Capítulo 33

1.3K 231 99
                                    

Para que algo salga bien y sin ningún error se tiene que planear con tiempo y eso es lo que Hoonyul hace.

Un mes, exactamente un mes para planear la muerte del pelirosa. Un asesinato no se comete sólo así, la policía podía intervenir en sus planes y joderlo todo, es por eso que este delito se planea aún con más detalle.

—Entonces, cuando el chico esté solo jalaré el gatillo para dispararle en la cabeza y ahí es cuando entran ustedes.

—A la orden señor.

Las pistas; una mancha de sangre, una cámara, un testigo, una bala perdida, las huellas digitales, cualquier cosa por más pequeña que sea puede considerarse una pista digna para encontrar al culpable de aquel delito que incluso puede ser condenado con cadena perpetua.

Choi Hoonyul firmó un contrato con Japanese Pleasure con el fin de tener un apoyo para sus bienes, en ningún momento se imagino que la empresa tenía un pequeño gran secreto. Choi's Wine se dedicaba a la compra y venta de distintos tipos de vinos aunque claro, todos de la más alta calidad, Yuko se interesó en firmar contratos con él ya que su empresa manejaba el mismo producto y al parecer, era bastante reconocida en Japón y claro que todo tenía una trampa.

Las drogas.

En los ingredientes para la elaboración de aquella bebida se incluía las drogas, Yuko afirmaba que eso era muy eficiente para la compañía ya que, las personas al consumir el vino sienten un peculiar sabor adictivo haciendo que cada vez quieran más y más. Cuando ambas empresas firmaron el contrato los vinos de Choi's Wine comenzaron a cambiar adquiriendo el mismo sabor que el de JP, algo que extrañó a la policía ya que, el contrato era solamente para que ambas empresas puedan vender los vinos de la empresa contraria, no decía nada acerca de cambiar la elaboración de estos.

A las autoridades no les hubiera interesado esto de no ser porque, un joven de alrededor diecisiete años murió al consumir un vino tinto de la marca de Choi, la familia aseguraba que siempre compraban ese vino para festejar algo de importancia en la familia, también dijeron que esa vez que compraron el vino sintieron el sabor diferente y unas horas después, el joven comenzó con ataques para finalmente, morir, ahí es cuando la policía comenzó sus investigaciones.

Y es por eso que se les ocurrió la magnífica idea de casar a sus hijos.

Si los casaban, las empresas se unirían y no solamente estarían sujetas por un contrato si no, también estarían juntas por el lazo familiar, esto podía parar con las investigaciones de las autoridades o por lo menos, bajar con la seguridad ya que sería menos sospechoso de este modo.

Al principio, Hoonyul no quería obligar a Soobin a hacer algo que no quiera, como manejar a Choi's Wine ya que sabía que el peliazul quería ser pintor pero al enterarse del tiempo en la cárcel que podía pasar si la policía los descubre no le quedó otra opción, Soobin tenía que casarse si o si con Saya y no iba a dejar que un marica de mierda arruine sus planes, aquel pelirosa tenía que desaparecer y estaba dispuesto a encargarse de ello.

Hoonyul tuvo que escapar de Seúl porque la principal cadena de su empresa se concentraba ahí y es en donde más estricta era la ley, escapó a Ansan porque sabía que ahí se encontraba ubicado Yuko, el dueño de esa gran empresa, él había sido inteligente, como su vino también se expandió por Corea tenía algunos trabajos que hacer ahí pero en vez de quedarse en la capital, se estableció en una ciudad distinta con el fin de que no lo atrapen, Ansan tenía menos seguridad que Seúl por lo que podían pasar desprevenidos fácilmente.

Gran lío en el que Choi se había metido y por culpa de su avaricia también involucró a su esposa quien sabía todo esto y ahora, quería involucrar a su hijo. Soobin nunca fue claro con sus gustos, algunas veces, ellos le compraban cosas caras que su dinero podía pagar y las aceptaba pero con el tiempo comenzó a rechazarlas, al parecer, ya no eran suficiente para él. Cuando les comunicó que estudiaría su universidad en Ansan ellos lo aceptaron, su hijo ya era lo suficientemente grande para valerse por si mismo pero, si hubieran sabido que en Ansan fue en donde conoció a aquel chico jamás lo hubieran dejado salir de Seúl.

Merman | Soojun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora