( ͡° ͜ʖ ͡°)
P.O.V. Joaquin
Pasar el día en la playa fue muy divertido siendo honestos. Se me había olvidado hasta que teníamos a fotógrafos alrededor y que teníamos que fingir que estábamos enamorados. La verdad es que este viaje repentino no se me iba a olvidar fácilmente, porque estaba siendo uno de los mejores que nunca había hecho.
- ¿Dónde vamos a cenar? - le pregunté a Emilio, que estaba vaciando la bolsa de la playa.
- Es una sorpresa. No te lo puedo decir.
- ¿Una sorpresa? No me gustan las sorpresas, dímelo ya, soy demasiado impaciente - le dije tirándole de la camiseta como si fuera un niño pequeño.
- Lo siento, vas a tener que esperar.
- La cena la pagaste tú anoche, lo justo sería que esta la pagase yo, así que contéstame.
Emilio empezó a empujarme con su cuerpo - No empecemos otra vez con quien tener que pagar el que, porque te recuerdo -entonces me agarró como si fuera un saco en su hombro y me empezó a pegar azotes en el trasero- que te debo alguna que otra palmada en el culo, por pagar tú los helados y desafiarme después en vez de obedecer como un buen chico - continuó hablando mientras azotaba mi trasero.
- ¡Para! ¡Que duele! - le rogaba, pero no me hacía caso.
- Solo cuando digas las palabras mágicas.
- ¿Por favor? ¿Gracias? - solté, ya que no sé a qué palabras se refería.
- No, las palabras mágicas son "no volveré a pagar nada porque mi amo Emilio lo hará"
Me empecé a reír aun cuando Emilio seguía pegándome en el culo - Lo tienes claro, si crees que voy a decir eso.
- Bueno, o lo haces o te bajo el bañador y te azotó en el balcón para deleité de toda Sicilia, tú eliges -dijo muy seguro.
- No te atreverías. - dije incrédulo.
- ¿Qué no? - entonces empecé a notar como me acercaba a la terraza y como me comenzaba a bajar el bañador lentamente - es tu última oportunidad.
- Sigo sin creerte. - acto seguido Emilio siguió bajándome el bañador, pero antes de conseguir quitármelo me rendí.
- ¡Vale, vale, tu ganas! No volveré a pagar nada porque Emilio lo hará.
- Te has dejando la parte de "mi amo Emilio"
- No diré es... - y antes de acabar la frase Emi volvió a empezar a bajarme el bañador - ¡Vale, Vale! ¡No volveré a pagar nada porque mi amo Emilio lo hará!
El rizado me bajo ese instante al suelo - ¿Ves? ¿A que no ha sido tan difícil Osito? - me pregunto con lo que recibió una mirada de muerte. - Me voy a duchar para que luego puedas hacerlo tú.
- Vale - le dije fríamente. No estaba enfadado con él, pero no me gustaba que hubiera conseguido que me rindiera.
Una vez salió él entré yo en la ducha. Tenía todo el cuerpo lleno de salitre por estar nadando y jugando en el mar con Emilio. Estar bajo el calor del agua de la ducha era la mejor sensación que podía existir. Me pasaría horas ahí, sino fuera por mi conciencia ecológica. La verdad es que tenía curiosidad por lo que había preparado para ir a cenar. No sabía que tenía que ponerme la verdad, pero justo cuando estaba pensando en ello Emilio entre en el baño, haciendo que me sorprendiera.
- Emi, ¿qué haces aquí? ¡Fuera! - le grité mientras me tapaba mi masculinidad y le daba la espalda.
- Tranquilo Joaquin, no eres el primer hombre que veo desnudo. Aunque ninguno con un trasero tan redondito - dijo relamiéndose los labios.
- ¡No me mires, pervertido!
- No sé yo... me está costando mucho resistirme y meterme contigo en la ducha. Yo te puedo echar jabón si quieres... - dijo con voz sensual.
- ¿Para qué has entrado? - le pregunte nervioso, ya que era la única manera para que se fuera cuanto antes.
- Ah sí, es para decirte que te he dejado en la cama lo que tienes que ponerte para cenar.
- Vale, gracias, luego lo miro.
- ¿Entonces no necesitas mi ayuda para nada aquí? Mi oferta de enjabonarte sigue en pie.
- FUERA. - le solté, con lo que por fin logré que se fuera.
Una vez salí de la ducha, me até la toalla por la cintura, y abrí un poco la puerta, lo justo como para poder ver si estaba Emilio alrededor o no. Parecía que no, así que salí deprisa y me quedé mirando que me había comprado. Eran unos pantalones azul marino, una camisa blanca, un chaleco azul claro, y unos zapatos marrones. La verdad que me gustaba la combinación, me pregunto si la había elegido él o no. Entonces sin darme cuenta apareció Emilio por detrás, quien me agarro por las caderas y me pego a él.
- ¿Te gusta lo que he elegido?
- Emi, suéltame que estoy desnudo y mojado.
- Suena bastante bien dicho así - se burló.
- T-tonto. Ahora vete, que tengo que vestirme.
- ¿No puedo quedarme a mirar? - dijo con voz de cachorrito.
- No, fuera.
- Vale, ya me voy... Reúnete conmigo en el vestíbulo del hotel cuando acabes.
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Bueno, bueno con el capítulo ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Si os ha gustado votarlo ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Un besi ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Bye los roma ( ͡° ͜ʖ ͡°)
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El hijo de mi Jefe [✔] © # [Adaptación]
RastgeleJoaquin trabaja en una de las empresas más grandes de país. A sus 24 años ha conseguido ser el jefe de su departamento, pero el aspira a más, quiere lograr la vicepresidencia de la compañía. Aun así, todos sus sueños se truncan cuando su jefe, el pr...