Capítulo 36

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El corazón de las cuatro personas que estaban en el departamento latían a una gran velocidad, el de Hoonyul latía por la adrenalina y el coraje, el de Hyeyon latía por la decepción, desesperación e ira y finalmente, el de Yeonjun y Soobin latían de miedo, no, no miedo, pánico.

—Te voy a joder la vida de la misma manera que me la jodiste a mí pedazo de mierda—no disparaba, Hoonyul no disparó pero el arma en ningún momento bajó.

Lágrimas se hicieron presentes en los ojos de su pareja y en los de su madre con la diferencia de que, su madre lloraba de ira y Yeonjun de miedo.

—Papá...—Soobin avanzó hacia su padre con sigilo, como temiendo hacer un mal movimiento haciendo que este cause algo de lo que se podría arrepentir—papá baja el arma—tenía las manos abiertas tratando de controlar a su progenitor pero fue en vano, en Choi mayor cargó el arma posicionando su dedo en el gatillo.

—¡Yeonjun!—Soobin se apresuró a ir por su paralizado novio lanzándose encima de él logrando que los dos caigan al suelo, eso impidió que la bala fuera directo a su cabeza y en vez de darle a él, le dió a un muro—amor, bebé, Yeonjun —llamaba al pelirosa queriendo que este deje de llorar hasta que nuevamente escuchó el arma ser cargado.

—¡Quítate Soobin!

—¡Largense! ¡por una jodida mierda, largense!

—¡Choi Soobin! ¡deja de estar cubriendo al puto marica y deja que tu padre lo mate de una maldita vez!

Gritos y sollozos inundaron todo el departamento, sollozos de miedo de parte de Yeonjun, gritos de súplica de parte de los señores Choi y gritos de súplica de Soobin, ambas súplicas pedían cosas distintas, mientras que Hoonyul y Hyeyon le pedían a Soobin quitarse de encima de Yeonjun usando su cuerpo como un escudo, Soobin suplicaba porque se fueran, se olvidaran de que su hijo tenía una pareja hombre, se olvidaran de que siquiera tenía un hijo y se marcharan para siempre.

—¡Hijo! ¡esto es por tu maldito bien! ¡lo que estas haciendo esta mal! ¡tu debes de estar con una muj...

—¡Cierra el puto osico y largense de aquí!—interrumpió a su madre. Soobin había llevado el cuerpo tembloroso de Yeonjun en un rincón, se había puesto enfrente de él protegiendolo de cualquier cosa, sabía que sus padres no se atreverían a matar a su único hijo.

—O te quitas...—el Choi mayor guardó el arma en uno de sus bolsillos—o te quito.

Soobin puso resistencia y mayor fuerza cuando de a poco, su padre fue acercandose, Yeonjun se encogió más en su lugar abrazando a su vientre, ambos jóvenes trataban de salvar sus vidas y la vida de su hijo, esa fue su promesa.

Un golpe fuerte impactó el rostro de Soobin pero no se movió ni un centímetro, otro golpe llegó pero esta vez en su estómago haciéndolo retorcerse de dolor y rápidamente, volvió a su posición inicial protegiendo al asustado Yeonjun.

¿Soobin iba a permitir que le arrebaten a las únicas personas que lograron sacarlo de su obscuridad? La respuesta era un gran, seguro y firme no.

Apretó sus dedos formando un puño y concentró toda su ira ahí mismo devolviéndole el golpe al adulto en su mejilla, Soobin no esperó a que se recupere o reaccione, simplemente se lanzó en él a darle golpe tras golpe sin parar manchando sus nudillos de sangre. Hoonyul era menos fuerte que Soobin pero aún así pudo librarse de sus golpes atacando a su hijo de la misma forma, ambos rostros tenían manchas moradas por todas partes acompañadas de gotas de sangre.

—Eres un maldito infeliz, ojalá te pudras en el infierno pedazo de marica—Hyeyon salió de su pequeño transe al ver a su hijo y su esposo uno encima del otro golpeándose con el único objetivo de obtener su libertad—¡arruinaste a mi familia!

Merman | Soojun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora