fourteen

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Louis se había quedado a dormir en la casa de Tyler, la familia de Tyler lo conocía bien y había mucha confianza entre ellos. Se suponía que esa debería de ser una tarde de viernes de Tyler y él, dos buenos amigos comiendo todo tipo de porquerías mientras ven Dónde Están Las Rubias.

Se suponía que así debería de ser aquella tarde, sin embargo el padre de Tyler les dijo a ambos universitarios que una amiga de la hermana de Tyler iría a jugar con ella. Y eso estaba bien para ambos amigos.

Hasta que Louis vio que era Harry quien traía a la niña.

El chico de ojos azules lo miró boquiabierto, totalmente estático desde la cocina. Harry había parecido querer quedarse en la entrada plantado como un árbol, aunque el padre de Tyler lo animó una y otra vez a entrar.

Estaba claro que los padres no sabían todo lo que Louis había pasado con Harry.

Harry se relamió los labios incómodo, frotó sus ojos y guardó sus grandes manos en la chaqueta vaquera que llevaba encima de la camisa de cuadros. Se revolvió su mata de rizos suaves y color chocolate con impaciencia, como si estuviera contando con cronómetro cada segundo que le pasaba allí.

Parecía nervioso, ansioso, como si tuviera planes realmente importantes que hacer. Louis estaba a su lado prácticamente, porque la hermana de Tyler le había pedido que trenzara su cabello castaño y el ojiazul trataba de hacerlo lo más rápido y ordenadamente posible.

"¿Y qué tal va la Universidad, Harry?" inquirió la madre de Tyler, Margaret. La mujer sonreía felizmente, y Louis supuso entonces que no era la primera vez que lo veían.

Louis sabía que la niña que Harry traía era una vecina de su barrio, puesto que las veces en las que Louis se había quedado a dormir con Harry en su apartamento, Louis siempre la veía a ella y sus alegres coletas rizadas y esponjosas.

La madre de esa niña estaba siempre atareada, y había veces en las que Louis y Harry acompañaban a la niña a la escuela; Harry llevando la mochila rosa en su hombro mientras la niña daba la mano a ambos chicos.

"Va bastante bien, gracias señora Joseph" sonrió Harry, con rapidez. 

"Déjate de formalidades Harry" se rió Robert Joseph "Dime, hijo, ¿qué tal va la selección de fútbol americano de la Universidad, mmh? ¿Alguna novedad?"

"Vamos muy bien, Robert" contestó Harry, relajado. Y Louis sabía que Harry estaba mintiendo, porque llevaba ya cinco días faltando regularmente a clases "El equipo funciona correctamente, el entrenador tiene fe en nosotros."

"¿De veras?" sonrió Robert "Eso es genial, chico. Louis, tú jugaste a un deporte si no mal recuerdo, ¿no?"

Louis sintió una corriente eléctrica por su espina dorsal cuando esos ojos verdes color jade lo miraron "Sí, soccer en realidad.."

"El soccer es un gran deporte" asintió Robert "Pero el fútbol americano es solo para los adecuados, ¿cierto, Harry?"

"Sí.." Harry murmuró, y Louis pensaba que su voz ronca era de las cosas que más le gustaron de Harry, tal vez "Pero el soccer es complicado, en realidad. No muchos pueden manejar un balón con los pies y con destreza"

Louis aun recuerda muy frescamente las heridas y raspones que Harry tenía después de los entrenamientos o los partidos. Era una noche llena de besos y mimos para Harry siempre, Louis curando las heridas y Harry protestando por el frío y doloroso alcohol que limpiaba las heridas.

El ojiazul una vez trató de jugar con Harry al soccer, y todo terminó con Louis con un esguince porque Harry creía que en el soccer también se hacían placajes.

Louis casi vuela al otro campo, literalmente.

Tyler estaba atento a cada movimiento de Harry, encontrándolo extrañamente calmado al lado de Louis. Tyler había visto como Harry golpeaba y peleaba, y era jodidamemte aterrador como pasaba de ser un universitario, a un maldito boxeador con puños como el acero. Y por no hablar al verlo actuar en sus partidos en el campo, corría tan feroz como un lobo.

Louis sentía aún demasiada curiosidad por lo que pasó ayer en el aparcamiento. Por la mañana en la Universidad se encontró con Tom y su nariz casi rota, y el chico mayor literalmente salió corriendo despavorido cuando Louis simplemente lo saludó con la mano.

Algo andaba mal.

"Necesitamos hablar" Louis dijo, cruzando el césped del jardín delantero de la casa de los Joseph. Harry se había disculpado un segundo para salir afuera, excusándose de que debía de llamar a alguien.

Harry lo miró por unos segundos, con el ceño fruncido mientras un cigarrillo aun sin encender estaba en sus labios "¿Perdón?" repitió el rizado como pudo, la llamarada del mechero entre sus manos chispeando.

"¿Qué fue lo que pasó ayer en el aparcamiento?" inquirió Louis, su voz suave y calmada. Vio como el mayor terminó encendiendo con éxito el pequeño cigarro.

Harry aspiró humo y lo dejó salir, sacó el cigarrillo un momento de sus labios, sosteniéndolo entre su pulgar e índice "Le partí la cara a Thomas" respondió simple, pero no había burla o diversión, sonaba serio.

"¿Por qué lo hiciste?" preguntó el ojiazul, cruzándose de brazos y adoptando una pose segura frente al rizado. Harry le sacaba dos cabezas, y aun así Louis jamás se sintió intimidado físicamente.

El rizado dio otra calada, suspirando cansado "No puedo decírtelo, Louis" dijo, y se veía realmente cansado. Había pequeñas ojeras bajo sus ojos verdes, Louis jamás vio ojeras en él en los años que estuvo a su lado.

"¿Por qué no puedes?" insistió, Harry gruñó irritado por la presión "Mira, estoy preocupado por ti, ¿vale? Me preocupas, Harry, me preocupo por ti"

El rizado rió entre dientes, grave "Oh, sí" asintió, fumando otra calada. Desvió su mirada a la carretera frente a ellos "Veo lo mucho que te preocupas estando con Zayn"

"¿Qué?"

"No te hagas el imbécil, te conozco bien, Louis"

"Él no me gusta" aclaró Louis, firme.

"Me importa una mierda"

"No, no lo haces, por eso estás así de irritante, ¿cierto?" Louis presionó, y Harry estaba empezando a perder la paciencia "¿Es por eso que golpeaste a Tom, porque te dijo que Zayn y yo salíamos?"

"Louis, tú no sabes nada. Así que mejor cállate" gruñó.

"¡Pues dímelo, tal vez puedo ayudarte!"

"Ya has hecho suficiente, para" demandó Harry, y ambos estaban empezando a alzar la voz.

"No sé en qué mierda te has metido, ¡o por qué estás faltando al entrenamiento y a la Universidad!" exclamó Louis, alzando sus brazos a ambos costados "¡No sé qué mierda te tiene tan nervioso! ¿Por qué pareces asustado Harry, a qué le temes?"

"Yo no le temo a nada. Tú me temes a mí" acusó Harry, y estaba evitando el tema de nuevo.

"No" negó Louis, manteniéndose firme "¿A qué le temes tú, Harry?"

Ambos quedaron en silencio, y Louis sabía que estaban cerca. La discusión se había acalorado y Louis juraba que si Harry se inclinaba bastante y Louis se ponía de puntitas, sus narices chocarían.

Los ojos verdes de Harry miraban los suyos, parecía solo mirarlo a él pero a su vez pensaba en mil cosas diferentes. Parecía tener un conflicto mental con él mismo, casi parecía que dudaba en decírselo finalmente. Los labios de Harry se entreabrieron, listos para decir algo.

Entonces el timbre del teléfono de Harry sonó.

El rizado se alejó y leyó la pantalla de su móvil, Louis sintió un cañón de aire frío calarle los huesos en el momento en el que Harry se alejó.

El mayor tragó, guardando su teléfono con rapidez en sus pantalones vaqueros rasgados. Peinó sus cabellos hacia atrás, sus dedos chocando torpemente contra la bandana que sostenía su cabello hacia atrás. Harry relamió sus labios nervioso.

"Tengo que irme"

Agresivo [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora