Comencemos.
Volví a la escuela, bien, todo común y corriente. Saludé a mis amigas, Wan, Ari y a May. Todo era muy tranquilo, por un rato logré olvidar eso que tanto me atormentaba; la discusión de ayer. Primera hora, normal, segunda hora, todo normal, tercer hora, todo normal, cuarta hora, ¡BOOOM! Veía todo negro y empezaba a tener frío. Pues claro, eso es lo que pasa cuando te tiran un balde de agua helada.
-Lo lamento, ¿Estás bien?- ojos caramelo al igual que su pelo, encantadora sonrisa y caballeroso. Yo lo conozco.
-Estoy helada.- sonreí. No me tomé la molestia de ser otra persona frente a él.
-Amy, lo lamento de verdad.- me ayudó a pararme y al verle a los ojos me quedé estática. Detonaba sinceridad y culpa.
-A menos que "eso" no haya ido para mí, no hay problema.- decía mientras una carcajada se escapaba de mi garganta.
-No, no te preocupes. No era para ti.- acompañó mi risa con la suya, me parecía muy tierno en ese momento- Y bien, ¿Qué hacías por aquí?
-Me dirigía a mi aula.- dije señalando la puerta detrás de él.
-Ohh, lo lamento otra vez.- miró para otro lado sintiéndose culpable.
-No te preocupes, otra vez.- sonreí- ¿Me acompañarías a la dirección? Tengo que llamar para que me traigan otra muda de ropa o que me retiren. Prefiero lo segundo.
-¡Claro!- Sonrió- ¿Vamos, señorita Amy?- puso su brazo para que yo me sostenga de él como una princesa o noble.
-Con mucho gusto, Príncipe Alex.- Tomé su brazo de forma elegante a pesar de estar haciendo el ridículo en frente de todos. Volví a sonreír. Creo que es la quinta vez que sonrío en el día. Llegamos a la dirección y llamé a mis padres, me vendrían a buscar. Creo que es bueno eso, creo.
-Me vendrán a buscar.- le mencioné a Alex apenas salí de ahí.
-¿Entonces te irás?- se puso con la cabeza gacha, que tierno.
-Quizá en un rato más.- le levanté la cabeza desde el mentón- Pero tu te tienes que ir a estudiar, niño valiente y escalador de clases.- reí.
- Es fácil decir "Mañana vendre", no puedo fingir que voy a estar bien.- Se puso a cantar- No puedo volar si no están tus pasos que llenen el tiempo de ti, no quiero volar sin que ex tiendas tus brazos y sientas la brisa en tu rostro y te mojes de mí.
- y no quiero volar sin que extiendas tus alas, entiende se siente morir, y no puedo volar si no están tus pasos, y sientas las brisa en tu rostro, y te mojes de mí.- bueno ya, mejor me voy.
-Si tu no estas aquí me sobra el aire, no quiero estar así, si tu no estas la gente se hace nadie. Si tu no estas aquí no sé, qué diablos hago amándote, si tu no estas aquí sabrás, que Dios no va a entender porque te vas. No quiero estar sin ti, si tu no estas aquí me falta el sueño. No quiero andar así, latiendo un corazón de amor sin dueño. Si tu no estas aquí no se qué diablos hago amándote... emmm... mem...lo más grande se hace lo más pequeño... ehh... tratando de entender quién hizo un infierno el paraíso, no te vayas nunca. Si tu no estas aquí... mem....emm... Dios no va a entender porque te vas... uhhh.- reí mucho, no se sabía la letra, casi.
-Ya Romeo, tienes que ir a clases.- me miró sonriendo.
-Una ultima, por favor.- exclamó- Mejor aún, canta tu.
-Okay, pero luego te vas a estudiar.
-Okay.
-Cuando estabas junto a mi nuestra luz era celestial, que mas podía pedir, encontré la felicidad. Sin aviso nuestro paraíso nos dejo y ahora tu recuerdo me hace sombra el corazón. Hoy se cumple un mes que ya no me ves,te fuiste nada más, quisiste renunciar a quererme y como dueles, mientras pienso en ti y en lo que perdí, quisiera evitar haberme permitido amarte, para perderte. Y me dueles, como dueles.
Los golpes en la piel, dejan marca y después de van, se van , se van, se van, pero me rompiste en dos y no encuentro reparación.
Sin aviso nuestro paraíso nos dejo y ahora tu recuerdo me hace sombra el corazón. Hoy se cumple un mes que ya no me ves, te fuiste más más, quisiste renunciar a quererme y como dueles. Mientras pienso en ti y en lo que perdí, quisiera evitar haberme permitida amarte, para perderte y me dueles, como dueles.
