*9* (PARTE UNO)

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El día veintisiete el sol se había dignado a brillar. Aunque la aglomeración de nieve aún no había desaparecido, ya no había tanta como el día anterior. Por lo que se organizaron una serie de talleres didácticos para pasar la mañana.

- Composición musical, bailes diversos, taller de pintura, concurso de canto y poesía... - leyó Leya para todos - Hay demasiado para elegir. - se quejó.

Niall la abrazó por la espalda con cariño y le dio un beso en la mejilla.

- ¿Qué quieres hacer? - le preguntó al oído.

La piel de la pelirroja se erizó por momentos mientras sonreía. Se giró lentamente para enfrentar a Niall; puso sus manos alrededor de su cuello. Sus cuerpos apenas dejaban pasar el aire, se hablaban entre sensuales susurros y risitas.

- ¡Iros a un motel! - gritó Louis entre risas.

Leya le mostró su dedo índice sin despegar las manos del cuello de su encantador novio.

- Yo quiero ir a escribir poesía - dijo Harry directamente a Louis - se me da muy bien. - confesó orgulloso con una sonrisa.

- Yo quiero ir a composición musical. - le contestó éste. Se le ocurrió una gran idea para pasar tiempo con su rizado y se la propuso. - Si quieres después puedo musicar tu poema Hazz.

- ¡Me encantaría! - gritó con brillantes ojos mientras ambos se alejaban del grupo. - ¿Qué tocas?

- Toco muchas cosas.- contestó el ojiazul con picardía.

Las mejillas de Harry se volvieron del color de un tomate, no se esperaba esa respuesta.

- ¡Louis! - dijo el rizado empujando al ojiazul - Hablaba de instrumentos.- aclaró.

Louis rio, le encantaba ver a Harry sonrojarse por ese tipo de cosas, le parecía adorable.

- Sabes lo que puedo decir de eso, ¿no? -dijo entre risas.

- ¡No Louis! - se quejó el menor otra vez; cubriéndose el rostro con las manos.

Estaba poniéndolo nervioso. Harry no podía mantener una conversación si se imaginaba a Louis haciendo lo que decía. Tocándose y... El rizado negó con la cabeza varias veces, "Calma", se dijo.

- Vale, vale - dijo Louis pasando su brazo por los hombros del menor - toco el piano desde que tengo once años, me enseñó mi abuela.

- Manos hábiles - dijo Harry sin pensar. Había sido un simple pensamiento involuntario que sin querer había tomado forma sobre sus labios. - Emm...y-yo...q-quiero decir... - intentó arreglar en vano el rizado entre balbuceos.

- Aún no lo he comprobado al cien por cien. - añadió Louis con picardía.

Se pasó su pulgar derecho por sus labios sensualmente y a Harry casi le da una taquicardia. Louis tenía que parar de ser tan horriblemente sexy, sino iba a tener que hacer una urgente visita al baño.

- Este es el taller de poesía. - dijo Harry cuando estuvieron delante de un cartel que rezaba : "¿Te apasiona la poesía? Este es tu lugar."

- Nos vemos después Hazza. - se despidió Louis mientras se daba la vuelta.

- ¡Espera Lou! - pidió Harry.

El aludido se acercó a Harry preguntándole que quería; y el rizado sin pensarlo dos veces abrazó la cintura del ojiazul y este le respondió al abrazo. No le pidió explicaciones porque, honestamente, él también deseaba poder rodear con sus brazos al menor. Louis acarició con ternura los rizos del chico y Harry memorizó su perfume. Después rompieron el abrazo y se despidieron.

Canterbury [LARRY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora