El contacto humano no era su fuerte pero sabía que tenía un contrato por cumplir, de otra forma Yuri jamás lo hubiera aceptado, nunca se había comportado así con nadie, pero tampoco le disgustaba como él llegó a pensar, estar sobre las piernas del moreno era una sensación tan cálida, Leroy le demostraba tanto afecto, le daba cuidados y tiernas caricias todo el tiempo, le dedicaba tiernas miradas que le hacían sentir nervioso y a la vez la más pura felicidad junto a sentimientos que dejaban totalmente confundido al rubio, sobre todo porque no sentía malicia alguna por parte de Jean, no, al contrario, podía sentir la mayor sinceridad en cada una de sus muestras de cariño.
Jean pasó la tarde desempacando los cientos de regalos que había llevado para su amado gatito; un celular nuevo, laptop, camisas, jeans, chaquetas, botas, collares, lentes, todo de las más lujosas marcas, prendas que en un principio se negó a aceptar pero, en una ausencia momentánea de JJ, Georgi se encargó de recordar el contrato que ambos tenían, recibir aquellos costosos regalos era parte del trato.
Yuri no tuvo más remedio que dejar de negarse y aceptar todos los obsequios de Leroy.
Una vez que terminó de sacar la mayoría de cosas de las enormes maletas notó que dos elegantes bolsas rojas se quedaron en el fondo de éstas, sintiendo una gran curiosidad por ellas el rubio se acercó de a poco hasta tomar una, pero antes de poder abrirla la voz del moreno le sobresaltó, haciendo que la dejara caer.
-Oh no, joven Plisetsky, esas bolsas son una sorpresa que todavía no estás preparado para ver. -dijo con una brillante sonrisa que por algunos segundos deslumbró por completo a Yuri, provocando las risas del mayor. -Anda, gatito, vamos a dormir, mañana debemos despertar temprano.
Y con ese "vamos" era más que claro que ambos dormirían juntos.
En primer lugar porque la cama de Yuri era demasiado inmensa para él solo, igualmente no había otra cama en la casa, además esa era una de las cláusulas del contrato, tener esa clase de contacto íntimo aunque ello no significaba que Jean forzaría a Yuri a hacer algo que éste no quisiera, si bien JJ había "comprado" al rubio él jamás dañaría a su precioso gatito.
Ni siquiera se lo podía explicar, sí, sentía deseo por ese precioso chico pero era aún más grande ese sentimiento que estaba floreciendo desde el primer momento en el que vio su fotografía en aquella página.
Yuri entró a la cama donde ya se encontraba Jean recostado, tan tranquilo como si ya hubieran compartido el mismo dormitorio antes, el corazón del rubio comenzó a latir con tanta rapidez que pensó que en cualquier momento se desmayaría, no sabía si estaba nervioso o incluso emocionado, era un mar de emociones las que se habían adueñado de su ser, fue por ello que se mantuvo sentado en el borde de la cama, mirando a un punto fijo en el piso mientras JJ reía internamente, tan enternecido que solo pudo cubrir su rostro con la cobija para evitar que Yuri notara sus gestos y se avergonzara más.
No supo con exactitud cuánto tiempo había pasado ya, quizá fueron varios minutos porque al voltear se encontró con un Jean completamente dormido.
Finalmente pudo suspirar con tranquilidad y entrar a la cama para hacer lo mismo.
Plisetsky estaba acostumbrado a dormir solo, solo con su pequeña mascota a sus pies o en alguna parte de la cama, pero está vez buscó el calor en los brazos del moreno que, aunque estaba totalmente dormido, acurrucó a Yuri contra su pecho, los ojos del rubio se abrieron con sorpresa y observó detenidamente el rostro del mayor por algunos segundos, no habían compartido tantos momentos juntos pero... ese hombre comenzaba a colarse con la fuerza de un huracán en lo más profundo de su corazón, esos gestos infantiles pero su mirada tan transparente y amorosa, su reluciente sonrisa, ese precioso tono de piel que le incitaba a tocarla, delinearla con las yemas de sus dedos y adorar cada parte del cuerpo del pelinegro y es que ¿cómo no pensar en ello? Sí, Yuri era más joven que Jean por algunos cuantos años, ignoraba la experiencia sexual de Leroy pero... Dios, en ese momento era total presa de sus más ocultos deseos, deseos que ninguna otra persona había despertado en él.
El corazón de Yuri comenzó a latir con fuerza, tener los fuertes brazos de Jean a su alrededor de esa forma, sentir por completo del calor del cuerpo ajeno, sus cuerpos se acoplaban de una manera tan sensual que la rodilla de Yuri alcanzó a rozar el miembro de Jean, solo ese toque bastó para acelerar todos los sentidos del rubio, se sentía grande, más de lo que hubiera imaginado y nuevamente su imaginación comenzó a volar.
Su entrepierna comenzó a punzar y fue solo esa molestia la que le hizo despertar de todas las escenas que su mente ya había creado.
Y en ese momento como si de un balde de agua helada se tratara llegó a su mente aquel último punto en el contrato que había firmado con Jean. - No... ¿qué estoy pensando? - Yuri no podía estar sintiendo algo por JJ, no, solo era algo común en su edad, sentir esa clase de deseos carnales, al menos eso era lo que el rubio se repetía una y otra vez pero cada que observaba el rostro del mayor nuevamente volvía a dudar, en ese momento no podía poner en orden sus pensamientos, solo quería disfrutar de la calidez ajena y descansar, varios minutos después el sueño finalmente venció a Yuri.
Ambos habían caído en un sueño tan profundo, reconfortante, jamás habían descansado de una forma tan placentera, tanto Yuri como JJ se habían aferrado el uno al otro, como si tuvieran miedo de que alguno de los dos se fuera de ese hermoso sueño que estaban teniendo.
Solo el delicioso olor del desayuno fue el que hizo despertar a ambos chicos que al verse tan cerca solo sonrieron cómplices, con las mejillas ligeramente rojizas pero en sus rostros solo podía caber una inmensa sonrisa.
- Buenos días, baby... -susurró Jean mientras besaba las mejillas de Yuri, éste soltó un muy bajo gemido, no podía creer la forma en la que su cuerpo estaba reaccionando al más mínimo roce del moreno. Y de nuevo ahí estaba Leroy y su forma de ser tan desinhibida; tan pronto se puso de pie comenzó a quitarse la pijama hasta quedar solo en boxers, mismos que en cuanto tomó una toalla salieron volando, cayendo sobre la cama, en los pies del rubio. - Tomaré una ducha, gatito, alístate también que pronto nos iremos a la escuela. -el menor no escuchó nada, todos sus sentidos estaban concentrados en admirar el cuerpo de dios griego que tenía Leroy, esos músculos, su piel perfectamente bronceada, ese trasero que lucía tan firme y redondo pero sobre todo recordar el tacto de su rodilla sobre aquel inmenso bulto en medio de sus piernas...
- ¡BASTA, YURI PLISETSKY! -Yuri estuvo a nada de cachetearse pero si de repente aparecía Jean ¿qué explicación daría? - Al diablo... -tomó su uniforme y se dirigió al segundo baño para comenzar a alistarse, comenzando por una ducha de agua helada para controlar sus pensamientos.
- Buenos días, señores Leroy ¿qué tal pasaron su primera noche juntos? ¿hicieron un pre-ensayo de la luna de miel? -saludó Georgi sonriendo con picardía, gesto que provocó las suaves risas de Jean muy al contrario de la reacción de Yuri cuyas mejillas se enrojecieron al recordar los pensamientos que había tenido con Leroy como protagonista.
Pero Yuri continuaba insistiendo en que solo eran los efectos de la adolescencia.
Georgi sirvió el desayuno y comenzó a enumerar todas las cosas que tenía que hacer Jean, empezando por la reunión en la escuela de Yuri, ir a ver el edificio donde estaría su oficina, salir a comer con algunos accionistas y cientos de cosas más, Yuri observó con tristeza su desayuno, pensó que podría pasar más tiempo con Jean pero al parecer el pelinegro iba a vivir trabajando en Rusia.
Todos terminaron de desayunar entre animadas pláticas y risas hasta que el asistente personal vio su reloj, era hora de salir, Georgi fue por el auto y mientras Yuri estaba esperando en la acera Jean le abrazó por la cintura con fuerza, siendo imposible que su miembro no rozara los glúteos de Yuri. - Sé que parece que tengo demasiado trabajo pero si vine hasta acá fue por ti, porque quiero estar contigo y ten por seguro que así será, vamos a pasar tiempo juntos, gatito. -JJ selló aquella promesa con un tierno beso en los labios del rubio que estaba totalmente mudo, con el rostro tan rojo y el corazón tan agitado que sentía que en cualquier momento iba a desmayarse. - Luces jodidamente sexy con el uniforme, cariño. -Georgi llegó con el auto y Jean se separó de él no sin antes dejar una suave mordida en el lóbulo del menor, literalmente el más bajo parecía un gatito ante la presencia de un león que parecía querer devorarlo.
Y definitivamente el gatito también quería ser devorado.
- ¡Date prisa, Yuri! ¡Llegaremos tarde! -exclamó Georgi en medio de las risas de Jean que ya se encontraba en el asiento trasero del auto, Yuri de inmediato subió al auto.
Por fin comenzaba su vida al lado de Jean Jacques Leroy y a pesar de los nervios que eso le causaba no podía estar más feliz.
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Sugar Daddy 🍭(Pliroy)
Fiksi PenggemarEl rubio necesitaba dinero y el otro tenía tanto como para comprar su compañía. Un contrato con las reglas en claro y un "NO ENAMORARSE" como punto final. Por supuesto que uno de los dos la rompería.