seventeen

7K 601 431
                                    

Un pequeño rizado de ojos verdes miraba con lágrimas y ojos llorosos a su pequeña mascota muerta, su conejo Pelusa, su primera mascota. El pequeño Harry de siete años lloraba mientras sostenía al animal entre sus manos, su padre cavando de mala gana una tumba.

"Maldito conejo, en Agosto se tenía que morir.." maldijo Des, cavando un hoyo en el jardín delantero "Con la puta calor del sol.." Harry sollozó aún más, el mayor gruñó "Y tú deja de llorar como una niña"

"P-Papá, ¿por qué Pelusa ha muerto?" hipó el niño de ojos verdes, sus ojos rojos e hinchados de tanto de llorar mientras su padre lo había obligado a tener a su animal muerto entre sus manos.

"Porque es débil Harry, y eso es lo que le pasa a los débiles, ¿lo entiendes?" continuó Des, tirando la pala a un lado cuando el hoyo estuvo hecho "Dame al conejo"

Harry solo lloró más al ver cómo su padre lo tiró sin valor alguno al hoyo.

"N-no entiendo por qué murió, papá.."

"Porque nada en esta vida es para siempre, Harry" gruñó irritado por el llanto del niño "Siempre vendrá alguien y te quitará lo que más amas y quieres, Harry. Siempre, ¿no lo ves?"

"¿A-A ti te ha pa-pasado, papá?" el rizado sorbió su nariz, tratando de limpiar las lágrimas de su rostro.

Desmond relamió sus labios, mirándolo "Naciste tú, y me quitaste la jodida tranquilidad"

Su padre se fue de allí y le dejó la pala para que Harry enterrara a Pelusa. Desmond fue a beber o fumar tal vez, y su madre seguiría igual de amargada en casa, tratando de aparentar que estaba bien.

Harry también enterró a su primera mascota él solo.

Harry aprendió a no dejar ir a las cosas que más quería, a luchar por ellas, a aferrarlas a su lado y ser egoísta.

Daba igual, sea persona u objeto.







Louis se mantenía en silencio, y Harry simplemente se limitaba a conducir. A Louis le sorprendió ver que Harry aún guardaba en la guantera los CD's de Louis que ambos ponían en caminos largos o para cualquier ocasión. O la foto de ambos que estaba doblada allí, o unos sobres de azúcar porque Louis los amaba coleccionar por sus frases tan bonitas en la parte de atrás, o unas entradas al cine caducadas...

Louis simplemente no quiso saber más, porque aquel auto estaba lleno de recuerdos dolorosos que, por más que negaba, echaba de menos.

Harry carraspeó "Así que.. ¿qué tal has estado?" inquirió.

"He estado bien" asintió Louis, sonriendo suave y sin mostrar sus dientes. Harry se limitó a sonreír amable "¿Y tú? Has estado faltando... bastante"

"Oh, mmh, simples asuntos, ya sabes.." titubeó "He estado algo enfermo y no me sentía bien, probablemente era un resfriado sin importancia"

"Ya, lo entiendo" Louis contestó con amabilidad. Pero no le creyó ni una sola palabra.

El resto del camino fue en completo y total silencio. Louis sentía picor en sus manos, nerviosismo. No podía evitar pensar en que Harry estaba en problemas, en tal vez algún ajuste de cuentas como dijo Niall. No quería preguntar si necesitaba ayuda, porque Harry lo mandaría  a la mierda por entrometido probablemente.

"Ya estamos" anunció Harry, y su voz seguía siendo calmada.

"Gracias, Harry" sonrió Louis, y trató de desabrochar su cinturón.

Harry lo detuvo con una mano, Louis frunció el ceño desconcertado.

"Si yo.." comenzó, sin él mismo saber cómo demonios empezar. Relamió sus labios "Si yo te pidiera que te fueras conmigo durante tres días, ¿vendrías?"

Agresivo [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora