo referente a la vida escolar del rubio.

—¿Debo ir yo? —susurró sobre los labios del menor, acariciando con lentitud sus costados.

—Tú eres su tutor, Jean. —respondió de inmediato Georgi, desviando su mirada ante semejante muestra de afecto.

—De acuerdo, mañana estaré en tu escuela, además así verán que mi gatito no está solo y que entre menos te miren mejor, no quiero sacarle los ojos a alguno de esos niños. —murmuró entre risas, hundiéndose más en las caricias y mimos que le brindaba al menor que solo se removía entre sus brazos cual felino. 

Sugar Daddy 🍭(Pliroy)Where stories live. Discover now