Capítulo 7 🍭

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Ottawa, Canadá.

—Entonces si invertimos en las acciones de la compañía Yang puede que las nuestras se eleven hasta un... —Otabek volteó solo para encontrarse con JJ pegado al móvil, mensajeándose con la persona que lo tenía más distraído de lo normal desde hace varias semanas: Yuri.

El kazajo suspiró profundamente a punto de perder la paciencia dejo los documentos sobre la mesa. —¿Vas a poner atención o no?

Jean esbozó una sonrisa ladina dejando su teléfono a un lado. —Tú haces lo mismo con Mila, además... es el primer día de escuela de Yuri, tengo que acompañarlo de algún modo.

—¿Has pensado en abrir otra compañía en Rusia? Digo, para que estés más cerca de él —dijo Otabek con sarcasmo pero el canadiense ensanchó su sonrisa, tomando en serio aquellas palabras.

—Hey... —rápidamente se puso de pie el moreno. —No es mala idea... ¡Otabek eres un genio! necesito hablar con mi padre ahora mismo—antes de que el más bajo pudiera objetar algo JJ salió corriendo de la oficina, dejando a su amigo más que confundido que de costumbre.

Jean llegó a su casa lleno de emoción ¿cómo no lo había pensado antes? De esa forma podría estar cerca de su adorado gatito y además lograría expandir la empresa.

Aunque, por supuesto, no diría que el motivo de su repentina idea era un rubio de 16 años.

—Buenas tardes, padre —saludó alegremente mientras entraba al despacho de su progenitor.

—Hola hijo —contestó con un poco de asombro. —Creí que estabas en la empresa ¿pasó algo?

—Regrese temprano porque he estado pensando en algo y quería que me dieras tu opinión —dijo a la par que se sentaba frente a él.

—Claro, dime, que sucede.

—¿Recuerdas que hace unos meses dijiste que sería bueno expandir la compañía?

—Sí, pero no estabas muy convencido.

—Pues ahora lo estoy.

—¿Cómo?

—Así es padre, necesitamos ampliar la compañía hacia otros países, tenemos el capital y estamos atravesando por la mejor racha que hemos tenido en años ¿qué mejor momento que este?

—¿Tienes en mente algún país?

—¿Qué te parece Rusia?

—¿Rusia? ¿Por qué?

—Es un país en constante crecimiento donde cualquier empresa prospera, además de abrir las puertas para el comercio de ambas naciones, estoy seguro que al primer ministro le agradara la idea.

—Tengo que confesar que me impresiona tu iniciativa, hijo, estoy orgulloso de ti, contigo sé que la empresa está en buenas manos.

—Gracias, padre.

Se sentía ligeramente culpable porque su principal motivo no era la empresa de igual forma estaba feliz.

Su obsesión por ese niño iba más allá de sí mismo, solo un beso lo había atado por completo al ruso.

Necesitaba más de él.

Rusia.

Mientras Jean festejaba que pronto estaría junto a su gatito éste sufría la soledad del primer día de clases. La hora del almuerzo había comenzado, todos estaban con sus respectivos amigos, Yuri era el único que estaba solo. Dio una mordida al pirozhki que Georgi le había preparado esa mañana, a pesar de saber bien no se comparaba al que solía hacerle Mila.

Sugar Daddy 🍭(Pliroy)Where stories live. Discover now