La familia Park, una de las familias mas ricas en todo Corea, respetable con muy buena fama gracias a sus grandes empresas. La familia Park contaba con sus dos hijos, Park Namjoon el hermano mayor, responsable, inteligente, ojos cafes, cabello casta...
Los días pasaban de una manera lenta, los hermanos Park se sentían sin ánimos al igual que sus padres, su hijo se había ido sin decir cuándo volvería, se fue alguna parte del mundo y no sabían nada de él, la señora Park sentía un vacío en su pecho, y como no, si le faltaba su pollito, mientras que el señor Park y sus hijos querían romper todo por el hecho de que su Minmin esté lejos de ellos, Soobin y Yeonjunie se la pasaban en el cuarto de Jimin, en ocasiones lloraban por sentirse solos sin su mayor, Namjoon había dejado de lado ciertas cosas, como por ejemplo a sus amigos, ya no salía almorzar con ellos a la cafetería porque prefería quedarse en su salón, cuando los amigos trataban de animarlo él simplemente se iba de aquel círculo, Namjoon sentía que sin su hermano sus días son grises y sin alegría, pero no era el único, cada uno de sus amigos se sentían igual. A Seokjin le dolía la ausencia del pequeño adorable, pero jamás entendería el dolor que sentía Taehyung para llorar de manera desgarradora en las noches, Taehyung necesitaba de su soulmate. Jackson ya no hacía bromas, se la pasaba serio todo el tiempo, y eso para un Min Yoongi era frustrante, se acostumbró al Jackson bromista, y vaya que sin Jimin todo era diferente, ¿Así se sentía la ausencia de uno de sus mejores amigos? Dolía su pecho de solo pensarlo. El lindo pelirrojo ya no sabía que hacer para llegar a su mejor amigo, le dolía que Park lo evitara, a él también le dolía como la mierda que Jimin no estuviera, y si es cierto, no es como si se hubiera muerto, pero si su ausencia dolía. Bogum era otro caso aparte, el sufría en silencio y solo, el extrañaba a su pequeño en silencio, tenerlo cerca por unos días después de tanto tiempo, y que ahora nuevamente no esté, es jodido. Jungkook, que podrían decir de él, era un muerto viviente, había bajado de peso, en sus ojos se notaba el dolor y el cansancio, sus ojeras eran muy notorias, su aspecto cambió de un fuck boy enamorado a un vagabundo sin casa, Jungkook sufría, quería volver a ver a su nene, se volvería loco sin el, ya no quería seguir sin el.
🌙
-Muchas gracias- Agradeció el chico.
Un pequeño chico peligris, se encontraba en una cafetería comprando lo que sería su desayuno, tenía varios días en lo que es Nueva Zelanda, y a decir verdad le gustaba mucho, había sol pero sin embargo hacía frío, era el clima Perfecto para el ahora peligris, sin más salió de la cafetería para recorrer las calles algo transitadas, Jimin se sentía libre y en paz, caminó unas calles mientras tomaba su café y en su mente cantaba una canción hasta que se topó con una linda tienda de pasteles, su rostro se iluminó y su boca se hizo agua al ver el rico pedazo de pastel de chocolate, así que sin más entro.
-Hola buenos días- Hablo el peligris para llamar la atención del chico alto que estaba detrás de la caja registradora con la mirada a unos papeles.
-Hola buen...-
Los ojos de los dos individuos chocaron, por un momento aquellos dos chicos sintieron esa chispa de la cual hablan en las películas de amor, aquel chico miraba a Jimin como si fuera lo más hermoso que en algún momento vio, mientras que Jimin estaba anonadado por la belleza de aquel chico alto, sentía sus vellos erizarse, aquel chico era coreano no cabía duda, sus ojos rasgados, su cabello rubio teñido con mulet, lo hacía ver demasiado lindo y adorable.
-Am, Bue...Buenos días- aclaró la voz aquel chico bonito- Mi nombre es Fe...Felix- Dijo señalando su identificación pegada a un costado de su pecho- Y estoy para servirte- Sonrió nervioso.
-Oh, si- Respondió Jimin tomando nuevamente su postura- Quisiera porfavor una porción de ese- Señaló la torta de chocolate.
-Claro, serían dos dólares- sonrió
Jimin con los nervios de punta sacó su billetera y tomó el dinero para poder pagar su torta de chocolate.
-Ten- le extendió dos billetes.
-Gracias- dijo mientras agarraba los billetes, haciendo que ambos sientan un escalofrío extraño- Porfavor avanza hasta aquella mesa- le señaló.
-Gracias- respondió Jimin rojo como tomate.
El peligris caminó hacia donde le indicó el chico lindo, y no sabía cómo calmar a su corazón, no entendía que pasaba pero sea lo que sea, no quería que su corazón latiera por otra persona que no fuera Jungkook, es cierto terminaron pero olvidar a Jungkook en tan solo 4 días no era lo correcto.
-Ten- Habló aquel chico bonito.
-Gracias- Respondió Jimin mientras agarraba la cajita.
-Gracias a ti por tu compra, vuelve pronto- Le dijo el chico mientras que con sus ojos suplicaba que volviera pronto.
Jimin le sonrió y salió de aquella linda cafetería, jamás la olvidaría, o más bien jamás olvidaría al chico que lo atendió, siguió caminando hasta llegar a un lindo parque donde se encontraban niños jugando, se sentó en una de las bancas y abrió la cajita para degustar su torta, hasta que vio un papel en ella, lo tomó y leyó lo que decía.
Hola, disculpa si estoy siendo atrevido, juro que no me considero así, pero eres demasiado lindo y quisiera saber si podrías venir más seguido o podríamos salir, me llamo Lee Felix, porfavor piénsalo, si quieres un amigo aquí, no dudes en llamarme, 09xxxxxxxx porfavor cuídate.
Jimin sonreía mientras leía aquella pequeña nota de parte del chico bonito, al parecer Jimin no era el único que consideraba a su contrario bonito, guardó aquel papel en su abrigo y prosiguió a degustar aquella rica torta, la comía con ánimo, enserio que estaba rica, cuando acabó se dirigió al auto que había alquilado para poder ir a donde él se estaba quedando, Jimin había rentado una linda y acogedora cabaña cerca de las montañas nevadas, no quedaba tan lejos de la ciudad, así que subió al auto y manejo, luego de 15 minutos llegó y decidió que descansaría un rato para así poder hacer su comida horas más tarde, el sueño lo venció, pero que raro fue cuando su cabeza solo plasmada imágenes de aquel chico bonito.
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