Ve a ser libre y a ser feliz, ya da lo mismo aquí.
Amigos o alguien que conocí, se un extraño y el dolor dejemos ir.
Hoy se cumple un mes que ya no me ves, te fuiste nada más quisiste renunciar a quiererme y me dueles, dueles, dueles. Mientras pienso en ti y en lo que perdi, quisiera evitar haberme permitido amarte, para perderte y no sabes cuanto duele, me duele, como duele-Terminé de cantar y me aplaudió, el aplauso hizo eco por el pasillo y terminó regresando hasta nosotros. Parecían muchos aplausos- Bien, ahora ve a clases, Príncipe Encantador.- Le recordé cruzándome de brazos.-Okay, tu ganas.- dijo mostrándome una sonrisa perfecta.
-Nos veremos mañana, tal vez.
-quizá. Hasta mañana, princesa.-hizo una reverencia frente a mí.
-Hasta mañana, Príncipe Alex.- mencioné, imitándolo.
Luego de ver como se iba por el pasillo del Instituto, me fui a mi salón a buscar mis cosas. Con algo de suerte el profesor me dejará ir.
Entré al salón y estaban todos prestando atención, bueno, casi todos. El profesor se dirigió a mi con su mirada espeluznante, me daba miedo y un escalofrío paso por mi espalda. Yo conozco unos ojos que me dan terror y ganas de correr lejos de aquí. Aunque no están aquí y tampoco los quiero recordar.-Señorita Amy, ¿Qué es lo que hacia fuera del salón?
-Lo lamento, profesor. He llamado a mi casa para que me vengan a retirar, porque, como verá, estoy toda empapada. Vengo a buscar mis cosas si me lo permite.- admito que el tono formal siempre fue mío, después de todo, mis padres me han educado para casi todo.
-Pase, por favor, Amy y procure que no vuelva a suceder.
-Gracias.
El profesor siguió explicando, bueno, lo que le quedaba explicar ya que casi es hora del receso. Guardé mis cosas y me dirigí a la puerta con la mirada de todos en mí, ¿Qué? ¿Todos son acosadores?
Qué fastidio. Me dirigí a la dirección, nuevamente, ahí se encontraba mi padre hablando con el director, amistosamente dándose la mano para luego verme, parada en el medio del pasillo.-¿Te espero afuera?
-Okay. -sonó el timbre.
-¡Amy! ¿Por qué te vas?- venía corriendo Ari junto con Wan.
-¡Chicas!
-¿Te sientes bien? ¿Tu fiebre volvió a subir?- Ari siempre se preocupa demasiado, es una excelente amiga. Su piel es Blanca, sus cabellos de un marrón claro con Mechas naturales de un marrón más fuerte, increíble combinación por cierto, sus ojos son verde oscuro, su figura es delineada y elegante. Simplemente hermosa. -¡Dime!- a veces tiene actitud de niña, sólo cuando quiere algo, luego es muy madura, intelectual y mi mejor amiga.
-Estoy mojada.
-¿Qué es lo que sucedió?- Wan también se preocupa, hasta el punto de que te lleve al hospital o te dejé en cama y no te dejé levantarte. Su piel es de un marrón claro, su cabello es negro, sus ojos son marrón oscuro, casi llegando al negro, su figura es delineada, es deportista y tiene una hermosa sonrisa. A veces es muy habladora, ¿Qué digo "a veces"?, siempre habla. Te hace reír con sus pavadas, es de carácter fuerte e intelectual. Ella también es mi mejor amiga.
-Digamos que alguien me tiró una balde de agua fría.
-¿Pero estás bien, no?- Dios, Ari no se va a callar hasta que no le dejé de preocupar.
-Si, estoy perfecta.
-¿Se puede saber quién lo hizo? - mencionó Wan haciéndose soñar los dedos. Lo va a matar si le digo quien lo hizo.
- Sólo fue un accidente, no hay de que preocuparse.
-Está bien.- dijo ya dejando de tornar sus dedos. Puuf, de lo que salve a Alex.
Me retiré de la escuela y al llegar a casa me di un buen baño en la bañera, algo como para relajarme y olvidarme del resto un poco. Agotada me tiré a dormir.
Hoy, ni siquiera por un segundo, vi a Shadow.
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Amancay. (Shadamy)
Random¿Haz visto que tu amor se va de a poco y con cada decepción? Nada es lo que parece, y cuando todo es feliz, algo viene y arruina esa felicidad que antes te ponía una hermosa sonrisa. El amor verdadero se esconde atrás de una máscara para salir a la...