Capítulo 5 Helen

21 8 11
                                    


Las gotitas caían sobre el extremo de la ventana como un gotero lento. Había llovido bastante aquella mañana y había estado una hora después de las clases ordenando archivos del consejo estudiantil, por alguna razón todos los miembros odiaban hacer sus tareas los viernes y como ella lo sabía se había ofrecido voluntaria para evitar conflictos.

-Qué pereza...- Dijo estirando los brazos hacia arriba y alejando la silla de la mesa llena de papeles.

Hace bastantes días que no veo al presidente.

En realidad no era que le importara mucho, Noah solía lavarse las manos cuando el consejo tenía tantos papeleos encima, pero el verdadero motivo de ese pensamiento era Will.

Se levantó, había acabado por aquella tarde. Ahora a medida que caminaba las gotas volvían a caer con fuerza dando paso a una nueva lluvia.

-Mierda...- Dijo en voz baja mientras se dió cuenta de que no llevaba paragüas.

Suspiró y se dirigió a una fuente donde comenzó al presionarla el agua salió disparada mojando su camiseta blanca.

-Genial...- Dijo irónica mientras el frío invadía su cuerpo.- Puto frío...

Alguien se aclaró la garganta en ese momento, ella se dió la vuelta para obsefvar de quien se trataba. Allí estaba Will con la camiseta empapada en sudor y una toalla rodeando su cuerpo. Quizás estuviera entrenando porque su frente estaba sudorosa y tenia su  pelo rizado  revoltoso.

-Hola...- Saludó tímidamente tratando de taparse la camiseta con su chaqueta negra de pelo.

Will sonrió mientras se dirigía a la misma fuente a beber.

¿Debería avisarle? Quizás si le aviso piense que quiero ligar o algo.

El agua salió disparada mojando la camiseta del joven.

-¡Joder!- Gruñó molesto.

Le dedicó una mirada con sus grandes ojos color marrón que tanto la intimidada.

-Parece que tú también te has mojado.- Sonrió con las mejillas rojizas.

-Sí...- Musitó tímida.

El caminó hasta ella y le puso sobre los hombros una chaqueta de deporte.

-Si te quitas la camiseta y te pones esto seguro que estarás mejor.

Por un momento sitió que el mundo se había parado, estaba demasiado cerca de ella.

-¡No!- extendió los brazos con la prenda en la mano.- Tú solo tienes esto seguro que estás con frío...

-No pasa nada... yo subo al coche ahora.

La morena sonrió mientras se aferraba a aquello prestado presionado sobre su pecho.

-Nos vemos...- Se alejaba levantando la mano como gesto de despedida.

Gracias...

No era capaz de hablar con él, e seguramente pensaba que él tampoco querría hablar con ella.  Seguro que solo ha sido amable.

-Helen...

La voz de Will nuevamente la despertó de sus pensamientos. Estaba parado en medio pasillo con la cabeza en la mano y con una sonrisa nerviosa que le delataba nuevamente sus mejillas rojizas.

-Quizás como está lloviendo... Quizás pueda llevarte.

Ella abrió los ojos un poco, quería contestar, pero estaba demasiado nerviosa.

-En coche y eso...

¡Habla imbecil  o se pensará que eres tonta!

-Bueno si no quie...

-¡Sí!

Will la observó unos segundos confundido y luego esbozó una sonrisa.

-Pues está por aquí.- Dijo avanzando por el pasillo.

La morena hizo lo mismo, siguiéndole, pero tratando de mantener las distancias. El instituto estaba vacío, únicamente estaba el encargado de mantenimiento.

Se sentó en el asiento del coche, de copiloto, mientras trataba de imaginarse el número de chicas que estuvieron allí.

-Bueno...- Encendió la calefacción Will mientras se frotaba las manos del frío.

El aire caliente rodeo el coche empapando el hambiente en una confortable sensación acogedora.

-Parece que el invierno va a llegar en nada... Aunque el tiempo es realmente loco, el otro día hacía frío.

-Sí... Que hacía calor...- Comenzó a reír incómoda.

¿Por qué hablamos del tiempo?  Es la típica conversación  que usan las personas nerviosas, además de que habla del frío y yo le voy con calor... Soy tonta...

El silencio predominó unos largos segundos hasta que Will volvió a hablar nervioso de mil cosas sin sentido.

-Pues hoy hacen una fiesta...

-Ah... ¿De quién?

-De Josh es de...-Will dejó de hablar.

Josh era del consejo, pero a pesar de eso no había recibido invitación por parte de nadie ni mucho menos comentarle sobre la fiesta.

-No importa.- Volvió a sonreír.- Quizás sepan que estoy ocupada con todo eso del consejo y por eso no me han dicho nada...

-O quizás se les haya pasado...- Agarró el volante con fuerza.

-Vivo a la derecha.

Will giró.

-Es aquí.- Dijo señalando una enorme casa blanca con un mini jardín.

El joven detuvo el coche.

-Bueno... Gracias por llevarme...

Will sonrió, parecía querer decir algo, pero las palabras no le salía de la boca.

-Bueno adiós.- Abrió la puerta.

-¡Helen!

Ella se detuvo, quería escuchar como la llamaba por su nombre, le hacía sentir especial.

-Bueno...- Se rascó la cabeza moviendo sus rizos con pequeños reflejos dorados.- La verdad que últimamente tengo problemas en matemáticas... Sé que eres bastante buena y...

Helen le observó fijamente, mientras esperaba.

-No estás obligada y te pagaré...

-¿Quieres que te ayude?- Preguntó ella impaciente.

-¡Sí! Quiero que estés conmigo... O sea dando clases.

La morena sonrió.

-Claro, y no quiero nada de dinero...

-Habrá algo que quieras...- Insistió el chico.

Helen agachó la cabeza y sonrió tímida.

-Bueno... Pues... Quería ir a esa fiesta...O sea nunca he ido a una fiesta de ellos.- Se cruzó de brazos.- En realidad nunca he ido a ninguna.

Will abrió un poco los ojos y seguidamente sonrió.

-Claro... Vayamos a la fiesta de Josh. ¿A qué hora vengo a por ti?

-A las doce está bien...

-Genial.- Sonrió.

Estaba feliz, porque había conseguido algo que nunca pensaba que llegaría a pasar.

Hablar con Will.


Odiando el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora