five

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"Lou," llamó Lottie, Louis levantó su mirada de su teléfono mientras que su otra mano agarraba la cuchara llena de cereales remojados en leche "¿va a venir hoy Harry?"

"No" se limitó Louis a contestar, volviendo a su entretenido juego de recolectar moneditas. Ambos hermanos seguían en pijama, pues era sábado y no había prisa alguna.

La niña frunció el ceño sin entender nada, abrió la boca para hablar pero Jay entró a la cocina recién levantada.

"Buenos días, mi amor" Jay besó el cabello de Louis, repartiendo múltiples besitos que adoraba Louis. "Buenos días, mi niña" cargó a Lottie cuando la niña estiró sus bracitos a su madre.

"Buenos días mamá, ¿y papá?" habló Louis, Jay suspiró sonoramente agotada.

"Tu padre sigue trabajando en el taller desde las siete de la mañana, como siempre." rodó los ojos, cargando a Lottie en su cadera. La niña de seis años admiró a su mamá encender la tostadora, lo cual era luz verde a las maravillosas y legendarias tostadas casi curativas de Jay Tomlinson.

"Se ve que no lleva bien la baja" se rió Louis, negando suavemente. Su padre estaba dado de baja cuando en la obra en la que trabajaba, una tubería atada a una grúa golpeó su pierna y la partió. Habían pasado dos meses, y aun seguía levantándose a las siete de la mañana aun estando de descanso.

"¿Y qué haces tú aquí, mi vida?" Jay preguntó amorosa, esperando a que la tostadora se calentara "Creí que Harry vendría a por ti y saldríais a algún lado"

"Eso mismo le he dicho, mami" Lottie asintió, y Jay besó su cabeza.

"Oíd, Harry no va a venir hoy y ya está" trató de calmarlas, aunque el primero que estaba aun furioso por lo de anoche era él.

"Oow, ¿ha pasado algo, Lou?" Jay consoló, bajando a su pequeña hija para ir a abrazar a Louis. Lo estrujó contra su bata pomposa de color blanca, Louis suspirando cansado al tratar de alejarse del abrazo de su madre y viendo que ella lo mantenía contra su pecho fuertemente.

"No.." murmuró, la abrazó de vuelta "No es eso mamá, esta noche saldré con Liam y Niall"

"¡Oh! ¿Liam y Niall? ¿El mismo pequeño Liam que venía a casa a preguntar por ti y que lloraba cuando te ibas a poner los zapatos porque creía que tardabas demasiado y no querías ir con él?" Jay habló entusiasmada, con su corazón rebozando de ternura "¿El mismo Nialler que te daba la mano para ir a todos los sitios porque tenía miedo de que te perdieras?"

Louis rió, apartándose del abrazo "Sí mamá, esos son Liam y Niall"

"¡Que idea tan genial, Louis! Hacía mucho que no salías con ellos, eran tan buenos chicos.." sonrió Jay nostálgica, tomando el pan para introducirlo en la tostadora. Lottie la seguía como un cachorrito, porque Jay era su madre y ella la amaba. "Recuerdo el día que Liam dijo que no se quedaría a dormir si no le dabas al menos diez besos en la mejilla. ¡Oh Lou, y te acuerdas aquella vez que Niall por San Valentín te hizo una margarita de papel! Oh, que encanto.."

Esas anécdotas, definitivamente, jamás se las contaría a Harry.

Harry era alguien muy celoso y agresivo en ocasiones, él jamás le ha levantado una mano a Louis, ni el menor lo dejaría hacer eso. Pero era celoso e impulsivo, posesivo en algunas ocasiones.

Había sido espectador en primera fila en como Harry había roto desde narices a mandíbulas solo por algún comentario de un chico.

Su madre no era un ogro o algún monstruo homofóbico como decían algunos dramas adolescentes, él tuvo mucha suerte y su madre siempre fue amorosa y siempre lo amó. Y para sorpresa de Louis, cuando a sus catorce años le confesó que era gay y no le atraían las mujeres, Jay estalló de felicidad y besó las mejillas de su hijo hasta doler.

Jay dijo que ella lo presentía, que ella sabía como Louis nunca miró a las chicas pero sí a corpulentos y fuertes hombres. Y que, aunque ella ya se lo esperaba y lo tenía más que asumido, le hacía la mujer más feliz del mundo saber que su niño grande tenía tanta confianza con ella como para decírselo a ella primero.

"¿Entonces vendrá Harry o no?" inquirió de nuevo Lottie, con su ceño arrugado.

"¡Que no, y no vendrá este fin de semana como mínimo!" gruñó Louis, decantándose por levantarse y dejar su desayuno a  medias. Subió a su habitación, porque tenía que avisar a Niall de que iría y deseaba hablar un rato con sus amigos. Como en los viejos tiempos.

Antes hablaban por horas, y cuando Harry entró a su vida, esas horas pasaron a fugaces saludos entre pasillos y pasillos.

Jay pestañeó incrédula, llevando sus manos a sus caderas.

"¿Y a este niño qué mosca le ha picado?" murmuró Jay entre dientes.

"Papá dice que las mujeres se ponen de mal humor cuando viene el chorrito rojo" dijo Lottie, picoteando del tazón de cereales a medio terminar de Lou.

"Tú eres muy pequeña para saber que es eso, cariño" rodó los ojos, suspirando "Pero quizá tienes hasta razón"

Agresivo [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora