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P.O.V. Joaquín
Y ahí me encontraba yo, a las 9 de la noche con una pequeña maleta en la mano derecha, mirando el apartamento de Emilio. La última vez que estuve aquí fue cuando le manché la camisa y me obligó a elegirle la ropa que se tenía que poner mientras él se paseaba en toalla por la casa. Se ve tan lejano ese recuerdo.
-Bueno, acompáñame, te enseñaré donde está la habitación de invitados.
Dejé mis cosas en la habitación y me puse ropa más cómoda. Me acerqué a la cocina a ver qué estaba haciendo Emilio, y entonces mi olfato se activó.
- ¿Qué es eso que huele tan bien? - pregunté al ver que estaba cocinando.
- ¿Te gusta? Es rissotto con gambas. - respondió mientras movía la sartén.
- Wow, pues huele muy bien.
- Me alegro, porque es nuestra cena.
- No tenías por qué haberte molestado...
- Eres mi invitado, faltaría más. - dijo con una sonrisa.
Cuando acabo de cocinar nos pusimos los dos a cenar, la verdad es que estaba delicioso, y mejor aún con vino. Aunque creo que el error fue cuando abrimos la tercera botella de vino, nos los estábamos pasando tan bien que ni nos dimos cuenta, pero el alcohol se nos empezó a subir, haciendo que acabáramos en el sofá.
- La última vez que me reí así estábamos en aquel restaurante en Sicilia. Cuesta recordar que ya ha pasado una semana de ello. - dijo Emilio dándole un sorbo a la copa de vino y dejándola en la mesa.
- No teníamos a habernos ido de allí. Éramos tan felices - solté sin darme cuenta mientras apoyaba mi cabeza en el hombro de Emilio, quien paso su brazo alrededor mío para acercarme a él. - Y luego volvimos y se montó el caos... - giré mi cabeza para mirar a Emilio - ¿Por qué tuviste acostarte con Seidy?
Entonces Emilio se estiró para ponernos a hablar serios y yo me aparté, para poder mirarle a la cara perfectamente - Yo no me acosté con Seidy, Joaquin.
- ¿Ah, no? ¿Entonces que estuviera pegando sus pechos contra ti no significaba nada? -dije elevando mi tono de voz.
- Si me hubieras dejado explicarme hubieras sabido que lo que de verdad hacía era rechazar a Seidy, que ella sí que quería acostarse conmigo, pero yo no.
- ¿Y porque debería creerte?
- Porque estoy enamorado de ti, Joaquin. Y cada vez que ella se me acercaba solo pensaba en ti -mi cara estaba petrificada por lo que estaba escuchando-. Pero claro, luego entraste, te imaginaste lo que quisiste y te echaste en los brazos de David.
- P-pero...
- No hay peros, te estuve llamando cientos de veces para explicártelo y tú a la mínima de cambio decidiste acostarte con él.
- Estaba despechado, ¡¿Que te esperabas?! -grité entre lágrimas- Había ido a donde él esa mañana para decirle que estaba enamorado de ti, luego él me dijo que no confiara en ti y me besó, pero yo le rechacé porque no me creía sus palabras, y al final te veo pegada a ella, ¡¿cómo querías que me sintiera?! Tenía el corazón roto y necesitaba consuelo, ¡y las cosas salieron así! ¡pero no significo nada!
- Y yo debería creerme eso -dijo el con los ojos húmedos intentando retener esa lagrima que descendía por su mejilla- Sobre todo después de que me enviaseis esa fotos de vosotros dos juntos.
- ¡YO NO SABÍA QUE ME HABÍA SACADO UNA FOTO! -grité desesperado y con la voz rota.
- ¿Y eso lo justifica? Fue ahí cuando se me rompió el corazón a mí, pero no fui a los brazos de Seidy para que me consolara.
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El hijo de mi Jefe [✔] © # [Adaptación]
RandomJoaquin trabaja en una de las empresas más grandes de país. A sus 24 años ha conseguido ser el jefe de su departamento, pero el aspira a más, quiere lograr la vicepresidencia de la compañía. Aun así, todos sus sueños se truncan cuando su jefe, el pr...