Fue una noche muy dura en el campamento, se oyó un disparo y hubo una víctima mortal. Llamaron a la policía y ésta se presentó de inmediato para solucionarlo.
En la cabaña donde se encontraban cuatro conocidos adolescentes yacía el cadáver de un hombre.
- ¿Por qué lo has hecho? - preguntó Zayn asombrado dejando salir algunas lágrimas.
Cuando la policía irrumpió en la estancia iba a contestar. Agnes se dejó hacer por los agentes, no opuso resistencia, dejó el arma en el suelo y le pusieron las esposas.
- Soy la mala, pero sé seguir órdenes - les dedicó una sonrisita con ojos cristalinos mostrándoles una parte de su cuello dañada de una manera muy grave, un latigazo - y tengo sentimientos.
Todos se sorprendieron al ver aquella espantosa marca en el cuello, la bilis se les subió a la garganta.
- Ojalá algún día podáis perdonarme. - dijo mientras salía acompañada de un par de policías - Lo siento mucho.
Los chicos no salían de su asombro, todo parecía sacado de una novela.
Segundos después más agentes uniformados entraron en la habitación para soltarlos de su agarre a las sillas y freírlos a preguntas.
- ¿Estás bien? - decían cada dos por tres.
Todos respondían un "sí, lo mejor que podemos", todos menos Liam. Seguía en estado de shock, había podido rozar la muerte con sus manos y no se sentía tan bien como años atrás imaginó. Si tres años atrás le hubiesen amenazado como hoy no habría tenido miedo, él deseaba morir. Pero ahora no, no desde que había sentido como de vacía era aquella sensación y lo horrible que sería no tener a sus amigos y seres queridos cerca. A Louis para hacerle reír con sus chistes sin gracia alguna; a Zayn para protegerle porque sí, el morocho era su escudo; a Leya para cuidarlo y mantenerlo a salvo; a Niall para ser su hermano postizo; y a Harry para ser feliz, el rizado transmitía algo increíble e innexplicable que lo hacía sentirse bien.
Y de pronto se dio cuenta de que tenían que hablarles de lo sucedido con Cowell, sus amigos corrían grave peligro.
- Agente, - pidió Liam - tenemos que hablar con usted.
La aludida se giró hacia el chico y vio en sus ojos que nada bueno iba a contarle.
- Harry y Louis estan huyendo, - se adelantó Niall algo tembloroso - hay... Simon Cowell... es mi profesor y los persigue porque... - su vista se empezó a nublar, contarlo le hacía tener que aceptar la mierda de realidad que vivían. Además, le parecía ridículo el argumento que iba a darle - porque son gais.
El rubio empezó a llorar, mantenía la mirada en el suelo, se avergonzaba de llorar delante de alguien y al mismo tiempo no le importaba ya que se trataba de una muy grave situación. Leya lo agarró de la cintura y le acarició el brazo para luego abrazarlo al completo, temía que se cayese.
- Venid a comisaría - les dijo la agente intentando encajar correctamente la escasa información - desde allí llamaremos a vuestros padres y nos lo contaréis todo. - los chicos asintieron con miedo - Por cierto, llamadme agente Silverton - les explicó con una cálida sonrisa.
Por primera vez en lo que habían parecido siglos alguien les transmitía tranquilidad y seguridad.
Subieron al coche policial en silencio y pusieron rumbo a Londres.
***
- Lou despierta - pidió Harry con voz ronca dándole golpecitos en el hombro a su novio.
- Buenos días - se burló Louis logrando sacarle una sonrisa al rizado, aún conservaba su típico humor.
- He oído ruido fuera, deberíamos marcharnos - dijo estirándose pues dormir en un baño de gasolinera no era nada cómodo.
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Canterbury [LARRY]
Teen FictionLouis, Harry, Leya, Niall, Zayn y Liam. El destino lleva de viaje a estos chicos a Canterbury. Amistad, valentia, un amor prohibido y un infame profesor. Una mirada, una caricia, un beso y una huida. -¡No Harry, no! -Tranquilo Louis, el barco siem...