Diabolical Specter ┊➻ °❦『 Beast x Wirt 』❦°

❝「 Capitulo Once: "Partida" 」❞

Mami...
¿Por qué te alejas de él?
¿Acaso ya no nos quieres?
Mami..
¿A quién temes?
¿Temes de ti?
Deberías.

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Al abrir la puerta se encontró que delante suya estaba el bosque tan lóbrego y húmedo como siempre, los pájaros empezaban sus leves cantos de madrugada, los animales se empezaban a escabullir entre las brasas de las ramas que con su filo cortarían la piel.

Soltó un pesado suspiro mientras daba un paso en la fría tierra, iba descalzo. Notó. Miró con sus inexpresivos ojos abajo justo donde estos se encontraban, sus pies eran blancos, aunque el tobillo izquierdo estaba vendado con una tela ya algo vieja...
Aun recordaba cómo se había hecho aquella herida, ¿Cómo fue que en un año todo había cambiado? Aquel desaparecimiento de su hermano fue lo primero que ocurrió, lo primero que fue arrebatado en su reclamamiento.

Empezó a caminar, sintiendo la tierra húmeda casi mojada por el rocío de la noche, "seguramente lloviznó" pasó por su mente. Pisaba de forma lenta las ramitas y hojas sucias del suelo, su rostro inexpresivo empezó a llenarse internamente de culpa.

¿En qué momento llegó a eso?

Sus rodillas se golpearon contra el barroso suelo, sus dientes se apretaba de forma fuerte mientras las lágrimas de hacían paso entre sus ojos y el párpado. ¿En qué momento llegó a hacer tal estupidez?

── D-Dios mío...─ sollozó, agarrando con fuerza la tela de su pecho, su expresión irradiaba miedo y sorpresa, toda moralidad y conciencia le llegó de la nada, ¿Qué mierda fue lo que había hecho?
Se tiró con fuerza al suelo, sosteniendo su cuerno en el aire solamente con su pálida mano que ahora yacía enterrada en el barroso lugar. Un llanto desgarrador inundó el lugar, su garganta se secaba de forma lenta, las aves volaban lejos sin tener la intención de mirar hacia el ahora esposo de la muerte...

El esposo de la muerte...

── Hay.. Hay Dios santo...─ sollozó, para luego rugir con un horrendo grito de dolor, desgarrado y sufrido, levantando su cabeza aun arrodillado en pelo barroso lugar, miró destrozado el nublado cielo que ahora empezaba a llorar junto a él, dejando caer sus lágrimas a las que nosotros nombramos lluvia encima del bosque maldito... Encima del joven maldito. Empezó a gritar, gritaba a desgarres de su débil garganta, desclinando sus cabellos y embarrando su cara de tierra mojada y pequeñas hojas que calleron tras las lágrimas y fuertes gotas de lluvia que se derramó sobre el joven desamparado...

A lo lejos, Wirt pudo notar a una conocida cabra negra que se acercaba a él de forma lenta, su mirada se oscureció mientras dejaba de llorar, para ahora mirar furioso e inhalante al animal infernal, sus respiración era profunda y tensa, su mirada estaba ojeando al animal, sus cabellos caían pegados a su rostro dándole un aspecto psicópata al joven... Wirt ya no podía.

── ¿Wirt?─ preguntó la cabra mientras se acercaba, su tono, reconoció el nombrado que no estaba en ninguna condición de razonar, fue burlesco más que preocupado, sólo eso bastó para romper a la fiera..

── Es tu culpa..─ la cabra se detuvo, pareció exaltado ante el murmuro frío del joven.. ─ ¡Fue tu maldita culpa!── rugió desgarrado levantándose y corriendo hacia el negro animal, no pudo notar que al entregarle una fuerte cachetada sus delicadas manos embarradas se convirtieron en garras negras y afiladas, garras que atravesaron la piel del animal...

Un golpe, dos golpes, los gritos del ahora ser junto a los quejidos del animal retumbaron en el bosque, los gritos de Wirt eran de odio, de dolor, de miedo y rabia, mientras que los quejidos de la cabra parecían burlescos a los oídos inaudibles de lástima del humano.