No sabía qué hacer, se veía entre extrañado y aliviado. No podía moverme mucho, pero ansiaba que me abrazara, y sin embargo, lo primero que hizo fue enojarse, se enojó mucho, casi diría que explotó. Era un lindo manojo de nervios. Sería extraño que Shadow no se enojara. "¿Por qué no me esperaste? ¿Acaso estás loca? ¿Sabes lo preocupado que estaba? No me vuelvas a hacer esto Amelia, no vuelvas a irte". Luego de descargarse, y mientras yo lo escuchaba pacientemente, comenzó a lagrimear. Se arrodilló en el bordé de la cama, y sostuvo mis sábanas con fuerza, mientras que alcanzaba el extremo de los gritos y bajó la cabeza para que no lo viera llorar. Un enfermero pasó mirando por le ventana de la puerta, porque, he de suponer, todo el hospital estaba escuchando como insultaba al aire, y gritaba como loco. Con una seña le hice saber que todo estaba bien, aunque no hiciera falta y se fue.
Luego de unos minutos, ya no le quedaban fuerzas para nada, se veía destruido; amargado, débil. Casi peor de como estaba cuando despertó. Se había tranquilizado. Inconscientemente, me hizo acordar a un gatito, un pequeño cachorro de pantera, así que llevé mi mano a su cabeza y lo acaricié lentamente. Retrocedió sobresaltado, aunque luego, levantó la cabeza dejándome ver sus hermosos ojos rojos, de ese carmín tan único. Se levantó del suelo, y tomó mi cara, dejándome a la deriva, me sentí indefensa frente a él. Mi rostro está horrible ahora, pensé inútilmente. Acarició, miró fijamente cada una de mis facciones, casi pareciera que las quería memorizar. Se acercó hasta mi cara y besó en la frente, bajó lentamente dejando un camino de sus labios, hasta llegar a los míos. Era mágico, hasta pensé que todavía seguía durmiendo, engañada por un sueño. La manera en que todo se desvanecía por su simple toque, y el dolor que acumulaba junto con mi estrés, eran como una leve brisa de primavera. Incluso continuó su camino, hasta mi hombro derecho, donde ese horrible tumulto de piel corrupta se encontraba. Lo besó una y otra vez, como sí le diera importancia a todo, como sí supiera cuánto odiaba esa cosas desde que la vi. Trataba de aliviar la sensación de asco que me daba al verla, al sentirla. Volvió a besarme, se sentía nostálgico. Apoyó su frente sobre la mía, y dejó salir un suspiro de alivio; la maquina de mis latidos pitó fuertemente. Qué hermoso es, pensé.
Ya no podía imaginarme un día sin él, un celular sin sus mensajes, un beso que no provenga de sus labios. Ya no. Asustaba, pero me hacía sentir fuerte estar a su lado, después de tanto tiempo; él me seguía queriendo a pesar de toda esta mierda.
Luego de un tiempo, lentamente nos separamos, porque había que hablar, seriamente no quería. Sin embargo, la policía seguramente querría mi testimonio, y hasta ahora me sorprendía de que no hubieran aparecido por el hospital. El único que podría contestar mis preguntas en este instante era Shadow, aunque se veía horrible y no quería que recuerde todo esto. El deber ciudadano no debería ni tendría que esperar, ¿No?—Knuckles...—comencé por nombrarlo, y solamente con eso el rostro de Shadow se ensombreció; parece que lo pasó mal.
—¿Sabes? Cuando llamaste a la estación de policía, yo estaba ahí. Habíamos estado colaborando, les expliqué la situación, me preguntaron porqué no confié en ellos cuando la situación lo ameritó.—tomó mi brazo huesudo, y juntó nuestras manos, mientras con su pulgar trazaba pequeños círculos, distrayéndose un poco.— No supe qué responderles. La mayoría del tiempo no confío en la gente que me rodea, menos en los poderes gubernamentales. No podía decirles eso.—se rió bajo.—No en ese momento; La justicia solamente es justicia cuando se hace a través de los poderes judiciales, pero cuando se ejerce el derecho por mano propia, se vuelve venganza. Sabiendo esto, es obvio que no podría ir solo a buscarte. No era una película de acción. Me alivié cuando te oí en el teléfono, solamente pensé; "Ah, sigue con vida".— luego susurró algo bajo, creí escuchar un "Aunque casi te pierdo". Prosiguió contándome que las patrullas le resultaron lentas, y que al ver a Knuckles con una escopeta, se la paró el corazón.
—¿Qué ocurrió durante los juicios? ¿Dónde está él?
—Los juicios...—mencionó como haciendo memoria. —No salió bien.
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Amancay. (Shadamy)
Diversos¿Haz visto que tu amor se va de a poco y con cada decepción? Nada es lo que parece, y cuando todo es feliz, algo viene y arruina esa felicidad que antes te ponía una hermosa sonrisa. El amor verdadero se esconde atrás de una máscara para salir a la...