El mejor amigo de mi hermano ♡ XiaoLumi ♡ Genshin Impact

Capítulo 2

Tras ponernos al día y que me presentase como es debido a sus amigos, la escena pasó de algo incómodo a algo divertido. Venti era un chico muy agradable y risueño, reía con libertad y le encantaba hablar mal de sus amigos con cariño. Xiao en cambio era reservado, no hablaba mucho y parecía muy serio, sin embargo emanaba un aura de tranquilidad que era relajante.

Mi hermano estaba muy cambiado, nunca lo había visto con el pelo largo y más alto que yo. Si no hubiese sido por su aspecto parecería que no hubiese pasado el tiempo, volvíamos a reír juntos como cuando éramos pequeños y sentíamos la misma confianza, tal vez era aquella mágica conexión de ser gemelos.

—En una semana empezamos las clases, mañana podrías usar el día para instalarte y pasado salir a ver la ciudad, es increíble —Me explicaba Aether con brillo en sus ojos.

—Así que al fin me dejaréis descansar en mi propia casa... Estos dos tipos no dejan de colarse para molestarme —Xiao intentaba parecer molesto pero se notaba que los apreciaba demasiado.

—¡Oye! ¡Que yo también vivo aquí!

Venti y Xiao se pusieron a discutir y descubrí que aquella era una costumbre. Al chico risueño le encantaba molestarlo mientras que Aether se dedicaba a separarlos. Parecía que tenían una buena vida.

—En fin, ¿cuándo os marcháis a trabajar? —Preguntó Xiao apoyando el brazo sobre la mesa y sujetando su cabeza con él.

Los cuatro estábamos sentados en el suelo sobre unos cojines alrededor de una pequeña mesa cuadrada de café.

—A mí aún me falta una hora para irme aunque debería ir a casa a prepararme, hoy tengo turno de noche. Además Lumine tendrá ganas de descansar.

—Bueno ya ha descansado en la cama de...

Xiao tapó rápidamente la boca de Venti. No entendía por qué hacía eso, había sido un malentendido que se podía explicar rápidamente e incluso ser gracioso, pero en cuanto vi su rostro levemente sonrojado supe que estaba avergonzado. Tal vez le costaba interactuar con chicas.

—¿Vamos Lumine?

Aether ni siquiera preguntó, debía estar ya demasiado acostumbrado a sus tonterías.

Fuimos hasta la puerta de al lado y al fin pude ver la que sería mi casa. También estaba ordenada pero se notaba que había limpiado el día anterior porque llegaba yo.

Mi habitación estaba vacía, tenía tantas ganas de llenarla y personalizarla a mi gusto... Aunque el primer día me tuve que conformar con poner la ropa en el armario y dormir con las sábanas que tenía mi hermano guardadas.

Me sentía cómoda al fin después de mucho tiempo. Estaba con mi hermano y había conocido a unos chicos locos que en el fondo me caían bien. Esperaba hacer muchos nuevos amigos en la escuela.

—¿Sigue gustandote la pizza o la señorita extranjera se hizo muy refinada? —Preguntó Aether burlón.

—Oye, sigo siendo la misma —Respondí sacando la lengua—. Tú sí que has cambiado, te has dejado el pelo largo.

—Y tú te lo has cortado, ¿algún mal de amores?

Me reí ante la frase intentando que no notase que había dado justo en el clavo. No quería recordar todo lo que había pasado en el internado y mucho menos contarlo. Creía que no podía explicar lo sucedido sin ponerme a llorar.

—¿Entonces cenamos pizza antes de que te vayas?

—Sip.

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Ya era domingo, era el segundo día que estaba allí y al fin me había instalado del todo, aunque quería comprar algunas cosas para personalizar mi habitación.

Nuestros padres me habían enviado algo de dinero para que pudiese decorar como quisiese mi cuarto. Estábamos bastante bien de dinero así que con lo que le daba mi familia a mi hermano y con la beca no entendía por qué tenía que buscar un trabajo extra, sin embargo él me explicó que había estado trabajando durante el verano para poder seguir viviendo allí ya que estaba muy agusto en la capital sin tener que pedirle dinero a nuestros padres. Estaba muy agusto así que aún no lo había dejado.

Al parecer no era el único que trabajaba, Venti era camarero y al parecer una atracción para atraer clientela. Me contó que desde que había entrado a Venti a trabajar había subido la clientela tanto en hombres como en mujeres, esperando ser atendidos por él.

—¿Y Xiao?

—Él también trabaja, pero es algo complicado. Será mejor que te lo cuente él cuando tengáis confianza.

Me reí al imaginarme a Xiao de agente secreto, realmente le pegaba serlo, tan serio y misterioso... Además parecía ser un chico atlético, aunque con la ropa tan holgada que estaba usando no podía estar segura.

Aether tocó la puerta de los dos chicos. Venti salió enérgicamente y me abrazó como si fuésemos amigos de siempre dándome las buenas tardes. Cogió el brazo de mi hermano y se lo llevó dando saltos hacia las escaleras.

—¿Tú no me vas a dar un abrazo? —Bromeé mirando a Xiao.

El chico me miró con la misma seriedad de siempre. Entonces un pequeño golpecito con el dedo anular aterrizó en mi frente.

—Yo no doy abrazos, aunque a veces Venti y Aether me los dan a mí, no se lo permito a nadie más —Su tono era más gentil de lo que esperaba.

—¡Xiao! ¡Lumine! ¡Vamos! —Venti nos gritaba ya desde abajo.

Le hice una señal a Xiao sonriendo y ambos bajamos a encontrarnos con los otros dos.

Por muy serio que pareciese, podía notar como Xiao era más dulce de lo que intentaba mostrar.